La anticoncepción hormonal femenina se categoriza como uno de los métodos más efectivos para evitar embarazos no deseados, se pueden encontrar en diversos formatos como pastillas, inyecciones, sistemas intrauterinos, anillos y parches. A nivel mundial el 63 % de las mujeres en edad fértil utiliza anticonceptivos hormonales, dándoles no solo el uso común sino que también se receta para el control de acné y regular ciclos menstruales.

Bastante se habla sobre la utilización responsable de estos anticonceptivos, sin embargo, muchas mujeres comienzan sus tratamientos sin tener en cuenta los efectos secundarios que pueden provocar o que simplemente los afrontan ya que no tienen otra opción, a partir de este escrito no se hace un llamado a no cuidarse, sino a exigir que se informe de manera correcta a jóvenes y mujeres que desean tomar anticonceptivos.

Todos los cuerpos son diferentes y pueden reaccionar de muchas maneras, pero se debe tener conocimiento de las contraindicaciones médicas específicas que pueden alterar a ciertas mujeres y que debe ser chequeado por el especialista antes de recetarlas, no obstante, no todos los encargados realizan una revisión previa a cada paciente.

 A nivel físico los efectos parten desde cambios en el periodo menstrual o eliminación de este, perdiendo la noción del ciclo natural, también anemia, endometriosis, dolores de cabeza, acné, sensibilidad de mamas, baja de la libido hasta los más agresivos pero menos comunes, como cáncer de huesos, cáncer de cuello uterino o trombosis y según un estudio de la

revista New England Journal Of Medicine, el riesgo de cáncer de senos aumenta de acuerdo con el tiempo que una mujer lleva utilizando anticonceptivos hormonales.

 Además, la progesterona y la progestina reducen indirectamente la cantidad de serotonina en el cerebro, pudiendo causar cambios de ánimos y más probabilidades de tener depresión, es por esto, que se debe tener conciencia y escuchar al cuerpo cuando siente que algo no está bien.

La anticoncepción siempre ha sido una carga histórica que ha recaído en las mujeres, desde el comienzo de la adolescencia se les instruye sobre todos los métodos posibles para evitar un embarazo no deseado, en donde muchas veces todo el peso reincide en ellas, creando una percepción que está toda la responsabilidad en sus manos y poco se habla de la parte masculina.

Antes de consumir anticonceptivos, debe entregar una información clara para que todas tengan el derecho de elegir y tomar una decisión teniendo en cuenta todo lo que conlleva el proceso y no solo pensando en la responsabilidad social que se ha instaurado por años.