Educación para personas con discapacidad (Parte 2): La Educación Superior

La educación superior en Chile está bajo constantes cuestionamientos en distintos ámbitos, y la inclusión para personas en situación de discapacidad es uno de los puntos importantes que aún está en deuda, ya que según cifras del Senadis, sólo un 9% de la población adulta con discapacidad logra finalizar estudios superiores.

Para los miles de jóvenes que año a año ingresan a la educación superior, lo que significa adaptarse a un nuevo sistema educativo asociado a una serie de dinámicas muy diferentes de la educación media, puede ser en algunos casos abrumador. Para las personas en situación de discapacidad el escenario es aún más complejo.

Sin acceso no hay inclusión

En 2017 el diplomado “Inclusión de estudiantes con discapacidad en la educación superior chilena”, impartido por la Universidad de Concepción a través del programa interdisciplinario por la inclusión INCLUDEC, contó con un estudio titulado “Acceso de estudiantes con discapacidad en las Universidades Chilenas”. Este análisis arrojó que de 36 instituciones, sólo 16 contaban con sistemas especiales de admisión para personas con discapacidad.

Entre los resultados que entregó el estudio sobre acceso a las universidades para estudiantes con discapacidad, se pudo conocer que las casas de estudios utilizan diversos criterios para evaluar a quien ingresa. Uno de los aspectos que llama la atención, es que se presentan restricciones de admisión en ciertas carreras, dependiendo del tipo de discapacidad presentada por el postulante.

Otro dato alarmante que se desprende del estudio citado anteriormente, es que las universidades chilenas no disponen de registros sobre estudiantes en educación superior, en relación a índices de acceso, porcentaje de egreso o empleabilidad profesional en el mercado laboral.  Además,  y como se mencionó en la primera parte de este reportaje, la información del postulante en situación de discapacidad, que debería existir por sus anteriores ciclos escolares y formativos, no está disponible en ninguna base de datos accesible.

¿Qué dice el ministerio de educación? (otra vez)

En 2018 el Ministerio de Educación decidió implementar medidas para mejorar la inclusión de las personas en situación de discapacidad. Así, en julio de ese mismo año se realizó la primera jornada sobre acceso de estudiantes con discapacidad a educación superior, la que contó con la participación del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis) en la gestación de esta instancia.


Imagen: Servicio Nacional de la Discapacidad

 

En el encuentro sobre acceso a la educación superior para estudiantes con discapacidad, se dio a conocer de forma unificada la oferta actual de las universidades chilenas en cuanto a sistemas especiales de admisión. Según detalló Senadis en su sitio web, los procesos de admisión están bajo la regulación de una política de educación inclusiva, impulsada en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social y el Ministerio de Educación.

Otro de los anuncios del Ministerio de Educación junto con Senadis es el “Programa de Apoyo a Estudiantes con discapacidad en instituciones de Educación Superior”, que consiste en una asignación de ayuda económica (de hasta $2.900.000 en algunos casos) con el objetivo de contribuir a mejorar la inclusión de estos estudiantes en su entorno educativo, por ejemplo en la adquisición de material de apoyo educativo especial o en ayudas de desplazamiento.

Sin embargo todos estos anuncios por parte del Ministerio de Educación ¿son suficientes? Según cifras oficiales del Senadis, sólo un 9% de la población adulta con discapacidad logra terminar sus estudios superiores. Para realmente lograr el concepto de inclusión, es fundamental realizar una labor educativa en la sociedad de forma transversal. Informar a quienes son parte del sistema de educación chileno sobre cómo trabajar en pro de una cultura que integra de forma efectiva a las personas en situación de discapacidad en las instituciones de educación superior.

La brecha existe

Ana María Varela es profesora especialista en educación diferencial con más de dos décadas de experiencia y directora del Centro de Educación Diferencial F-526 de Concepción. Para ella, el concepto de inclusión es algo que debe ser trabajado en todos los niveles educacionales: “Tenemos alumnos de 12 a 26 años, donde sus cursos no se certifican. Recién con la aplicación del decreto 83 el sistema reconoce nuestros cursos sólo hasta sexto básico.  Entonces nosotros debemos preparar, fuera del programa, a los alumnos para que rindan pruebas de validación de sus cursos.  Por lo tanto el sistema sigue postergando a las personas con discapacidad y con necesidades educativas diferentes. En el caso de la educación superior, existe una brecha muy grande entre los estudiantes con discapacidad y sus compañeros sin discapacidad en cuanto al acceso a ésta, por todo lo que viene antes”.

 

Ana María Varela (a la Izquierda) acompañada de alumnas y colegas del Centro de Educación Diferencial F-526 de Concepción (Fotografía por: Elmundodemamá)

En la Universidad de Concepción existe un programa interdisciplinario por la inclusión, llamado INCLUDEC , que opera de forma activa desde hace cuatro años, y cuyo objetivo principal es “promover la inclusión de las personas en situación de discapacidad en todos los ámbitos de la vida estudiantil, buscando otorgarles igualdad de oportunidades y condiciones”. Lo anterior es realizado a través de diferentes iniciativas de extensión académica, artística, deportiva y comunitaria, donde por ejemplo se incluyen a las escuelas especiales, como el Centro de Educación Diferencial F-526.

En el caso del programa INCLUDEC, utilizando la educación, información y concientización de la comunidad universitaria y de la comunidad educativa de Concepción, aporta en pro de mejorar la inclusión de personas en situación de discapacidad. Este tipo de medidas, que es una tónica en las universidades chilenas, parecieran ser esfuerzos insuficientes o que no se condicen con la realidad. Por parte de la Universidad de Concepción, por ejemplo, esta solo cuenta con un sistema de admisión especial para personas con discapacidad visual ¿Y para el resto?

El concepto de inclusión pareciera ser un mantra repetido por la sociedad, pero que aún no se internaliza por completo. Mientras no exista conciencia de que las personas con discapacidad deben ser tratadas como sujetos de derecho, no sólo en el ámbito educativo, sino que en todas las dimensiones de su vida, este sistema continuará abordando su inclusión con medias tintas, apoyados con el estandarte de shows para caridad celebrados los primeros días de diciembre.

A continuación se presenta una infografía con datos obtenidos del Segundo Estudio Nacional de la Discapacidad, elaborado en 2015 por el Senadis, y que da cuenta de la realidad que enfrentan las personas con discapacidad en Chile, y que permite formarse un panorama sobre cómo el acceso a la educación podría mejorar enormemente su calidad de vida.

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