Históricas: las chilenas se abren paso en el mundo del fútbol

Pareciera que el fútbol femenino apareció en Chile después de la histórica participación de la selección femenina en el Mundial de Francia 2019. Sin embargo, el balompié jugado por mujeres irrumpió mucho antes en nuestro país, pero la poca visibilidad y escaso apoyo hizo que la idea del fútbol femenil se esfumara.

Cambio en 180 grados

El camino se comenzó a cimentar concretamente el año 2016, cuando se conformó la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (ANJUFF). Tal como relata una de sus fundadoras, Iona Rothfeld, en conversación con Contragolpe: “Nos reunimos con el directorio de la ANFP y les planteamos nuestra radiografía sobre el fútbol femenino (…) Nos creyeron, y ahí logramos reactivar la selección”.

Desde ese momento se empezó a trabajar en todas aquellas falencias que existían en el fútbol femenino. La falta de seguros médicos, recintos deportivos, indumentarias, financiamiento y, sobre todo, reconocimiento y cobertura.

Como consigna el medio Cooler, el mismo ex jefe de prensa de la Selección Chilena, Antonio Loma-Osorio, aseveró que “los medios tradicionales todavía toman distancia del fútbol practicado por mujeres, les cuesta entender que se trata de equipos de fútbol, porque cuando se habla de masculino hacen unos análisis científicos del partido”.

Hitos que marcaron el fútbol femenino en Chile

Con la creación de la ANJUFF y las bases del fútbol femenino ya establecidas, se pensó en coronar este nuevo comienzo con algún hito importante y la oportunidad era única: La Copa América 2018.

Como relató Rothfeld en la entrevista con Contragolpe: “Ser anfitriones de la Copa América era clave para reconstruir las bases del fútbol femenino. Esto traería un flujo de recursos y de apoyo que queríamos consagrar”.

Finalmente, Chile se adjudicó la plaza de organizador y en ese mismo torneo se dio el puntapié de lo que hoy es la Selección Chilena de fútbol femenino. En ese entonces, logró un segundo lugar en la competición y su primera clasificación a un mundial en la categoría de selección absoluta.

El año 2019 y antes de que la Selección Chilena emprendiera rumbo a Europa, el club Santiago Morning hacía noticia por un hecho histórico, la primera firma de contratos profesionales en el fútbol femenino. Las jugadoras Daniela Pardo, Marcela Pérez, María Francisca Mardones y Nicol Fajre se convertían en las primeras futbolistas completamente profesionalizadas del país.

De talla mundial

Cuando se inició el camino a Francia, Chile sabía los grandes desafíos que se divisaban en el horizonte: Suecia, Tailandia y la potencia mundial, Estados Unidos.

Empezaron a correr los partidos y Chile no lograba sumar puntos. La última oportunidad para continuar con el sueño mundialero era vencer a Tailandia por diferencia de tres o más goles.

La historia resumida de aquel partido fue un autogol tailandés; el histórico gol de María José Urrutia y el penal errado de Francisca Lara que terminó por cerrar la participación de Chile en el mundial.

De todas formas, tras ese mismo encuentro la delantera María José Urrutia -que fue escogida la jugadora del partido- conversó con la FIFA y, muy conmocionada, expreso uno de sus anhelos: “Espero que esto no se quede acá y que siga creciendo el fútbol”.

Aquel un año fue icónico y aunque tuvo momentos amargos sirvió para demostrar que el fútbol chileno femenino estaba para grandes cosas.

El boom del fútbol femenino chileno

Como si Urrutia lo hubiese decretado, después de aquella participación mundial el fútbol femenino chileno comenzó a dar pasos importantes de cara a la profesionalización. A los contratos del “Chago” se sumó la Universidad de Chile, Colo Colo, Palestino y Arturo Fernández Vial.

Además de ello, algunos clubes se abanderaron por el crecimiento de este deporte y decidieron aumentar o, derechamente, empezar a financiar las ramas femeninas. Entrega de indumentarias propias, uso de recintos deportivos, viajes en óptimas condiciones, ya sean vía terrestre o aérea y el reconocimiento de los equipos, hinchas y simpatizantes del fútbol en general.

Con este nuevo panorama aumentó el fichaje de jugadoras entre equipos nacionales, se repatriaron a seleccionadas que militaban en el extranjero y se fueron reforzando los equipos para pelear cosas importantes.

Así lo demostró la Universidad de Chile, que luego de fichar a «La Jefa» Carla Guerrero, Fernanda Pinilla y Yesenia “Paloma” López alcanzaron las semifinales de la Copa Libertadores 2020 cayendo en una estrecha tanda de penales.

El camino a los JJ.OO

Luego de aquella participación continental los esfuerzos se volvieron a concentrar en la selección. Esta vez el reto que se aproximaba era algo nuevo pero desafiante: El repechaje para ir a los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.

Después de aplazar varias veces el partido ante Camerún, el sábado 10 de abril de 2021 se jugó el duelo de ida de en Turquía. En aquel encuentro Chile se impuso por 2-1 con goles de Carla Guerrero y Camila Sáez.

La vuelta se jugó el martes 13 del mismo mes y fue un empate a 0 ante las africanas que selló la primera, única e histórica clasificación a unos Juegos Olímpicos.

Como consigna T13, tras este importante hito la capitana de la selección nacional, Christian Endler, tuvo una emotiva frase en donde destacó que “estamos demostrando que la mujer chilena es fuerte, que es capaz, que es deportista y que puede lograr todo lo que se proponga”.

Con la inclusión de las seleccionadas chilenas, la delegación nacional que irá a Tokio lo hará con una gran presencia femenina.

Lo que viene

A nivel de selección, el desafío más próximo es la cita olímpica que se disputará entre los meses de julio y agosto del presente año. En lo que respecta a los clubes, aún queda mucho por mejorar.

Faltan equipos y dirigencias comprometidas, que reconozcan a sus ramas femeninas y que las vean como profesionales en lo que hacen.

Mientras tanto, es probable que se siga trabajando en silencio para que más tarde en la cancha se marque la historia.

No tienen mucho, pero lo quieren todo

A pesar de que Chile no cuente con las máximas condiciones para practicar o vivir del fútbol femenino, hay mujeres que demostraron que no existen los imposibles y aquí te dejamos algunos ejemplos.

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