Vender ropa usada a través de redes sociales, compartir una habitación o un auto con algún extraño, era impensable hace algunos años. La llegada de la Economía colaborativa al país, ha logrado cambiar la mentalidad de las personas y promover la confianza entre los chilenos.

Un modelo de negocios que se desarrolla en las plataformas tecnológicas. Que busca desterrar el “comprar por comprar” de la cabeza de los chilenos, el acumular cosas que ya no usamos correctamente o simplemente limpiar el closet de algunos. Para esto, plantean la idea de reutilizar, colaborar y ahorrar. Todo lo anterior, teniendo como objetivo la sustentabilidad económica y medio ambiental.

La economía colaborativa es una tendencia que llega a Chile a manos de aplicaciones como Uber, Cabify, Yapo.cl y Cornershop. Éstas invitan a las personas a intercambiar bienes y servicios entre ellos, de manera que puedan sacarles el mayor provecho.

Se les suman muchas otras que, desde distintas partes del mundo, nacen con el fin de cubrir distintas necesidades básicas.  Desde el transporte, alimentación y vivienda, hasta el arriendo informal de piezas, préstamos económicos, financiamiento colectivo y cuidado de mascotas.

Oriunda de Concepción 

Un claro ejemplo de esta modalidad es Social Clean. Una nueva aplicación móvil que nace en agosto de este año en Concepción y que mediante la aplicación de la economía colaborativa busca cubrir una necesidad básica en el Gran Concepción.

El concepto surge desde las mentes de Felipe del Río, Leonardo Ortiz, Marco Arriagada y Erick Herrera. Cuatro Ingenieros y amigos que decidieron emprender un proyecto. Éste además de resolver la necesidad de lavar ropa de muchos penquistas de una forma fácil, rápida y asequible, permite introducir a la ciudadanía este nuevo modelo de negocios.

“Como empresa no vamos a descansar hasta que cada persona del mundo ame a otra. Social Clean no es solamente un trabajo de lavado, sino que además conecta personas”

Erick Herrera

¿Cómo funciona?

Para ser parte de la comunidad, los interesados deben crear un usuario tanto para contratar el servicio, como para convertirse en un cleaner o lavador. Estos últimos son los que al ser localizados en un rango de cinco cuadras de otro usuario, prestan los servicios de lavado, doblado y planchado de las prendas, adquiriendo de esta manera el 70% de las ganancias.

Social Clean posee una tarifa mínima de seis mil pesos, lo que equivale a una carga de cinco kilos. Para calcular lo anterior, se presenta una lista de posibles prendas a lavar entre las que se encuentran desde toallas, hasta calcetines, cada una de estas con su peso aproximado. De esta manera, según los gramos que se agreguen a la canasta se determinará el precio total de la carga.

Finalmente, luego de rellenar la información personal, el usuario puede seleccionar la hora de llegada del pedido, el que será retirado y devuelto a la puerta de su casa en menos de 48 horas.

Actualmente la aplicación se encuentra disponible en Play Store y puede ser descargada desde cualquier dispositivo Android. 

Descarga Social Clean aquí

Para más información click aquí

Público

Aunque la aplicación es apta para todo público, Felipe del Río se refirió al público en el que se enfoca el servicio que ofrecen y a cómo el cubrir esta necesidad en significa un cambio en sus vidas.

“Principalmente son tres los posibles clientes a los que nosotros apuntamos, los universitarios que estudian en una ciudad que no es su lugar de origen. Los profesionales jóvenes que recién inician sus actividades y que no poseen una lavadora o tiempo para realizar esta actividad. Y los extranjeros que al llegar a Chile no tiene un lugar donde lavar la ropa a un bajo costo”.

Social Clean es uno de los muchos proyectos que promueven la economía colaborativa y que buscan traer la sustentabilidad y la confianza que conlleva este modelo al Gran Concepción. Ideas que solo a través de las nuevas tecnologías, pueden lograr explotar al máximo su potencial.