Conflictos bélicos: un enfoque cuestionable

Actualmente en el mundo, existen diversos conflictos bélicos que presentan una alta cantidad de víctimas fatales. Frente a esto, existe el combate de los países a nivel comunicacional y como pueden llegar a ganar territorio. Es en esta batalla comunicacional donde se enfrentan para dañar la imagen del enemigo es donde surge un rol importante.

Hoy en día, los conflictos bélicos ya no afectan solo de manera física a los países directamente involucrados. Se libra una lucha a nivel internacional de carácter comunicacional para definir quién es dueño de la verdad.  Un escenario silencioso que puede dictar el curso de las guerras. ¿Qué se comparte en los medios de comunicación en relación con el tema?

Guerras como la de Palestina-Israel o la invasión Rusia-Ucrania tienen como resultado un alto número de víctimas fatales, donde se violan derechos humanos y se deja de lado la humanidad. Es así como nace una lucha desenfrenada por difundir la mayor cantidad de información posible para generar apoyo a sus causas.

Mientras las cifras de muertos aumentan, la información que circula en portales digitales, canales de televisión y prensa parece responder más a estrategias discursivas que a una búsqueda de la verdad. La selección de imágenes y la terminología empleada, al igual que el enfoque editorial, son armas simbólicas de las naciones capaces de moldear la percepción pública de acusar a unos y silenciar las voces incómodas.

Foto obtenida de CNN. Registro de la guerra civil española donde se probó la propaganda en un conflicto bélico.

Los noticiarios internacionales, por ejemplo, muestran de forma constante la destrucción en ciertas zonas, mientras minimizan los crímenes cometidos por los aliados de sus propios gobiernos. En este panorama, la imparcialidad se vuelve un espejismo. La cobertura de la guerra ya no responde solo a la necesidad de informar, sino a la de influir, imponer marcos narrativos que puedan justificar invasiones, bloqueos, o legitimar represalias.

Recae así una enorme responsabilidad en los medios de comunicación a la hora de la cobertura de estas situaciones que dañan al mundo entero. La ética periodística queda en manos de quienes administran los medios, dando importancia al interés sociopolítico por sobre la realidad que sufren muchas personas. ¿Debemos seguir por este camino?

Diego Friz Rivas

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