Han pasado ya 31 años de la muerte de uno de los personajes más importantes en la historia del automovilismo. Un relato que muestra la historia de la figura del piloto latinoamericano, la cual se exhibe en la pantalla de Netflix.

Elementos como la velocidad, curvas y un relato emocional describen a la perfección la producción biográfica del ícono nacional de Brasil en el automovilismo, Ayrton Senna. Desde mi punto de vista, es una adaptación que engrandece su huella en la Fórmula 1.

Esta obra se centra en retratar diversas etapas cruciales de su vida, mostrando un recorrido por sus principales momentos, como cuando se enamoró del deporte o el instante en que se convirtió en campeón mundial. Un trayecto que, a mi juicio, logra de manera casi perfecta enseñarnos el legado que dejó en su época, junto con aspectos desconocidos de su historia.             

Gracias a la miniserie Senna, podemos descubrir más sobre este personaje brasileño, quien fue amado por una nación y quedó en la memoria debido a su carisma y competitividad. Creo que hace un sólido trabajo complementando de forma adecuada estos dos elementos, enseñando sus diversas perspectivas, mostrando su lado competitivo y, en la misma línea, una faceta muy personal.

Asimismo, esta ofrece un recorrido que nos sumerge en los mejores momentos de su carrera deportiva, exhibiendo escenas atractivas que introducen en el mundo del automovilismo. En el transcurso de cada capítulo, uno va conociendo cada vez más al protagonista mediante su trayectoria familiar y sus etapas más memorables, que sinceramente son impecables.

En resumen, esta miniserie brinda un camino que combina aspectos personales de su vida y competitividad. Pienso realmente que es un retrato biográfico que enaltece su figura como piloto y la acerca a la sociedad; por ello, Senna es una producción que, honestamente, los fanáticos del deporte no se pueden perder.