Derecho al sol: cómo es vivir a la sombra de la ciudad

Diversos movimientos ciudadanos se han encargado de visibilizar las consecuencias de la masiva construcción de edificios en altura. Entre ellos, ha surgido una idea que busca instalar la necesidad de contar con luz solar en las viviendas por motivos de salud física y mental. 

Hace ya un tiempo que los días son más cortos y las tardes más frías para muchos vecinos de Concepción. Ahí, donde antes entraba la luz, en la actualidad solo hay sombra y un paisaje censurado por 20 pisos de imponentes nuevos edificios.

Barrios históricos de la ciudad se han visto vulnerables ante el exponencial desarrollo inmobiliario, como también lo han estado sus habitantes. Así, un factor ha sido particularmente determinante en la calidad de vida de las personas: el acceso a la luz solar. 

¿Cómo afecta no recibir directamente radiación natural? La trascendencia del sol tanto en la salud como en el estilo de vida de cada uno no es menor. Desde la provisión de vitamina D hasta la regulación de horarios de sueño y estado mental, diversos profesionales y vecinos coinciden en que la creciente construcción de edificios en altura es preocupante para quienes quedan más cerca del suelo. 

Atrapados bajo la sombra

“Tuve que comprar luces led para que mis plantas sobrevivan”, comenta Isabel Santos, vecina del sector oriente de Concepción. Para ella, esta es una anécdota más al lado de todas las consecuencias que han traído sus nuevos vecinos. Por un lado, el ruido, polvo y temblores que implica la construcción; por otro, la pérdida del paisaje y en especial de la luz solar. “Recién nos llega el sol a las dos de la tarde”, agrega. 

Santos vive en una casa de dos pisos en un sector donde poco a poco sus vecinos de siempre han optado por vender sus propiedades a empresas inmobiliarias. Ya son dos edificios los que han construido a su alrededor, en medio de una resistencia a abandonar el espacio familiar que comparte con su marido y dos hijas pequeñas y donde además ella creció. “No puedo culparlos por vender, la última vez supe que el metro cuadrado estaba a un millón de pesos”, cuenta Isabel. No obstante, y evidentemente, la determinación por permanecer en el barrio no ha sido gratuita ni ha estado libre de dolores de cabeza. 

Según la meteoróloga, Irene Santa, las grandes edificaciones alteran el correcto funcionamiento climático de las ciudades. Créditos: gentileza El Comercio Perú.

Al otro lado de Concepción, en la zona de Alto Laguna Redonda, Antonia Sepúlveda enfatiza en cómo el no tener acceso directo a luz solar afecta su salud tanto mental como física. Desde que junto a su familia se trasladaron desde Penco, lugar donde el sol los acompañaba durante gran parte del día, al centro de la intercomuna, empezó con síntomas como fatiga y pensamientos negativos. Así, a mediados de 2021 y tras una serie de exámenes, fue diagnosticada con una grave deficiencia de vitamina D. “El no poder salir por la pandemia y tampoco tener la opción de recibir luz solar desde el departamento fueron los detonantes”, explica. 

Entre otras cosas, ambos testimonios coinciden en el problema de la humedad en sus hogares al no contar con acceso directo al sol, así en cómo sus estados de ánimo se han visto negativamente impactados desde que viven en la sombra.

Ignacio Anfossi, enfermero del Hospital Clínico Regional Dr. Guillermo Grant Benavente, explica que los efectos de la poca o nula exposición a luz natural no son pocos. “El sistema inmunológico se debilita por completo, los niveles de calcio quedan al debe y los procesos inflamatorios son más complejos de reducir, entre otras cosas”, comparte. Además, la relación con la radiación solar es crucial para mantener ciclos de sueño sanos y energía suficiente para funcionar de manera productiva en la vida cotidiana. Por esto, se entiende que el acceso al sol desde la vivienda pase a convertirse en una demanda importante dentro de la agenda ciudadana. “No es justo que las personas se vean obligadas a salir de sus casas para obtener un rayo de sol”, concluye.  

Una ciudad para el sol

En julio de 2021, ad portas de la entrada en vigencia de la 15º modificación del Plan Regulador Comunal de Concepción, desde diferentes organizaciones barriales esperaban fuera considerado el derecho al sol dentro de las medidas. Sin embargo, las quejas de vecinos y activistas no fueron contempladas en específico. 

“Es un tema complejo que no termino de entender en la práctica. ¿Cómo todas las viviendas pueden llegar a tener sol? Pero, por otro lado, creo que ese es el ideal al que el urbanismo debiese tender”, señala Claudio Araneda, arquitecto de la Universidad del Biobío. El también urbanista, explica que el acceso a la luz solar es una variable difícil de manejar para ser normada por una regulación legal. De todos modos, lo considera una invitación a replantear el diseño de ciudades desde ahora en adelante. 

La inversión en construcción en Chile aumentó en un 8,1 % en 2021, siendo los edificios los grandes protagonistas. Créditos: gentileza Cooperativa.

