Ley de Etiquetados contra la obesidad infantil: ¿solución o parche?

En la actualidad, Chile es uno de los países con mayores índices de obesidad en el mundo, principalmente en los niños, en el que posee el segundo lugar de esta enfermedad en Latinoamérica con un 9.8%, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, a pesar de cumplir con la meta de disminuir la desnutrición infantil. Las autoridades de gobierno y los parlamentarios han tomado medidas para fomentar la vida saludable, en el que la nueva Ley de Etiquetados de Alimentos es la más reciente, al implementarse desde el lunes 27 de junio de este año.

Entre los aspectos que considera la nueva normativa, se encuentra la nueva rotulación que obliga a las empresas creadoras de alimentos envasados, que incluyan su especificación, en el caso de que sean altos en grasas, calorías, azúcares y sodio, de tal forma advertir a la población sobre los productos que son menos saludables.

Fotografía: Nicole Escobar
Fotografía: Nicole Escobar

Además, se debe eliminar todos los juguetes como ganchos comerciales de productos alimenticios dirigidos a niños, de este modo deberán modificar o, en su defecto, retirar sus productos del mercado. La iniciativa se enfoca principalmente en evitar que los niños no consuman estos alimentos que el gobierno ha considerado dañinos para la salud infantil, ya que eliminando el juguete del producto evita que se convierta en un incentivo para su consumo.

El kinesiólogo Claudio Cabezas señala que es una buena medida para evitar que los niños consuman de forma poco saludable, al preferir esos alimentos por el juguete que traen. “Un producto al traer juguete, incentiva a que los niños prefieran un chocolate o una cajita feliz por el juguete y no tanto por el producto en sí, lo que genera de cierta forma, dependencia a la adquisición de estas comidas, ya que en ocasiones éstos traen objetos coleccionables”.

 

Con respecto a los índices de obesidad infantil demostrados en el SIMCE de Educación Física que se han realizado en los establecimientos educacionales, Claudio, como kinesiólogo que ha realizado dichas pruebas, afirma que: “Luego de éstos exámenes que se han tomado, se ha determinado que un 1% de la población infantil posee obesidad, así como también se está convirtiendo en sedentaria, debido además a que los juegos que abundan en el tiempo libre de los niños actualmente, son en su mayoría digitales”.

Imagen Manuel Jara

Fotografía: Pablo Martínez.

La opinión de expertos respecto a la efectividad de la ley en la lucha contra la obesidad infantil es dividida. Mientras algunos como la doctora Nelly Baeza, salubrista y coordinadora del Programa de Salud Pública de la Universidad Central, señala que esta decisión es una apuesta a largo plazo y que será de alguna manera efectiva al tratarse de una nueva política pública en vez de una terapia individual; hay otros profesionales como el doctor de la Universidad de Santiago, Enrique Marinao, quien asegura que el etiquetado segmenta maliciosamente a los consumidores y que la ley no impulsará mejores hábitos alimenticios en la población, pues la gente de estrato socioeconómico alto es aquel que tiene mayor acceso a productos saludables.

Valentina Acuña, nutricionista de la Universidad de Concepción, concuerda más con la posición de Marinao, al señalar que a pesar del buen avance que significa el etiquetado de alimentos insalubres, la mejora en los hábitos para comer las cantidades debidas en horarios adecuados, depende también de la educación que los niños y adultos hayan recibido. «Existe la posibilidad de que los niños no entiendan las etiquetas o vean el logo solo como un adorno, por eso la educación es importante», indicó.

Hasta el momento, más de 3 mil productos cuentan con el nuevo rotulado, lo que representa un 70% del total de alimentos que se venden en el país, de acuerdo a la Asociación de Alimentos y Bebidas de Chile. Esta restricción también la debe cumplir cada kiosko escolar, que no puede vender ningún producto alto en calorías, azúcares, grasas y/o sodio, de acuerdo a lo que señala el artículo 120 bis del Reglamento Sanitario de Alimentos. Esto implica que no se podrán vender productos como sopaipillas, completos, empanadas, chocolates, pizzas o pasteles.

Centro de Tratamiento para la Obesidad en Concepción.  Fotografía: Pablo Martínez
Centro de Tratamiento para la Obesidad en Concepción.
Fotografía: Pablo Martínez

De acuerdo al médico cirujano del Centro de Tratamiento para la Obesidad en Concepción, Gabriel Astete, la obesidad es un problema que «siempre va a estar asociado a enfermedades cardiovásculares, diabetes o hipertensión, los que en muchos casos se generan desde los hábitos alimenticios en la infancia y que son las principales causas de muerte en Chile. Además, hay que considerar que este problema tiene múltiples factores, que también están relacionados con la salud mental y la educación». El profesional también asegura que «siempre es positivo que desde las instituciones públicas y privadas exista un mayor interés por frenar una situación cuya estadística es bastante desalentadora»

El doctor Astete recalca que hay dos momentos cruciales en que el ser humano puede subir de peso, uno es en la infancia, específicamente en el momento de ingresar a la enseñanza básica y el otro es en la enseñanza universitaria, en el que los jóvenes desordenan sus horarios de comida con la organización de sus tiempos de estudio, lo que termina resultando en una abrupta subida de peso.

En definitiva, la ley que recién fue promulgada está en el período de fiscalizaciones iniciales para que se cumpla la normativa. En Concepción ya existen 11 sumarios sanitarios por parte de la Seremi de Salud, tanto en supermercados como en kioskos educacionales. Las respuestas sobre la efectividad de esta ley se determinará en el largo plazo. Mientras tanto, la costumbre para los niños del país y la región del Biobío será ver productos etiquetados.

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