Sin millones ni pantallas: El trap en Concepción

Si hay un género musical que ha dado de qué hablar durante los últimos dos años, definitivamente es el trap. Ha sido un estilo sumamente vapuleado, pero que sigue siendo un éxito comercial, para bien y para mal. Las dudas siempre han existido desde que surgió, ya sea por el uso del auto-tune, las letras violentas o la forma controvertida en que muchos de sus artistas se venden.

Existen casos de fenómenos mundiales que se han hecho notar por su música, tales como Drake o Post Malone. Otros ejemplos más notorios por la controversia como el joven Lil Pump, arrestado a principios de año por posesión de armas o Lil Xan, quien fue duramente cuestionado por decir que la música de Tupac era aburrida.

En Latinoamérica, la popularidad de este género se ha elevado con exponentes de Puerto Rico como Bad Bunny o Anuel AA, o de Argentina tales como Duki, quien hace un tiempo se presentó en los Premios Gardel junto a la orquesta, y Paulo Londra que coquetea en los estacionamientos con Becky G al ritmo de la música.

Nuestro país posee exponentes que están logrando cierta notoriedad. El caso más conocido es Drefquila, quien hace poco firmó un contrato con Warner Music, lo que podría elevar su popularidad actual mucho más allá de las redes, donde actualmente supera el millón de visitas por cada canción nueva que lanza. 

¿Qué pasa en Concepción?

Lejos de las grandes disqueras, los millones de visitas, los grillz en los dientes y las controversias por drogas y armas, en nuestra ciudad se ha intentado autogestar una industria musical propia a punta de esfuerzo, pero con algunas cifras rojas y mucha falta de difusión de por medio.

«Swaggin Live Show» 28.4.2018 – Fotografía por Matías Jara

“Es bastante complejo en todos los ámbitos. Es invertir dinero en esto y que no se retribuya. Es complicado también acercarse a los medios de comunicación con un género urbano, que tal vez no sea tan consolidado como otros estilos o instancias musicales como el REC por ejemplo ”, comenta Jorge Arroyo de 24 años, proveniente de Arauco, donde fundó «Sololisen», un sello discográfico independiente de trap que, además, ha dado una apertura importante a la generación de oportunidades. 

¿De qué forma realiza esto? Desde el mes de marzo comenzó a realizar el «Swaggin Trap Festival», instancia que ya lleva 3 ediciones reuniendo a cantantes de trap locales para presentarse en vivo en «La Mansión», junto con invitados de Santiago como Gianluca, Ceaese o Young Cister. Jorge afirma que «la idea de estos eventos es poder crear un espacio a mucha gente que hace música, apuntando a desarrollar el género y crear las condiciones para poder dedicarse a esto a tiempo completo».

Si bien las cifras han sido rojas en algunos casos, los balances en general son positivos: “Concepción es la capital regional y nunca se había realizado un evento netamente de trap. Faltaba algo creado por el mismo movimiento y está resultando. La gente ha ido a los eventos y está conociendo a sus exponentes locales, tanto cantantes como DJs”, expresa Jorge. 

¿Quiénes son los protagonistas?

Monkey D. Naiz en grabaciones de vídeo – Fotografía por Juan Pablo González

Uno de estos exponentes de la zona es Felipe Muñoz, también de 24 años, conocido en los escenarios como Monkey D Naiz. Estudiante de educación superior como muchos, con un empleo en una barbería, sueña con algún día poder vivir de su música y lanzar una canción junto a The Weeknd.

Mientras tanto, ha trabajado duro en impulsar su carrera en el trap, género que lo ha cobijado: “Este estilo es libre. Uno puede expresarse de la forma que quiera, ocupar los ritmos que uno prefiera y todo esto sin que te enjuicien”, reconoce. 

Por lo mismo, afirma que la música es una creación artística al momento de ser consultado sobre las temáticas que abordan ciertas letras de trap: «“Es como un alter ego, y él puede decir cualquier cosa porque, en el fondo, estoy creando una historia para el entretenimiento. A veces en mis temas hablo de cosas que yo no he vivido, pero es como si me sentase a escribir un libro”, señala. 

Hace algunos años creó “Aéreo Colectivo”, grupo que trabaja como sello discográfico independiente en la ciudad. Bajo este alero, lanzó a principios de julio el vídeo de «Los Códigos BB», canción que relata una historia de desamor. 

Otro artista del medio local Stephano Sherman de 21 años, conocido en las tarimas como Andrés Slater. Con un recorrido más amplio por el hip-hop junto al grupo Parley, ha tenido la oportunidad de apostar por diversos géneros, siempre asociado al rap: «Me gustan las variedades. El trap es más pop, tiene sonidos más agradables, menos toscos y rudos y le da una globalización a este estilo que antes no se tenía y aborda más público de otros rubros, que van descubriendo un género urbano que, en realidad, ya se estableció», afirma. 

Andrés Slater en el «Swaggin Live Show» 16.6.2018 – Fotografía por Matías Jara

Slater, quien se presentó en el más reciente festival «Swaggin» en Concepción, se muestra autocrítico a la hora de de hablar sobre el género en sí: «Estoy indagando por estilos más indies, más ochenteros, porque siento que el proceso de composición del trap es muy poco complejo, y algunas temáticas son banales. Gran parte es dejarte sentar en la música y todo lo demás fluye solo», expresa. 

Añade que «falta tomarse las cosas más en serio a muchos géneros urbanos. Decir ‘esto es lo que hacemos, a esto queremos aspirar’. En algunos casos los cantantes llegan tarde, y se debe mejorar eso», aunque reconoce que no ha sido el caso en los festivales «Swaggin»

Aún así, hay un buen grupo de gente vinculada a apostar por esto y de muchas formas, según menciona Jorge Arroyo: «Esto puede ser muy rentable si se potencia, ya que crea espacios para jóvenes oyentes, para artistas locales, gestores audiovisuales y culturales, fotógrafos, emprendedores textiles y otras clases de productores que se identifican con este nuevo género”, cierra.

Por lo mismo, están convencidos de seguir creando espacios para potenciar la industria musical, tanto para el trap, como para otros géneros urbanos. Tal vez un futuro fenómeno internacional sea proveniente de nuestra ciudad ¿Quién sabe?

 

 

Top