El actual gobierno no ha dejado muy buenas impresiones en sus primeras semanas bajo el mandato de Gabriel Boric. La oposición lo muele a palos por cada movimiento que hace, y algunos partidarios dudan la capacidad del gobierno en momentos como estos.

Tan solo repasar algunos episodios como el de la ministra del interior, Izkia Siches, quien se fue a la zona de conflicto en la Araucanía sin realizar los protocolos respectivos con las comunidades mapuches y sufrió un ataque que, por suerte, no pasó a mayores; o los ataques verbales y físicos que ha recibido el presidente, como la piedra que recibió en su visita a la Región de Coquimbo.

Todo esto y más hace que el gobierno últimamente se mueve en arenas movedizas que se ponen más y más peligrosas con algunas demandas populares. Uno de los últimos puntos en discusión es el quinto retiro de fondos de pensiones, una propuesta que motiva y piden los ciudadanos, pero que puede complicar mucho al gobierno.

El ex presidente del Banco Central y actual ministro de hacienda del gobierno de Gabriel Boric, Mario Marcel, se refirió al quinto retiro como una solución sencilla al alto costo que tiene la vida actualmente, pero a su vez comentó que esta alza de los precios fue producto de los retiros pasados, por lo que un quinto retiro no haría nada más que empeorar las cosas.

Pero en vez de escuchar a las autoridades y comprender que la solución no es el quinto retiro, hay una reacción muy negativa por parte de gente que quizás pensó que Boric les iba a conceder cualquier demanda popular.

Como ya mencioné anteriormente, lluvia de críticas y ataques directos al gobierno y al presidente que no ha podido hacerse de una buena imagen y un alto índice de aprobación en poco más de un mes de mandato.

Si bien el panorama luce opaco, es una situación reversible, pero no desde la aprobación de un quinto retiro de pensiones que agudice aún más la situación, sino más bien desde una buena promulgación sobre las soluciones que existen para la inflación y el alza de precios que vive el país.

Esto puede traer un cambio de actitud a la oposición para que se sienta más segura y menos vulnerable a los cambios económicos con Mario Marcel a la cabeza, y quizás aterrizar las esperanzas de la gente que creía que con este nuevo presidente “popular” Chile iba a ser un país sumamente distinto del que venía siendo hace más de 30 años.

Roberto Jarpa