A más de un mes de la fecha de rendición de la PSU 2016, ya se ha instalado la incertidumbre por conocer qué carreras serán las más demandadas para el proceso de admisión 2017. La invariabilidad del mercado laboral, de las cifras de empleabilidad y el desconocimiento asoman como los principales factores que podrían hacer que este año se repita el mismo patrón de tendencias.

Desde el 2013 a la fecha, Ingeniería, Medicina, Enfermería y Derecho han sido invariablemente las profesiones que más postulaciones han recibido a nivel nacional. De hecho, dentro del ranking de los 20 planes educacionales más demandados para el 2016, éstas ocupan 18 de los puestos de la tabla, desplazando así a otras tendencias de años anteriores como Psicología, Periodismo o Contador Auditor.

Por lo mismo, se espera que para la Admisión 2017 la dinámica no cambie demasiado. A pesar de que ya se han inscrito 289.444 personas para rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU), 36 mil más que para el 2015, el mercado laboral y las cifras de empleabilidad por sector no han variado desde entonces, por lo que se espera la repetición del mismo patrón de postulaciones. En ese sentido, Obstetricia y Puericultura (98,8%), Enfermería (98,8%), Ingeniería Civil en Minas (98,2%) Geología (97,5%) y Ingeniería Civil Eléctrica (96,5%) fueron las carreras más requeridas para dicho proceso.

Al respecto, Paula Lobato, quien es psicóloga del Centro Integral de Rehabilitación Comunitaria (CIRE), comentó que a pesar de que los alumnos sí postulan a conciencia, éstos muchas veces no tienen la madurez ni los conocimientos necesarios para tomar esa clase de decisiones. La profesional expresó: «No te entregan información real, y si a eso le sumas que cuando sales del colegio todavía eres un niño que idealiza mucho, en los primeros dos años de universidad como estudiante recién comienzas a formar tu visión de cómo será realmente tu desempeño como profesional. Es por eso que hoy tenemos una alta tasa de deserción».

Adicionalmente, el sociólogo de la Unidad de Asistencia Técnica de Ciencias Sociales de la Universidad de Concepción, Marcelo Moraga, explicó que la concentración de las preferencias a la hora de ingresar a la educación superior tiene que ver con diversos factores, como la orientación académica que se le da a los estudiantes, la percepción de lo que significa el prestigio, y las tradiciones familiares.

«Lo que uno observa es que existe un desconocimiento de la utilidad que pueden generar ciertas carreras, y un sobreconocimiento sobre las carreras tradicionales. Cuando hay falta de información, la respuesta más inmediata es el prejuicio, por lo que se tacha a ciertas profesiones de no productivas, o se idealiza otras», aclaró el sociólogo.

Por otra parte, Moraga enfatizó en que la falta de información también afecta a los empresarios chilenos, los que no aprovechan todas las potencialidades de sus especialistas. Ello provoca que año tras año las tasas de empleabilidad permanezcan invariables, lo que influye directamente en las preferencias de los postulantes.