La amenaza del smog en Concepción

Actualmente la región tiene problemas debido a la falta de ventilación y las bajas temperaturas, las que han provocado la aparición de una nube tóxica en la ciudad.

La capital del Biobío se encuentra en una preemergencia ambiental a raíz de los altos índices de material particulado que se encuentran en el aire. Esto es ya algo bastante común en la ciudad producto del frío que se ha vivido en el último mes, lo que —sumado a la contaminación— pone en peligro la salud de las personas.

Además, aún ni siquiera ha comenzado el invierno y las bajas temperaturas ya se han vuelto parte de la rutina. Esto pone de manifiesto un problema latente en la ciudad que aún no se soluciona: las personas necesitan calefaccionarse. Así, el uso de diversas estufas a leña, pellet, eléctricas y parafina se dispara, relacionándose directamente con el incremento del smog.

 La atmósfera en la ciudad de Concepción

Según las normativas que establece el ministerio del Medio Ambiente, lo que motiva a decretar la preemergencia ambiental es que el material particulado respirable de menos de 2,5 micras (MP2,5) se encuentre dentro de los valores 110-169 microgramos por metro cúbico (µg/m3), mediante una medición en un lapso de 24 horas. Se entiende el concepto de MP2,5 como residuos de combustión muy pequeños suspendidos en el aire, las cuales son muy peligrosas para la salud de las personas.

Pero entonces surge la incógnita de por qué se alcanzan estas mediciones sobre la concentración del material particulado en el aire. Esto lo explica Martín Jacques, climatólogo de la Facultad de Geofísica de la Universidad de Concepción (UdeC). Según él “los días fríos son los con peor ventilación y además la temperatura baja muy rápidamente lo que motiva a las personas a calefaccionarse”, dice.

También agrega que “se necesita que haya mucho viento para que el aire se despeje. Para mí, estos días son cuando hay tormentas. Esto permite que se ventile la ciudad”, explica. Por ello es que en los días de mayor frío se decretan las preemergencias, pues la falta de circulación en la atmósfera de la capital penquista impide que el material particulado deje la urbe.

El principal responsable

Ya se ha hablado de por qué se produce este fenómeno. Sin embargo, sigue quedando una duda: ¿de dónde proviene la nube tóxica? Esto lo puede responder Ricardo Barra, director del Centro de Ciencias Ambientales EULA-Chile de la UdeC. Para él, “la contaminación atmosférica es un fenómeno muy común en las grandes ciudades del sur de Chile. La principal fuente es la quema de leña domiciliaria”, y agrega “la que equivale a un 60 % de las emisiones de material fino”.

Por su puesto, Barra señala que también hay otras fuentes de polución producto de la actividad humana. “Existe otro 40 % restante que es emitido por las industrias, el transporte y la quema de combustibles, pero la principal es la leña”, dice. Esto hace muy complicado buscar una solución, ya que él considera que “es un problema muy complejo, porque se distribuye en la población en forma bastante amplia y todos utilizan la madera como combustible”.

Martín Jacques también habla sobre esto. “Los horarios en los que se emite mayor cantidad de humo son en la mañana y en la noche, producto de que en esas horas la temperatura baja muy rápidamente”, dice. Es debido a esto que la leña es la principal responsable de la preemergencia en la región, pues es de uso mayoritario en la población. Y pese a que hay alternativas para intentar resistir el frío, vale la pena preguntarse: ¿son éstas suficientes?

El problema de las alternativas

Para Ricardo Barra este es un problema muy complejo de solucionar. “La gente gasta mucha leña porque es el combustible más barato, entonces ahí tenemos un dilema en materia socioeconómica y ambiental”, dice. Además, asegura que, frente a las otras opciones, “no hay alternativa limpia que sea más asequible, lo que lo hace más difícil”.

Fuente: Biobiochile

Otra dificultad a considerar, según Ricardo, es que “quemamos la leña en malas condiciones, con mucha humedad. Esto provoca que las emisiones sean mucho mayores”, explica. Por ello, recomienda que “si vamos a quemar madera, hagámoslo en las mejores condiciones, o sea seca”.

Ricardo dice además que hay otra razón por la que en Concepción y en el país, en general, se consume tanta leña, y esta es que “las casas están mal hechas o, mejor dicho, mal aisladas y no logramos unas condiciones de confort térmico dentro de ellas”, sentencia. Asimismo, asegura que “una de las medidas que debería contemplar un plan de descontaminación del aire es edificar mejor”. Para él, “hay que ponernos estándares más exigentes de construcción y materiales con los que hacemos las casas”, finalizó.

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