El alza sostenida de diversos combustibles ha significado una crisis para las familias chilenas que, en tiempos donde las temperaturas bajan y las lluvias aumentan, intentan capear el frío de una u otra manera. El gas, natural o licuado, también ha significado un costo extra para las familias que emplean este combustible en el quehacer cotidiano, aún más en estos tiempos.

Es por esto que diversos movimientos han hecho relucir la premisa de un gas a precio justo, en el que las municipalidades de distintas comunas han puesto en marcha una serie de medidas para el bienestar de las familias y su bolsillo en esta temática. Lamentablemente, esto no ha sido suficiente para reparar el alza de precios en cuanto a este producto.

Hace ya algunos días un reportaje de Chilevisión reveló el engaño cometido por una empresa de gas que abastece a gran parte de la Región Metropolitana. Se trata de Metrogas, quien habría hecho utilización de un resquicio legal para crear una empresa espejo e inflar así el valor del producto. Agesa, creada en el 2016, fue la empresa que poseía los mismos dueños y estatutos que Metrogas, sólo diferían en el nombre.

Un informe elaborado por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) tras una investigación develó que la empresa había recibido más de 350 millones en cinco años al valerse de este mecanismo. Estas ganancias indebidas se realizaron con cierta legalidad al ser percibidas antes de la actual legislación. Sin duda, esto no quita que la acción acometida por Metrogas significó un abuso gigante en contra de sus clientes.

En 2015, mientras la ex presidenta Michelle Bachelet estaba en el mandato, su Gobierno impulsó un proyecto de ley para la regularización de las ganancias de las empresas del gas, las que ya vendían en ese tiempo el producto a precios inflados.  Esto proyecto fue aprobado y promulgado en febrero de 2017.

Según el informe de la FNE, antes de que la ley entrara en vigencia, los dueños de Metrogas crearon Agesa. Esta empresa se hizo cargo de los contratos de abastecimiento, es decir, era la encargada de comprar el gas a la importadora GNL Chile. En este juego de roles, Metrogas se encargó de la distribución. Así entonces, la segunda empresa le vendía gas a un mayor costo a la primera, presentando esta última una gran disminución en su rentabilidad y elevando en un 20 % el precio a sus clientes.

Desde el Gobierno del presidente Gabriel Boric reaccionaron proponiendo una ley corta en el tema. Este proyecto pretende enfrentar los problemas inmediatos referente a Metrogas y con una profunda visión de futuro, según el ministro de Energía, Claudio Huepe. Sin embargo, el engaño causado a los clientes será difícil de remediar, más sólo queda responsabilizar a quienes, a costa del abuso de la ciudadanía, pretenden llenar sus bolsillos.