El “freestyle rap” y su adaptación en tiempos pandémicos

Disciplinas artísticas como el freestyle rap se han reinventado para continuar con su actividad a pesar de las restricciones por el COVID-19.

El enfrentamiento a través de la rima

El freestyle rap consta de enfrentamientos verbales entre rimadores que improvisan sus letras en el momento. La confrontación entre dos freestylers se retroalimenta de la energía del ambiente y logra explotar la creatividad de los participantes en batallas que sorprenden a millones de personas que siguen esta disciplina a lo largo de Latinoamérica y España. La llegada de la pandemia del COVID-19 trajo una pausa de unos meses en el circuito profesional y amateur para adaptarse a un formato televisivo sin público (en el circuito profesional) y un formato virtual para las competencias amateur o de ascenso al profesionalismo.

                Desde hace algunos años, el arte de las rimas improvisadas cuenta con una liga profesional, la Freestyle Master Series (FMS), que desde 2019 se desarrolla en Chile. La competencia, que también se realiza en España, Argentina, Perú y México, reúne a los diez mejores competidores en un formato de liga, similar al fútbol, donde todos se terminan enfrentando a través de una temporada compuesta de nueve jornadas.

El circuito en pandemia

                Debido a la pandemia, la FMS Chile vivió su primera jornada recién en agosto de 2020. Los meses de receso en el circuito profesional significaron replantearse la manera de realizar batallas de freestyle. Finalmente, se llegó a la conclusión de optar por un formato televisivo en el que no se cuenta con público presente. Diego Piña, organizador y juez de batallas en Concepción, afirma que “el público entrega una energía muy necesaria para los competidores y es esencial, pero la falta de éste también ha hecho que los freestylers adoptan mayor profesionalismo a la hora de abordar sus encuentros”.

Erreka y Anubis, dos competidores destacados en 2020/2021. Fotografía cortesía de Batallas Under.

                Además de la liga profesional, muchos de los torneos regionales y nacionales se llevaron a cabo de manera online, a través de servidores de Discord, plataforma que permite realizar reuniones de muchas personas en simultaneo. Sebastián Sánchez es un competidor penquista que ha experimentado los formatos presenciales y virtuales de una batalla de improvisación, para él “los torneos por Discord no son los mejores, pero es mejor que no competir. Además, da valor a gente nueva que puede arriesgarse a participar y siente temor por el público”.

                Benjamín Cisternas, freestyler de Lota, opina que “las batallas online permiten que te encuentres con muchas más personas y formatos, quizás no es la manera en que uno quisiera, pero es la manera que necesitamos por ahora”. El rendimiento de los rimadores también cambia con esta modalidad, ya que a distancia no se puede realizar una puesta en escena completa ni existe la tensión que entrega un escenario. Con respecto a esto, Diego Piña dice que “a la hora de ser juez en estas batallas todo se centra en la calidad de las rimas, ya que aspectos como la energía o la actitud no se pueden apreciar. Se puede entregar un mensaje, pero la manera de entregarlo no está y cambian los criterios para definir un ganador”.

Un estancamiento en la industria del freestyle

                Como todos los sectores asociados a la cultura, la pandemia afectó a la comercialización de la disciplina. La ausencia del público conlleva perder los ingresos por venta de entradas y las organizaciones se escudan de patrocinios para sobrevivir. Stephano Sherman es representante de competidores profesionales como Acertijo (actual campeón nacional de Red Bull Batalla) o Esezeta. Para Stephano, la pandemia provocó un estancamiento a nivel de industria. “El freestyle iba en un crecimiento enorme y al llegar el COVID-19 todo el mundo estaba preocupado de otras cosas, de intentar mantener sus trabajos y generar una solución”. Además, el manager señala que “el público no se ha incrementado durante la cuarentena, pero estamos en proceso de adaptar esto para llegar a nuevas plataformas y retomar el crecimiento”.

Acertijo se consagró campeón de Chile y participó en la internacional de República Dominicana en 2020. Fotografía por Jürgen Westermeyer.

                Otro posible problema recae en la preparación de los competidores del ascenso, ya que en su mayoría deben competir de manera virtual. Diego Piña advierte que “creo que los torneos por Discord no son la mejor preparación para el profesionalismo y hay muchas cosas que cambian al estar en un escenario. Además, siento que la implementación de batallas sin público debe quedarse y en el futuro pueden hacerse competencias con o sin público, apuntando a dos cosas diferentes”. Este tipo de aspectos son algunas de las preocupaciones de una industria que está en constante adaptación a las reglas que impone una pandemia.

                Stephano sostiene que “el apoyo de empresas y marcas sería fundamental para retomar un nivel de masividad y expansión. Se podrían generar más empleos para psicólogos, fonoaudiólogos, especialistas en teatro o canto”. Las predicciones del representante apuntan a una autocrítica necesaria para el crecimiento de un sector que mueve masas. El freestyle rap es una disciplina que tiene mucho por explotar y hay talentos esperando una oportunidad de profesionalizarse en la actividad que desarrollan a diario.

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