El infortunio de la votación chilena en la candidatura presidencial SociedadPor Paulina Torres - 22 mayo, 2025 Pasamos cuatro años de discusiones por el mandatario a cargo, para continuar con más conflicto para escoger al próximo. Es simplemente un ciclo sin fin de peleas con una fórmula de voto dudosa. Kaiser, Tohá, Matthei, Jara, Kast y Winter: estos son los apellidos que más suenan en la candidatura presidencial de 2025. Una competencia que se ha articulado desde hace varios meses. Y es que esta carrera es una que comienza incluso mucho antes de flamear la bandera de salida. Cada periodo es lo mismo; vemos las masas de izquierda y derecha tomar el megáfono para ver quién grita más fuerte por su favorito. En cierta manera, podemos llamarlos fanáticos y cada uno tiene su fandom. Pero esto no es de lo que quería hablar; me quiero concentrar rápidamente en aquellos que no son los que sostienen el altavoz, porque en medio de estos se encuentran los indecisos, los desinteresados y los que solo siguen a la multitud más ruidosa. Este grupo tiene un gran problema: no sabe decidir. No eximo de culpa a los fans de ciertos partidos que hacen ojos ciegos a las acciones y propuestas de sus candidatos. Pero estos individuos, que son una gran parte de Chile en mi opinión, ni siquiera hacen el esfuerzo. En las última candidatura presidencial un total del 53% de la población chilena se abstuvo de votar. Fotografía de VLN Radio. Y así es como caemos en lo que todos los chilenos hemos dicho más de una vez: “Habrá que escoger por el mal menor”. ¿Es que ya no hay buenos candidatos presidenciales? ¿O es que ahora somos más escépticos? Tal vez solo perdimos la voluntad de confiar. Es verdad que todos los postulantes tienen manchas, pero es una pena ver caer a la humanidad en la decisión de escoger a alguien sabiendo que en el interior tienen la certeza y el miedo de que este no es su presidente. No digo que debamos ser mugre y uña con nuestros elegidos, pero hemos caído en escoger a personas por el ruido y no por una decisión informada. Tenemos ante nosotros una sociedad de resentimiento, de odio, de desconfianza, de ojos juzgadores. Tal vez siempre fue así, quién sabe, pero como joven me entristece entender que a fin de cuentas tendré que conformarme con lo mínimo. También te puede interesar: La disputa por la carrera presidencial de cara a las primarias