Black Mirror: la ciencia ficción cada vez más cerca de la realidad OpiniónPor Mariagracia Lorca - 21 abril, 2025 La serie, que desde sus inicios ha representado la tecnología con crudeza, trae consigo nuevas historias autoconclusivas. Pero en esta ocasión dejando atrás aquel terror sobrenatural, planteando escenarios más cercanos. El pasado 10 de abril, Black mirror estrenó su séptima temporada, en la cual su creador, Charlie Brooker, prometió volver a la esencia de sus inicios. Con esta primicia, su nueva entrega ofrece seis episodios que incomodan, cuestionan y sorprenden. Enfocando la trama en los dilemas éticos que surgen de la manipulación de la tecnología. Al igual que sus temporadas pasadas, la serie disponible en Netflix sigue la lógica de una antología presentando historias independientes. Lo cual, le permite plena libertad creativa mientras mantenga su línea perturbadora y reflexiva que ha sido aclamada por la crítica y su fiel audiencia. Sin embargo, Brooker ya anticipaba que estos seis episodios albergarían la más pura ciencia ficción de sus comienzos. Black mirror es la cuarta serie de habla inglesa más vista de Netflix, según cifras oficiales de la plataforma. Imagen: revistaqg.com. Desde el trailer se adelantó que cada episodio contaría con una inmersión en la realidad virtual, tecnología que cada día se desenvuelve de forma más cotidiana. Por lo cual, se trata de historias bastante comunes, alejadas de ese terror más explícito que estaba utilizando la serie en sus últimas entregas. Logrando conseguir esa sensación incómoda cada vez más cercana. No obstante, el vuelco que se le dio a esta nueva temporada no ha estado exenta de opiniones que hacen hincapié en una trama repetitiva. “Da la impresión de que la serie da vueltas sobre sí misma, reflexionando sobre las posibilidades de expresar emociones genuinamente humanas a partir de una tecnología cada vez más deshumanizadora”, señaló José Cano, crítico del medio Climática. Por lo cual, a pesar de la narrativa que promete retomar Black mirror, similar a la de su debut en 2011, deja en claro que en su séptima temporada no quiere descolocar mediante lo insólito, sino aquello que reconocemos como posible.