«Revenge»: el dolor de una pérdida grabada en un disco OpiniónPor Sofía Cid Acosta - 13 junio, 2025 Una entrega ganadora de múltiples premios y considerada un infaltable para los fanáticos de la música emo. Three cheers for sweet revenge es el segundo disco de la banda norteamericana My chemical romance, publicado en 2004. El álbum se ha convertido en un ícono de la cultura emo, influyendo a otros artistas del género. La portada del disco retrata a los demolition lovers. Fotografía: Zumbido La temática del disco sigue la historia de los demolition lovers, una pareja, muy al estilo de Bonnie and Clyde, que fallecen durante una persecución. El relato se resume en que el demolition man, con el fin de traer de vuelta a la vida a su amada, realiza un pacto con el diablo. ¿Su parte del trato? Asesinar a cien hombres malos. Si bien la premisa del álbum es esa, los detalles de la historia resultan poco claros. Muchas veces la trama termina siendo confusa, pero lo que sí es evidente es la constante presencia del duelo y el dolor de una pérdida en todo el disco. Helena es indiscutiblemente la canción más famosa de toda la entrega, y con justa razón. Con un sonido movido, pero una voz y una letra llenas de angustia, la tonada representa de forma perfecta la estética del género emo moderno y su subcultura. Give ‘em hell, kid es la siguiente en la lista, que desde el inicio se presenta con una energía distinta, más animada y con una vibra de rebeldía, bastante propia de la banda. La segunda mitad del disco tiene un cambio de tono bastante evidente. The ghost of you es desde el primer segundo una composición llena de dolor. Para mí es la canción más emotiva de todo el álbum y la que representa de forma más cercana la temática de este: el duelo. Con una letra que relata la angustia de perder a un ser querido, combinada con la voz desgarradora con que Gerard Way canta los versos, la convierten en la mejor melodía dentro del elepé. El álbum se ha convertido en un ícono en la cultura pop, y es un clásico incluso para quienes no pertenecen a la comunidad emo. Sin duda, es una obra que cualquier amante de la música rock debe escuchar al menos una vez. También te podría interesar: Pornography de The Cure: la desnudez del tormento humano