La eterna discusión sobre la contaminación en el país sigue teniendo como cuestionamiento central la culpa. ¿Quién es responsable de dañar el medio ambiente en Chile? Algunos concluyen que son las industrias las cuales deben tomar mayores acciones dado que son un factor de contaminación predominante, mientras otros entienden que se debe actuar desde casa, realizando pequeñas acciones que beneficien al planeta.

La contaminación del agua, la deforestación y otros sucesos causados por el manejo deficiente y desinteresado de los recursos naturales a manos de los empresarios, no solo ha propiciado un deterioro preocupante del ecosistema mundial, sino que las políticas capitalistas que permiten la destrucción de recursos en pro de la economía han afectado gravemente el panorama medioambiental de Chile.

La escasez de políticas públicas que beneficien y resguarden los recursos naturales que posee el país, ha mantenido alerta a los ambientalistas, no sólo porque Chile fue el primer país a nivel mundial en agotar sus recursos naturales este 2020, sino porque según grupos ecologistas, solo quedan 7 años para lograr un cambio que revierta de forma significativa el daño medioambiental a nivel global.

Es hora de hacer el cambio

La confección de eco ladrillos, el reciclaje de papeles y el uso de productos reutilizables son solo algunas de las opciones para comenzar a ser más eco-friendly. Bien lo saben Esteban Escobar y Álvaro Pinochet, socios y fundadores de Ketrawe Reciclaje, un emprendimiento que se enfoca en el reciclaje de residuos orgánicos. Esta iniciativa nace a partir de la idea de que no todos los desechos que producimos son basura, por lo que es importante identificar los residuos que dejamos atrás durante nuestra vida y poder sacar provecho de estos.

Así lo explica Esteban, que junto a Álvaro se centran en el servicio de reciclaje orgánico y el vermicompostaje. Aseguran, además, que durante la cuarentena más personas han decidido comenzar a contratar este tipo de servicios. “La gente empezó a darse cuenta de la cantidad de basura que estaban generando en la casa. Antes llegabas tarde del trabajo o colegio y no te dabas cuenta. Entonces, claro… la pandemia dio el pase para que tomaran conciencia y eso se ha notado, porque hemos tenido un aumento del servicio durante la cuarentena”, comenta Esteban frente a la creciente preocupación de las personas por el cuidado del planeta.

También añade que es importante informarse y atreverse, leer sobre el daño que producen los residuos y comenzar de a poquito. “La gente piensa que una cáscara de plátano no va a contaminar tanto, pero no es así. Entonces hay que empezar a educarnos y avanzar, ir a un punto limpio o hacer un eco ladrillo ya es una ayuda”, afirma. Gracias a Ketrawe, Esteban y Álvaro logran reciclar alrededor de 22 toneladas de residuos al año, de las cuales fabrican entre un 25 y 30% de abono.

Las pequeñas acciones son vitales para detener el cambio climático y el reciclaje domiciliario es una excelente iniciativa que funciona como punto de partida para quienes se animan a ser más ecológicos. Carolaine y Constanza Sabaletta, dueñas del emprendimiento Recicla En Casa dedicado al reciclaje domiciliario de diferentes materiales, comentan que a su parecer no es una tarea fácil y hay que tener mucha motivación. “Sabemos que falta información sobre las cosas que se pueden reciclar o cómo realizar este proceso, así que además de retirar los residuos de los hogares, entregamos material de apoyo con el fin de ir educando en el camino”, explica y añade que muchos de sus clientes han decidido comenzar a reciclar pensando en las generaciones futuras.

Educar desde la empatía

Crear conciencia desde la primera infancia respecto al cuidado del medio ambiente es primordial para formar a las nuevas generaciones fuera del egoísmo que tanto daño le ha causado al planeta. Si bien la cultura ecológica no se ha terminado de asentar en el país, existen iniciativas que educan a la población sobre este tema en cada región. Un ejemplo de esto es el Colegio Ecológico San Felipe, ubicado en Valdivia, en el cual desde Kínder hasta 8vo básico les enseñan a reciclar, reutilizar y reducir residuos de una forma dinámica y entretenida.

Viviana Mancilla, ex educadora de párvulos del establecimiento, explica que el colegio contaba con un invernadero y composteras que ayudaban a que el aprendizaje fuera más significativo para los estudiantes. “Las manipuladoras de alimentos del colegio nos facilitaban los residuos orgánicos y con eso comenzamos a hacer compost. Los alumnos iban aprendiendo qué podían echar y qué no en la compostera. Trabajamos también con los apoderados y así formaban parte del aprendizaje”, comenta Viviana y afirma que, gracias al sello ecológico de la escuela, todos los cursos podían participar de diferentes actividades, como el cuidado de plantas y la organización de brigadas eco-amigables.

En un país que ha luchado constantemente por entregar justicia y dignidad a sus habitantes en el último tiempo, es valioso y revolucionario comprender que no solo es importante entregar bienestar a los habitantes, sino también al lugar en el que habitamos.  La erradicación del cambio climático es un compromiso a largo plazo que debemos aceptar. Y que, de hacerlo, no sólo nos salvaremos a nosotros mismos, sino que estaremos otorgando la oportunidad de vivir a millones de otros seres vivos.