El debut de Coppola: la estética de lo trágico en Las vírgenes suicidas Opinión Tiempo librePor Francisca Alvear Golle - 25 abril, 2025 Decir que la película Las vírgenes suicidas tiene un enfoque artístico es totalmente cierto. Nuestra directora, Sofia Coppola, junto al equipo de filmografía, es capaz de crear una experiencia compleja, marcada por los espacios sensoriales y encuadres idóneos para este film. Coppola inició en el cine con esta película, una obra cargada de aspectos líricos capaces de narrar, desde la añoranza masculina, la enigmática vida de cinco hermanas. Una historia enmarcada por el encierro y la tragedia. El film, inspirado en la aclamada novela de Jeffrey Eugenides, es totalmente mejorado por la directora. Se ambienta en un barrio residencial en los años setenta. Una realidad opresiva que se evidencia en las apariencias. Mediante una sobresaliente y cálida narración, nuestra directora construye la historia de estas hermanas, en base a la nostalgia adolescente de figuras casi fantasmales, que con su existencia dejan una marca en todos quienes las observan. Un fotograma de Las vírgenes suicidas, de Sofia Coppola, de 1999. La atmósfera juega un rol clave en esta película. Todos los espacios de las escenas contribuyen a crear un ambiente lleno de mensajes ocultos, desde la sala familiar hasta los dormitorios de las protagonistas. Los colores pasteles, la luz y la decoración hacen que el espectador se sumerja en la sensación de aislamiento y monotonía. Estos escenarios ayudan a que quien vea a Las vírgenes suicidas sienta esa vigilancia constante que sofoca cualquier expresión libre, característica para la trama de la película. Kirsten Dunst encarna a Lux, la más visible de las hermanas, con una mezcla precisa de vulnerabilidad y rebeldía. Su interpretación capta con sutileza las contradicciones de una adolescencia atrapada entre el deseo de escapar y el miedo a lo desconocido. Esta película no busca dar explicaciones al televidente. La potencia del relato está magnificada en la belleza del misterio. Una fragilidad en la que todo se puede perder. Sofia Coppola crea un prodigio visual donde el recuerdo sobrepasa a lo empírico y conforma la verdadera historia.