El pacto de silencio de la televisión chilena EntrelíneasPor Alejandra Herrera Mora - 26 marzo, 2021 Chile nunca deja de sorprendernos: los mil efectivos de Carabineros que cada viernes cuidaba la estatua de un veterano general -de dudoso pasado-, la apertura de cultos en momentos críticos de la pandemia y el renombrado regreso presencial a clases, que fue expuesto en las pantallas hasta el rotundo fracaso, que también sacó al desaparecido ministro de Educación de las pantallas de televisión. Pero mucho más impactante y notablemente menos transmitidas son las jugadas del actual presidente, Sebastián Piñera. Las críticas hacia los medios de comunicación en los últimos años no se han hecho esperar. Las cifras son claras al respecto: el estudio de Reuters Institute señala que cerca del 70% de la población chilena no confía en lo que lee, escucha o ve de los medios. ¿La razón? Las personas vinculan estos conglomerados con la élite, el poder y la difusión de noticias falsas. Pese a ello, los canales de televisión no han tomado cartas en el asunto. La periodista, Alejandra Matus, reveló hace unas semanas los intereses económicos de Sebastián Piñera en la situación que enfrenta la empresa Enjoy S.A. Sin embargo, la connotación y el alcance que tuvo el caso en redes sociales parece no ser suficiente para medios como TVN, Canal 13 y Mega. Se dice que en los malos tiempos se conocen a los verdaderos amigos. Y al parecer, algunos nexos del mandatario en los canales actuaron acorde a la ocasión. Tal es el caso de la directora de TVN, Ana Holigue Barros, quien fue designada en 2019 por el mismo presidente tras la renuncia de Bruno Baranda. La economista también es cercana al oficialismo y forma parte de los directorios de ENAP y Parque Arauco. En 2015, los cuatro principales operadores de cada sector de medios en Chile concentran más del 90% del mercado, mientras que en Latinoamérica el promedio es el 80%. Fotografía de El Desconcierto. Por otro lado, no es novedad que Andrónico Luksic es dueño de Canal 13 a través de su holding de medios. El empresario acompañó a Sebastián Piñera en su gira presidencial por China y Corea del Sur en 2019 al ser parte de la comitiva y, al igual que el mandatario, utilizó la creación de empresas zombis para evadir impuestos entre 1990 y 2004. En relación a Mega, la sociedad de cartera Bethia es accionista mayoritaria y controladora del canal. El holding corresponde a la matriz de inversiones de Liliana Solari, una de las propietarias de Falabella. Su tío, Reinaldo Solari Magnasco -emblemático expresidente del gigante del retail-, fue un importante donante de la candidatura presidencial de Sebastián Piñera en 2017. El aporte de Solari Magnasco y sus hijos alcanzó los 48 millones de pesos. Es lamentable que la búsqueda de la verdad e interpelar al poder sea relegado en la actualidad a intereses dentro de la burbuja empresarial chilena. La mera enumeración de algunos hechos que vinculan al actual presidente de la República con personajes estratégicos de las empresas comunicacionales pareciera ser suficiente para terminar de desacreditar a los medios televisivos. Todo lo anterior confirma lo que veteranos como Ryszard Kapuscinski dijeron alguna vez: “Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante”.