El fútbol y la identidad: mucho más que solo una competencia

El deporte del balompié, hoy en día, se ha transformado en una forma de entretenimiento popular en la sociedad. Debido a esto, ha evolucionado hacia un aspecto íntimo en la identidad de cada fanático.

Desde los juegos de barrio cuando éramos pequeños hasta la primera vez que asistimos a un estadio con un familiar, estos son solo algunos de los elementos que el fútbol como deporte les genera a sus hinchas. Una transición de lo competitivo a lo personal que, a mi parecer, provoca un apego emocional inigualable en la identidad de cada aficionado. 

Creo firmemente que la pasión por el equipo que uno sigue es un sentimiento único e incomparable para cada seguidor. Sin importar si gana o pierde, él siempre estará presente frente a las adversidades para apoyarlo a pesar del resultado. Asimismo, este desarrolla una tradición que, sinceramente, se transforma en un aspecto más profundo que solo ver un deporte corriente. En realidad, es un componente bastante personal debido a que normalmente nos hacemos fanáticos desde pequeños, agregándole un valor extra de emotividad.

El pasatiempo de ir al estadio a ver un partido se ha transformado en algo mucho más íntimo como el vínculo entre un hijo y su padre. Fotografía: La Tercera.

A mi juicio, el fútbol va más allá de algo meramente competitivo y de entretenimiento. En la actualidad, hay una gran cantidad de aficionados, los cuales se sienten representados de manera emocional por sus colores. Una pasión que, sin importar la nacionalidad, se vive de la misma manera: desde el acotado grupo de hinchas que apoya fielmente al equipo amateur de su barrio, hasta el conjunto internacionalmente famoso con millones de seguidores.       

Este se convierte definitivamente en una parte crucial de muchos fanáticos, produciendo una identificación especial con el club al cual siguen. Un lazo que impacta en el día a día de la persona, ya que el estado anímico de su semana puede llegar a depender directamente del resultado que obtenga, sea positivo o negativo.   

En definitiva, el fútbol y su identidad se han transformado en un aspecto mucho más íntimo y personal que solamente disfrutar de un deporte competitivo. Actualmente, pienso que es una relación única entre el aficionado y su equipo preferido.

Top