Nana y la realidad de ser mujer EntrelíneasPor Scarlett Ávila Sandoval - 20 octubre, 2021 Ambas son totalmente distintas y poseen casi nada en común, pero se apoyan mutuamente en el largo camino de ser una adulta joven en la búsqueda de su felicidad. Dos chicas del mismo nombre se conocen una tarde de nieve en un tren camino a Tokio y, a pesar de haber tomado rutas distintas, por cosas del destino terminan viviendo juntas. Es de este modo como de a poco su relación se va forjando y así enfrentan lo difícil que es la vida para dos jóvenes de personalidades opuestas. Sus historias de por sí tienen pasados bastante caóticos, que a medida que avanza la trama nos damos cuenta del por qué de sus decisiones y acciones. Nana Komatsu siempre ha sido ingenua en el amor, lo que llevó a que un hombre casado se aprovechará de esto para que tuvieran una relación a escondidas. Siendo esta una de las causas por las que genera una dependencia de aprobación por las personas que le gustan. Mientras que Nana Osaki fue criada por su abuela, quien le restringía muchas cosas debido a que no quería que cometiera los mismos errores que su madre. Pero esto solo la hizo depender emocionalmente de su compañero de banda y novio, porque a que le entregaba la estabilidad y contención que nunca antes tuvo. Y cuando terminan, se ve enfrentada a asumir la realidad, queriendo ser mejor que él para superarlo. Primer encuentro de ambas protagonistas, imagen perteneciente a fanbytes. Durante el desarrollo de su amistad, ambas pasan por diversas situaciones como engaños, reencuentros amorosos, relaciones de una noche, desconfianza y celos. Las cuales simplemente reflejan muchas de las inseguridades que han ido forjando a lo largo de su vida, lo que te hace sentir muy en sintonía con sus vivencias, debido a que son cosas que a cualquier mujer le pueden pasar. Ambos personajes poseen actitudes buenas y negativas, cometen errores de los que aprenden y no invalidan los sueños de la otra, llegando a ser tan bien diseñadas que parecieran personas reales. Todo esto te hace generar un dolor gigante cuando ves los giros que da la trama, sobre todo, porque la realidad no siempre es un cuento de hadas y la historia sigue fielmente esta ley. Sinceramente, Nana es un anime que te hace empatizar con cualquiera de los personajes, y que refleja como muchas veces hacen ver que una mujer siempre está equivocada, no importa cuál decisión o estilo de vida lleve. Y como el apoyo de una amistad, puede ayudarte en el duro camino de la vida.