Gobierno autorizó a emprendedores a vender desde sus casas

Desde los altos mandos se retractaron sutilmente acerca de la comercialización de productos esenciales y no esenciales. Esto, luego de que los dueños de pequeñas y medianas empresas se manifestaran contrarios a la medida que les imposibilitaba vender algunos productos que no eran considerados de primera necesidad.

Cuando en junio del año pasado se pensó en crear una lista que catalogara los supuestos elementos esenciales para los chilenos el proyecto no prosperó. No obstante, el Gobierno volvió a poner el tema sobre la mesa y, esta vez, de manera determinante. El detalle de artículos era un hecho y el vender algunas cosas tan básicas como ropa o un perfume se convertiría en algo indebido por 15 días.

Rápidamente esta nueva normativa causó alto revuelo en el mundo de las pymes, quienes veían como nuevamente su situación se complejizaba. Ese fue el caso de Maccarena Mardones, una joven arcillera que se desempeña en manufactura y artesanía: sus confecciones no se encontraban dentro de los bienes fundamentales por lo que estaba imposibilitada de mercantilizar sus productos.

Con la determinación oficializada por el Gobierno, desde las empresas de reparto también se pronunciaron a la brevedad, siendo enfáticos en que solo trasportarían artículos de primera necesidad. En el caso de Starken, la compañía compartió un comunicado señalando: “Nuestros servicios de envíos se restringirán exclusivamente a bienes esenciales de uso doméstico (…). Los bienes no esenciales que se envíen deben cumplir con la condición de haber sido comercializados antes del 5 de abril de 2021”.

Microempresarios se vieron en la obligación de postergar sus envíos por la inicial medida. Fuente: Freepik.

Con estas restricciones muchos emprendedores quedarían sin empleo, dado que los envíos son una parte fundamental de sus labores. “A mí de forma personal me afecta mucho por el transporte de los insumos y, sobre todo, por la distribución de mi trabajo”, comentó Maccarena. Misma realidad es la que expuso Diego Madrid, estudiante y trabajador que hace dos meses inauguró su emprendimiento en el rubro automotriz, pequeña empresa que también se vio golpeada por la emergente medida. “Desde el comienzo de la cuarentena el 80% de nuestras ventas son online, por lo que estamos perdiendo muchas de ellas”, indicó Madrid.

Hay otros casos en que el panorama se tornó complejo desde mucho antes, tal es la historia de Daniela Parra, dueña de una tiendade lencería, quien desde el agravamiento de la pandemia se vio aún más limitada en sus actividades. “Cuando decretaron cuarentena no podía ir a buscar los productos, ya que estaba todo cerrado y mi único acceso a tenerlos era mediante los envíos. Ahora que tampoco se pueden mandar cosas no esenciales me veo imposibilitada a seguir trabajando”, comentó la joven.

Tanto para Diego como para Daniela su pyme es un complemento financiero, distinta situación a la de Maccarena, quien ve en su emprendimiento un sustento permanente. “Hay muchas personas como yo que vivimos de esto y que no entramos en ninguna categoría para las ayudas que otorga el Gobierno. Estoy en una situación súper vulnerable”, sostuvo Mardones.

Revocando la medida

Dos días tuvieron que pasar para que el Estado diera marcha atrás a la disposición planteada, eso sí, de una manera bastante inusual. Fue en la madrugada de este miércoles cuando se publicó el “Instructivo para permisos de desplazamiento”, documento actualizado según las nuevas modalidades y que incluye un apartado donde se esclarecen los productos que están autorizados para la venta. No obstante, dentro del mismo escrito se señala la siguiente determinación: “Los emprendedores cuya labor se realice en su propio hogar, podrán despachar sus productos, utilizando los servicios de las empresas de correos”.

El anterior anuncio dejó con varias dudas a los microempresarios, quienes aún no saben si realmente podrán operar o seguirán limitados. Maccarena es una de ellas y aclaró sentirse sorprendida con la reciente modificación pero también algo confundida, añadiendo que se enteró “por amigos y por la redes sociales”. En la misma línea, la artesana expresó que la contradicción es “una letra chica” que sigue siendo poco clara y “una forma de disculparse por parte del Gobierno”.

La incertidumbre y los problemas han sido una tónica para los emprendedores desde la llegada de la pandemia. Fuente: Pexels.

Mardones, junto con sus compañeros de rubro, tomaron la determinación de mantenerse inactivos por las dos semanas iniciales que dure esta restricción, afirmando que la postura es para “asegurar que no nos saquen multas por distribuir nuestros productos”. Situación inversa es la de Diego, quien aseguró permanecer operativo incluso ante la inseguridad. De todas maneras, subrayó que “el Gobierno sigue haciendo las cosas mal. Crean las medidas sin pensar y después se dan cuenta de las consecuencias”, concluyó Madrid.

Maccarena, Diego y Daniela, son parte de los miles de microempresarios que están viviendo el día a día, con más dudas que respuestas y atentos ante cualquier cambio que puedan determinar los altos mandos del país.

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