Ser una persona versátil siempre se destaca en el trabajo, en el mundo del espectáculo los actores que caen dentro de este círculo son los más queridos, pero ¿Qué sucede cuando un actor de comedia decide ser director de películas de terror?

Jordan Haworth Peele es un actor, comediante y guionista estadounidense, que seguramente has visto en algún sketch de risa en internet.

Siendo “Key and Peele” el programa más conocido en su carrera humorística.

Pero en el 2017 sorprendió al mundo con su película “Get Out”, un thriller psicológico que abarca el racismo y control mental. El filme fue nominado en los Premios Óscar por dirección, guion original, actor principal y Mejor Película. Siendo el sexto largometraje de terror en obtener esa última nominación de la Academia.  

Jordan supo dar en el clavo con el mensaje y la crítica que se presenta en la cinta, con experiencias que él ha vivido y ha tenido que presenciar.

La mera incógnita de saber si los padres de tu pareja saben que son de otra etnia.

Ya produce el suficiente terror para dudar si los aceptaran, como reaccionaran y si les darán una buena bienvenida.

Todo eso sucede en la mente del protagonista.

Otros filmes del cineasta son Us, Nope y la próxima a estrenar Him.

Una de las características de sus películas (aparte de los títulos monosílabos) es que sus actores principales son de raza negra.

El director comentó en una entrevista: “No me veo contratando a un tipo blanco como el protagonista de mi filme, puedo elegir a personas negras y me siento afortunado de estar en esta posición donde pueda decir ´quiero crear una película de terror de US$20 millones con una familia negra´ y me digan que sí”.

El miedo, las críticas hacia las minorías y el racismo son las bases de cada una de las películas de Jordan.

Siendo bastante versátil al momento de crearlas, desde la ciencia ficción, hasta el terror psicológico y los slashers, él ha sabido crear distintos entornos manteniendo su gran esencia.

Peele ha sido inspiración para distintos directores que abrazan sus raíces africanas al producir sus filmes.

Ryan Coogler ha seguido la misma línea estrenando Sinners.

Una película de terror ambientada en los años 30, donde los vampiros y el blues son los protagonistas.

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