Dentro de las iniciativas que propone la nueva Constitución, hay un grupo que podrían cambiar el futuro y la vida de las mujeres: dentro de las Fuerzas Armadas, derechos sexuales y reproductivos, y una un tanto más innovadora, que ha llamado la atención a nivel nacional.

Se trata de la iniciativa popular de norma número 9.638, incluida dentro de los derechos fundamentales, que apunta al cuidado en todas sus dimensiones (cuidar, ser cuidados y autocuidado), sobre todo al tratarse de los hijos.

Este artículo, que fue apoyado con más de 16.000 firmas, señala que el trabajo de cuidado debe ser “realizado en condiciones de igualdad y corresponsabilidad”, reconociendo que en materia familiar las obligaciones y deberes para con los hijos corren mayoritariamente por cuenta de sólo uno de los padres, generalmente la madre.

Este tema, que está estrechamente ligado al reconocimiento del trabajo doméstico y cuidado no remunerado, ha sido de gran controversia en Chile ya que, desde la inserción de la mujer al mundo laboral, se ha discutido sobre el rol de éstas dentro de la familia, actuando como pilar cuando se trata de los cuidados de los hijos y del hogar.

Luego, junto con la llegada de la ola feminista se comenzó a abordar desde una perspectiva diferente, cuestionando el rol de los hombres y padres dentro de la sociedad, el cual hasta el día de hoy se considera bajo o nulo. Desde entonces, se ha exigido que la participación en tareas domésticas sea equitativa para ambas partes, así como el involucramiento en los temas relacionados a los hijos (crianza, educación, gastos económicos, etc).

La relevancia de la equidad

La asistente social e integrante de la colectiva “Urdiendo Memorias, Ex Prisioneras Políticas de Concepción”, Ester Hernández, aseguró que este es un cambio importante, independiente de si se aprueba la nueva Constitución. “Este equilibrio significa que la potente fuerza de trabajo que hemos hecho las mujeres sin remuneración, se divide y no solamente una se lleva la carga”, aseveró.

Además Ester destacó el apoyo que tuvo esta iniciativa, ya que fuera de los resultados que puede tener el plebiscito de salida, “la cantidad de firmas que obtuvo al momento de pedir firmas no es menor, dando a entender que hay interés desde la comunidad de cambiar los roles impuestos”.

Respecto a las aristas de la norma, la asistente social explica que es increíble que dentro de la Constitución se incluya materia referente al autocuidado. “Nos abandonamos en este «ser para los demás», «estar para los demás» y «vivir para los demás», pues así nos han enseñado a vivir a las mujeres”, por lo que recalca que es necesario adecuar el término a nuestras vidas, independiente de si se incluye en un texto o no.

Por otro lado, la abogada de derecho de familia Marlene Ávila, explicó que esta nueva norma podría ser un aditivo o argumentación en las demandas de pensión alimenticia o resumen de visitas, considerando que el término “corresponsabilidad” podría abarcar mucho más que solamente el cuidado compartido de los hijos.

“Me tocó ver un caso en donde el juez interpeló a una madre cuyos hijos habían quedado con el padre, preguntando por qué ella no había hecho algo para recuperarlos. A los papás no se les pregunta eso, no se les cuestiona por no haber quedado a cargo”, cuenta la abogada, quien se muestra optimista respecto a los cambios que pueden venir, así como también contar con la mejora de las instituciones relacionadas a los NNA.

Del papel a la realidad

Soledad Arenas, estudiante y madre de Martín, cuenta que este artículo puede ser una herramienta inútil. “Todo depende de cómo se utilice. Tener escrito en un documento que el cuidado debe ser equitativo no implica que así sea en la práctica, las dinámicas familiares no cambian así como así ni porque el gobierno lo diga.”

“Yo me hago cargo de Martín, y cuando voy a estudiar mi mamá me ayuda. El papá de Martín desapareció cuando supo que yo estaba embarazada y desde entonces siempre hemos sido los tres con mi mamá. No creo que se involucre si le hablan de corresponsabilidad, y no sé si estoy segura de compartir la crianza con alguien que podría irse como si nada de la vida de mi hijo”.

Aunque aún no se conoce el destino de esta norma, es necesario destacar su importancia, al ser una iniciativa y un logro impulsado por los grupos feministas a nivel nacional. Considerar dentro de lo legal una petición que iguala una de las cientos de situaciones de inequidad entre hombres y mujeres, es un triunfo para todas.