Nuevos tiempos, nuevos desafíos y nuevas entrelíneas

Cuando llega la crisis, no queda más que adaptarnos y trabajar más unidos que nunca.

Aplicación de videoconferencias (Foto: Zoom)

Frente a los desafíos tenemos dos opciones básicas: reinventarnos para salir victoriosos o replegarnos esperando que todo acabe pronto.

Esto es algo de lo que hemos podido apreciar durante estos seis meses desde que se registró el primer caso de coronavirus en Chile. Un “enemigo poderoso, cruel, implacable y que no respeta a nadie”, como lo describió el presidente Sebastián Piñera durante su discurso en la Cuenta Pública 2020, que le ha costado al país más de 12.000 vidas de los más de 400.000 contagios totales registrados en este periodo.

Enfrentamos un desafío aún más grande si consideramos que somos uno de los tres países en el mundo donde más puestos de trabajo se han perdido, alcanzando un 20,9% en esta materia según un estudio elaborado por la Cámara de Comercio de Santiago que abarca los meses de marzo a julio del 2020.

Sin embargo, existe un gran impulso por adaptarse y sobrevivir a esta nueva realidad. No es coincidencia la proliferación de tiendas y comercios en plataformas digitales como las redes sociales, que pueden ir desde la venta de pequeños productos a trabajos más elaborados. Lo mismo ocurre con aquellos afectados por la obligación de distanciamiento físico, debiendo adecuarse a la nueva realidad modificando sus productos o el sistema de ventas, contando ahora con productos variados y con posibilidad de despacho a domicilio o retiro en local para llevar.

Sin embargo, esta realidad también ha puesto nuevamente en tela de juicio todas las demandas que desataron la revuelta de octubre de 2019. Y es que la situación laboral sigue siendo un problema, se han cuestionado las condiciones de higiene en los lugares de trabajo e incluso, la razón de apertura de tiendas y centros comerciales cuando nunca han sido de primera necesidad.

Desde otra arista, el llevar la vida completa al mundo digital no ha hecho más que acrecentar una brecha de conectividad, en términos socio económicos y lo que respecta al conocimiento del uso de las tecnologías.

Estos son solo ejemplos de un Chile completamente distinto a lo que fue antes de la pandemia. La nueva realidad nos obliga a adaptarnos porque, al final de cuentas, todas y todos queremos ser vencedores.

Top