El turismo excesivo se refiere a un fenómeno que ocurre cuando muchas personas viajan al mismo lugar. En el último tiempo, viajar dejó de ser un privilegio y miles de personas comenzaron a visitar lugares famosos y paradisiacos. La accesibilidad permitió un mayor desarrollo económico a los lugares turísticos, sin embargo, también significa una amenaza para los lugareños, ya que personas con diferentes culturas pueden causar destrozos a sus ciudades.

Los principales efectos negativos son: pérdida de identidad local, conflictos entre residentes y turistas, erosión ambiental, escasez de agua, entre otros. Muchos lugareños no pueden seguir financiando los altos costos de vida y deben emigrar de la ciudad. Según el diario El País, en España algunas personas deben vivir en caravanas debido a que no pueden pagar el alquiler. Las aglomeraciones que se generan en los lugares turísticos muchas veces no permiten disfrutar del destino, ya que se generan largas filas y los precios están elevados por la creciente demanda.

Causas y soluciones

Una de las causas de este fenómeno es la facilidad en la que se pueden transportar las personas. Un ejemplo son los cruceros, que trasladan poblaciones del tamaño de una ciudad. Cada barco deja a miles de turistas en los puertos de localidades colapsadas. Las redes sociales de igual manera influyen en el deseo de viajar, ya que existe la necesidad de querer compartir la experiencia de haber realizado paseos por alrededor del mundo.

Debido a este creciente aumento de visitantes, algunas ciudades tomaron medidas para gestionar el turismo, como limitar la venta de boletos o aplicar tarifas a extranjeros. En Ámsterdam se impuso un límite de cruceros fluviales y se prohibió la construcción de nuevos hoteles. Los visitantes de igual manera deben mantenerse informados para evitar problemas de aglomeraciones y poder minimizar su impacto negativo en los lugares que frecuentan.

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