Locatarios de Plaza Perú viven altibajos en medio de la pandemia

Ocho meses han pasado desde que los restoranes de Concepción abrieron sus puertas por última vez. Hoy, los dueños de los locales ubicados en la tradicional plaza penquista viven días de incertidumbre y buscan alternativas para una eventual apertura.

“Ellos se han convertido -con el pasar de los años- casi en un destino turístico per se. Este barrio es de verdad un punto obligatorio que visitar en la ciudad. Es muy apreciado y destacado”.

Así describe el seremi de Economía, Mauricio Gutiérrez, a la tradicional Plaza Perú de Concepción. Un espacio que desde su construcción en 1942 -en el Barrio Universitario- se convirtió en un punto de encuentro para inmigrantes y sus familias.

Ya en la década de los 90 y con el deterioro del sector, comenzaron a instalarse pubs y restoranes que dieron un nuevo aire al lugar. Sin embargo, las cosas no han sido fáciles para este sector gastronómico durante el último tiempo.

Todo esto, por el obligado cierre -por la crisis sanitaria y las cuarentenas- de los casi 20 locales que alberga el sector. Manuel Acuña, dueño del Bar Callejón, comentó: “Hemos estado muy afectados porque han sido muchos meses y probablemente acá va a ser uno de los lugares en que sea más larga la necesidad de detener nuestra atención al público”.

Ante eso, han debido buscar alternativas dentro del área para poder compensar las pérdidas, que, como dice el locatario: “Han sido considerables, pero debemos continuar para mantener la marca activa y cumplir, al menos, con los gastos mínimos”.

Nuevas medidas

Si bien existía la esperanza de avanzar a fase 3, este jueves las autoridades sanitarias anunciaron que Concepción y la zona continuaba en su fase previa, en la que restoranes y cafés no pueden abrir sus puertas al público.

El panorama es incierto, y ya se ha extendido por ocho meses. Es en este periodo que surgió la Asociación Gremial Barrio Gastronómico Plaza Perú, que reúne a 18 locales del sector, con la finalidad de compartir iniciativas para reactivar la economía del lugar.

Acuña, quien además es el presidente del gremio, aseguró que: “Estamos viendo con la municipalidad la posibilidad de una medida transitoria por la pandemia, como puede ser mayor utilización de bienes públicos, aumentar la capacidad que tenemos de atender gente en las terrazas y en la vía pública, además de un cierre de calles los fines de semana”.

Según señala Gutiérrez, se está trabajando en conjunto para buscar alternativas. “Se adjudicaron, a través de Sercotec, un fondo de fortalecimiento gremial que les va a permitir implementar algunas medidas de apoyo para sus asociados. Esperamos evolucionar prontamente -si las cifras así lo ameritan- a una fase 3 que les va a permitir a ellos funcionar en terrazas y con un 25% de su aforo. Todo para recuperar, poco a poco, los ingresos que se han visto muy mermados producto de las restricciones de la pandemia”, agregó.

Locales del sector cerrados por la pandemia. Fotografía: Pablo Ortiz

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Por ahora, los locatarios están recibiendo ayuda a través de los créditos Fogape, desde instituciones bancarias, pero con condiciones especiales debido a la contingencia. También han sido apoyados por créditos municipales, los que han permitido preparar sus locales para un avance de fase, a través de arreglos en los espacios físicos.

Según Acuña, los locales continúan vendiendo, a través del sistema de delivery o retiro al paso. “Estamos súper expectantes de avanzar a la fase 3. Hay que tomárselo con calma, porque sabemos que depende de argumentos de las autoridades sanitarias”, señaló.

Etapa de transición

Sin embargo, el gremio, junto a la Cámara de Comercio de Concepción y el seremi de Salud, están solicitando a las autoridades permiso para poder atender público en lugares abiertos, como terrazas, aun estando en fase 2. Esto, teniendo en cuenta que las medidas han sido tomadas de forma centralizada, sin considerar las particularidades de cada región del país. Tal como menciona la presidenta de la Cámara de Comercio, Sara Cepeda: “Tenemos diferente clima, distinto comportamiento, entre otros factores. Los meses de calor son solo de diciembre a marzo, es muy poco, por lo que si no abren ahora no van a poder recuperarse”.

“Estamos pidiendo al gobierno que piense en este rubro, que se reactive. Si no se logra recuperar pronto, tendrán que comenzar a despedir gente” añadió. Y es que, por ahora, la mayoría de los locales están sujetos a seguros de cesantía. Pero una vez que se acabe, los locatarios tendrán solo dos opciones: reintegrar a sus trabajadores o finiquitarlos si las circunstancias no permiten abrir. Alternativa poco conveniente cuando son empleados de años en el puesto.

Solo queda esperar respuesta del Estado.

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