En chile se estima que cerca 343 mil animales -entre perros y gatos- deambulan en la calle en situación de abandono. Cifra que ha ido en aumento comprometiendo la situación sanitaria de los habitantes y las propias mascotas. No obstante, hasta el día de hoy no se han elaborado estrategias eficaces para disminuir este número.

La tenencia responsable de mascotas es un tema que se viene tocando hace años producto de la natalidad descontrolada de animales domésticos. Ahora bien, respecto a estos últimos, los que más destacan son los famosos “perros callejeros” que con el paso del tiempo se han transformado en una parte infaltable del paisaje, sin embargo, el peligro que corren en las calles es interminable.

Desde accidentes que pueden provocar fracturas y daños en los órganos internos, a infecciones cutáneas y bacterianas son algunos de los riesgos que corren en el abandono, sin mencionar, la deficiente alimentación y el estado de alerta que los mantiene en constante estrés.

La indispensable labor de agrupaciones animalistas 

Los principales agentes que buscan mejorar la condición de abandono son las ONG animalistas, que a través de albergues pueden alojar temporalmente a quienes requieran de un cuidado especial o hasta que encuentren la adopción definitiva. Pero, los gastos que se corren en un veterinario suelen estar fuera del alcance de los integrantes.

Daniela Sepúlveda, voluntaria hace 4 años en una organización animalista, nos cuenta la difícil labor que junto a sus colegas concretan a diario “comencé por pena, es demasiado el abandono, hay mucha inconciencia, mucha crueldad, e irresponsabilidad de la gente que no esteriliza y luego abandona”. En el albergue de la protectora viven alrededor de 80 perros, sin embargo,  nos señala que siempre están a tope.

“Es mucha la demanda y no alcanzamos a llevar a todos los perritos, tenemos poca ayuda de las personas en general, ya que necesitamos hogares temporales y recursos, somos una organización independiente y no tenemos dónde dejar a todos”.

Daniela nos comenta que aloja a 12 recogidos en su casa, medida a la que deben recurrir constantemente y es la única forma de sacar adelante la recuperación de los animales porque el albergue no da abasto. Si bien la protectora de Daniela está ubicada en Los Ángeles, esta situación se repite en otras ciudades y con cifras más alarmantes, como es el caso de Coronel y Valparaíso. 

¿Y la solución?…

Cabe destacar que se compromete la seguridad sanitaria de la comuna por la zoonosis, pues los perros desarrollan enfermedades que pueden ser transmitidas a los humanos con facilidad, para esto, Catalina Cifuentes, Veterinaria de Concepción nos sugiere que “hacer esterilizaciones y castraciones masivas es fundamental, haciendo eso habrá menos perros callejeros, además de un mejor acceso a vacunas para las mascotas, evitando el desarrollo de afecciones”.

Pero para poder llevar acabo esto, se debe contar con un fondo que no está en los recursos destinados a la municipalidad, pues no existe un dinero especial para la disminución de índices de abandono de mascotas. Es decir, es neta  gestión de la municipalidad correspondiente dirigir recursos a esta temática.

Alejandro Cano, actual concejal y veterinario de Los Ángeles, nos explica que además del canil municipal, que funciona como lugar de paso, no existen departamentos que se hagan cargo de esta situación en ningún municipio, no obstante, hay otras metodologías que se pueden usar.

“Además de la esterilización y vacunación, se debe tener un plan de entrega a través de adopciones y, sobre todo, hacer catastros en las ciudades, pero para eso hay que trabajar más fuerte con las agrupaciones”.

La medida actual para evitar el abandono es sacar partes al cometerlo, pero no hay entes fiscalizadores que garanticen que no ocurra, porque estos suelen ser en espacios inhabitados.

Marcela, presidenta de la organización animalista “Huellas” de Hualqui comenta que esto es un problema estructural cuya solución es otra, “hay que cambiar la mentalidad de las personas desde la educación, enseñando inteligencia emocional y empatía hacia las demás personas y animales.”

Como conclusión, debemos fortalecer los nexos entre las instituciones gubernamentales y las agrupaciones animalistas, para poder construir una organización integral y constituida que permita elaborar estrategias eficaces, identificando a los animales como seres sintientes y valiosos, para mantener al mejor amigo del hombre en una vida digna y feliz.