Pese a que, como mencionado anteriormente, el derecho al sol no está explícitamente contemplado en la más reciente edición del Plan Regulador Comunal de Concepción, sí se determinaron límites que previamente no existían en las alturas máximas para edificios según diferentes zonas de la ciudad. En el centro de la ciudad se especifica un rango entre cinco y siete pisos; mientras que desde Manuel Rodríguez hasta Las Heras el número queda en nueve plantas; 12 en calles Prat, 21 de mayo y Collao; y 15 en Avenida Alessandri. Esto, si bien también ha recibido críticas, demuestra para muchos un avance en materias de controlar el desarrollo inmobiliario en los barrios. 

¿Es beneficiosa la luz solar?

¿Qué le pasaría al ser humano si en mayor parte de su vida no tuviera acceso al sol? La pregunta ha sido planteada por varios expertos en el área de la salud, llegando a la conclusión que no sería ventajoso ni física ni mentalmente. Sin embargo, son muchas las personas que hoy en día no pueden acceder a luz natural desde sus hogares.

El sol conlleva un sinfín de beneficios para la salud de las personas, de los que no se tiene el conocimiento generalizado por parte de los individuos. El estar alejado de la luz natural provoca una disminución de las funciones metabólicas, por ende, el bienestar se ve perjudicado.

El cuidado de la salud mental está estrechamente vinculado a lo anteriormente mencionado, así lo expresó la doctora Aarohee Desai-Gupta para el medio BBC. “La luz solar es clave para nuestro estado de ánimo. Mientras más periodo de iluminación, mejor se puede sentir la persona”. Esto también lo ratifica un estudio realizado por la universidad de Brigham Young, el cual concluyó que en las horas en que se encuentra presente el sol -desde el amanecer hasta la puesta- las personas sienten mayor productividad y seguridad.

Al respecto, Sandra Espinoza, psicóloga, señala que el no poseer iluminación natural dentro del hogar podría afectar en el bienestar mental de forma considerable. “La ausencia de luz afecta enormemente la emocionalidad de los individuos, ya que tener acceso a ella nos brinda una suerte de energía que vitaliza la mente. El sol está asociado al sentimiento de mejoría. La falta de este produce el surgimiento de sintomatologías del Trastorno Afectivo Estacional o coloquialmente llamado como depresión de invierno. Esto hace que las personas sientan angustia y estrés, ya que se tiene la percepción de que los días son más cortos y que hay una sensación de aislamiento personal, lo cual puede conllevar a cuadros depresivos inmensos”, añadió la experta.

Según la psiquiatra, Lina Ortíz,  entre un 10  % y 20 % de la población sufre de TAE. Créditos: gentileza Paredro.

Pero, ¿es la luz artificial una opción? Según Espinoza, la luz eléctrica siempre es una alternativa útil. Sin embargo, no es comparable con la luminosidad que ofrece el sol. “Independientemente de que tu tengas una casa llena de luces, lo que verás en la ventana será oscuridad. El sentimiento de vacío estará presente. A pesar de ello, existen terapias de iluminación dentro del hogar que brinda una mejoría en el estado de ánimo del paciente”, finalizó Espinoza.

La privación al acceso a la luz natural también perjudica físicamente a los individuos. La vitamina D se encuentra en pocos alimentos, como lo es el hígado, los huevos o algunos pescados. Sin embargo, gran parte de su consumo proviene de la emisión de rayos UVB del sol. Pero, ¿es muy importante para las personas? José Colina, dermatólogo, señala que se puede sobrellevar una vida sin su presencia, pese a ello, es recomendable su absorción, ya que aporta en el desarrollo de muchos procesos metabólicos en el cuerpo, lo que contribuye en la búsqueda de un buen estado de salud. “Uno de los grandes aportes que nos entregan es el fortalecimiento de los huesos. Además, ayuda en el correcto funcionamiento del sistema inmunológico y cognitivo. En el caso de la piel, aún están en estudio los reales beneficios. No obstante, se ha evidenciado que los pacientes con deficiencias de esta vitamina suelen sufrir cuadros más severos en las patologías dermatológicas, finalizó el experto.

Entonces, ¿es conveniente estar siempre expuesto al sol? La respuesta es no. Una de las formas más importantes para cuidar la piel es protegerla de los rayos UV, ya que una gran exposición afectaría negativamente a la salud de las personas. Ingnacio Anfoissi, enfermero del Hospital Regional, señala que, si bien es importante poseer un acceso hacia la iluminación natural, hay que evitar excesos. “El abuso también puede ser contraproducente, ya que se podría ver comprometida la alteración del nivel celular en la dermis, y con ello, la aparición de algún tipo de cáncer. Se debe tener un equilibro en cuan exhibidos estamos”, finalizó Anfossi

Un tema a considerar

Si bien es cierto, el estar en contacto directo con la radiación solar puede ser dañino para el cuidado de la piel, el no tener acceso a este también lo es.

Muchas personas se están enfrentando a esta problemática producto a la construcción de megaproyectos inmobiliarios que interceden en la confortabilidad de los vecinos, privando su acceso al sol.

Tal como lo mencionó el dermatólogo, José Salinas, el que las personas tengan acceso a luminosidad natural en sus hogares no solo tiene que ver con qué tan claro se puede ver dentro de él, sino que también está comprometida la salud física y mental de los sujetos.

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