Sueños introspectivos, salud mental y la profunda soledad, un álbum traído del espacio que marcó a una generación.  

El primer álbum de estudio del rapero Kid Cudi, y a mi gusto, la mejor obra de su discografía. Partiendo por el hecho de que al menos la mitad de sus canciones fueron «bangers» de aquella época, el proyecto posee una producción impecable, con capas de sonido que te hacen sentir en una fiesta intergaláctica.

Para el año 2009, que fue cuando se estrenó, era muy innovador que un disco de rap utilizara esta especie de «ecualización pop» que hace que los temas se perciban tan felices. Por ejemplo, la canción número 13 del álbum, titulada «Pursuit of Happiness» es prácticamente un ícono del género. Incluso, afirmaría que es un himno adolescente de la época. Pero cuidado, porque puede engañarte con su ritmo movedizo. Sin dejarte ver el mensaje que esconde y que sintetiza todo el álbum: necesito ayuda, no puedo encontrar la felicidad.

En lo personal, no puedo dejar de alabar este álbum, donde Scott puso un poco de su vida y de su alma, para que quienes necesitan ayuda como él, puedan encontrar la luz que están buscando. El tema «Sountrack 2 My Life» es, desde mi punto de vista, la arista más personal de la producción. En él, Kid Cudi habla de los problemas que enfrentó al perder a sus padres y de cómo lucha contra la tentación al suicidio, puesto que ni siquiera cree ser capaz de llegar a los 30 años de edad.

Y es que me encuentro en un dilema con el mundillo del hip hop, por el simple hecho de que Kid Cudi sea tan subestimado. Siendo que, en realidad, esos mensajes profundos y alentadores, escondidos detrás de una temática casi que fiestera, han influenciado en artistas musicales de nivel mundial. Un ejemplo, es el caso del rapero Travis Scott, que inspiró su nombre artístico en Scott Mescudi.

Para mí, Kid Cudi es uno de los padres del rap moderno, con producciones insuperables, de esas que poseen un pedazo del alma del artista. En donde la genialidad ya no está en que la canción sea famosa o pegajosa, sino más bien, en cúantos se ven realmente identificados con ella.