Mujeres e Ingeniería: un campo cada vez más equitativo

Hace 3 años, el premio Nobel Tim Hunt declaró que las científicas no podían compartir los laboratorios con sus compañeros hombres. Hoy, las mujeres están moviéndose para no volver a tener que tolerar estas manifestaciones de machismo.

Desde congresos científicos con enfoque de género, hasta libros ilustrados para niñas con los mayores aportes femeninos a la ciencia: el mundo se está preparando para recibir una ola de mujeres organizadas con bata o casco blanco que no aceptará un no como respuesta. Sus campos de batalla serán laboratorios, construcciones, minas o cualquier otra plataforma donde puedan aplicar los conocimientos que hasta hace algunos años estaban destinados en exclusiva a los varones.

Equidad en el lab

Hace no tantos años, las mujeres que lograban ingresar a Ingeniería en la Universidad de Concepción se enfrentaban a un problema irrisorio: la ausencia de baños para damas. La institución estaba tan poco acostumbrada a la incorporación de féminas que no contaban con un espacio sanitario para ellas. Sofía Valenzuela, doctora en Recursos Naturales e investigadora del Centro de Biotecnología de la UdeC, menciona que “debían usar el baño de las secretarias”.

La integrante de la Red de Investigadoras (que participó en el primer congreso científico con enfoque de género) reconoce que las diferencias fueron amplias, pero que actualmente el piso se está nivelando para las estudiantes en áreas científicas y matemáticas.

Para Valenzuela “lo primero es la familia. Es sacarse el estereotipo de que las niñitas tienen que jugar con muñecas y los niñitos con legos. No se puede dejar que sólo sea el colegio el que lleve la batuta”. En su caso, no tuvo esa barrera en casa, ya que su padre puso atención en reforzar el área matemática y científica sin importar el sexo de sus hijos.

Las experimentadas hablan

Pamela Zurita, organizadora evento Mujeres en Ingeniería.

Durante los primeros días de noviembre se llevó a cabo la 4ta sesión de Mujeres en Ingeniería, patrocinado por la Universidad de Concepción. El evento es organizado por IEEE WIE (Women in Engineering), una red de ingenieras y científicas dedicadas a promover sus carreras a niñas y adolescentes.

El evento se llevó a cabo en la Sala Teaching de la Facultad de Ingeniería donde se presentaron alrededor de 100 personas, entre ellos varios estudiantes de educación secundaria. Los asistentes se reunieron para escuchar cada una de las cinco experiencias de diferentes áreas de la carrera, expuestas por ingenieras.

Pamela Zurita es la organizadora de la actividad y relata que sus inicios se remontan al año 2016 como una iniciativa personal: “Se gestionó a través del Capítulo de Ingeniería Biomédica del IEEE luego de notar que la mayoría de las carreras poseen una proporción hombres-mujeres poco equitativa de alumnos”. Al comienzo se invitaba sólo a profesionales con algo de experiencia y tuvieron muy buena acogida con el alumnado. Así conocieron la WIE. Zurita añade que “desde entonces este tipo de actividades han estado a cargo de esta organización”.

Pero, ¿cuál fue el motivo que la llevó a emprender tal proyecto? Cuenta que fue la sorpresa de la desigualdad en números: “Contaba la cantidad de mujeres presentes en el pasillo. La proporción no llegaba a ser uno es a ocho. Luego, en clases de lenguaje de programación, me di cuenta que era la única mujer presente en la sala”. La idea del proyecto es inspirar a las mentes más jóvenes e incentivarlas a que no dejen los estudios. Ante esto, Zurita añade que “Muchas alumnas poseen grandes capacidades pero no creen que pueden alcanzar grandes logros dentro de la universidad porque no se creen capaces”.

A continuación, una galería con imágenes del evento

Sembrando el campo

A pesar de que la anterior es una gran iniciativa introductoria, no basta quedarse con eso para incentivar a las mujeres jóvenes a participar más de carreras científicas. Es por esto que no está de más poner atención en proyectos como  “Mujer e InGeniería: sembrando experiencia”, organizada por la Comunidad InGenio. Su directora, Evelyn Nahuelhual, explica que fueron 6 meses de trabajo donde 6 profesionales hicieron clases a alumnas desde 1ro a 3ero medio.

Evelyn Nahuelhual, directora general del programa Comunidad InGenio.

Las actividades se realizaron en Concepción, pero contaron con la participación de 73 estudiantes de 17 colegios tanto de nuestra ciudad como de Santiago. Las investigadoras encargadas fueron Marcela Munizaga, Claudia Rahmann, Doris Sáez (de la Universidad de Chile); y Andrea Rodríguez, Lorena Pradenas y Rosa Medina (de la Universidad de Concepción).

Parte del proyecto consistía en clases en sesiones y salidas a terreno. Además, una vez finalizados los viajes, las estudiantes presentaron su trabajo de meses a sus pares en sus propios colegios.

Durante la segunda semana de noviembre se realizó el evento que culminó con el programa. En la ceremonia participaron las académicas junto a sus alumnas donde las últimas presentaron videos explicando lo que habían aprendido. Nahuelhual señala que uno de los motivos que más los incentivaron a realizar este proyecto fue la falta de referentes femeninas para las niñas: “La ingeniería y tecnología son áreas llenas de hombres. La participación masculina es amplia y la de las mujeres ha sido históricamente baja. Puede ser por los estereotipos que parten desde chicos, los roles de las mujeres y uno de los factores más importantes tiene que ver con los referentes”.

Así se abrió un espacio más para expandir las oportunidades de las mujeres en el mundo de las ciencias, donde “se lograron cumplir los objetivos propuestos, demostrando que las jóvenes sienten la misma atracción hacia la ingeniería que tienen los hombres”.

Parece ser que por todos lados brotan más posibilidades y proyectos que reducen la brecha separadora para los y las entusiastas de bata blanca. Todo indica que es cosa de tiempo para no volver a escuchar comentarios machistas como los de cierto premio Nobel.

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