La moda ha pasado por varias concepciones, desde ser vista como un refugio hasta un método para distinguir entre hombres y mujeres, en ella siempre han habido estereotipos, ya sea por los roles de genero o clase social, sin embargo, en la actualidad donde la sociedad cada vez más se aleja de las etiquetas, nace el concepto de “moda unisex” como forma de cuestionar la necesidad de una categorización en el vestuario.

Orígenes

La idea de una moda en donde no exista distinción por géneros, no es algo que haya nacido en estos últimos años, sino que se remonta a los orígenes del ser humano. Ya que, en la prehistoria, no existía esta división de prendas para hombres y mujeres, pues como se mencionó antes, era utilizada como una herramienta para evitar el frío. No fue hasta la época del renacimiento, que la sociedad comenzó a intentar discernir entre lo femenino y lo masculino, adecuándolo a cada sexo. Luego, en la edad media, la vestimenta se utilizaba para distinguir a la sociedad entre clases, en donde la aristocracia dictaba las normas de lo que se podía usar y lo que no.

A partir de los sucesos mencionados anteriormente, se puede decir que la moda unisex se origina a partir de revoluciones feministas que lograron avances significativos para derribar las barreras entre géneros.

Actualidad

Hoy en día la moda unisex se puede dividir en dos aspectos, el Genderless y Genderful, según el medio digital Neo2, el primero trata de potenciar la identidad de las personas desde el uso de una vestimenta neutra, en donde se resalten los valores y no los estereotipos adoptados socialmente, con el fin de que las personas que no se sientan identificadas con algunos de los géneros tradicionales, puedan tener el mismo acceso a la ropa.

 Por otra parte, el segundo concepto intenta no eliminar las nociones de femenino y masculino, sino que más bien se refiere a que la persona resalte en su vestir los estereotipos de su género contrario y así derrocar los prejuicios que se ocasionan, cuando un hombre usa una falda por ejemplo.

Si bien son perspectivas distintas, sin embargo, se basan de igual manera en que la ropa ya no debería tener una categorización tan marcada como la existente, pues si vemos la vestimenta como manifestación de la identidad, se debería restar importancia al género que le corresponde a cada prenda y más al significado que cada persona le da a su atuendo.

Nuevas generaciones

 La sociedad está en constante cambio, sobre todo durante estos últimos años en donde los jóvenes se han posicionado como impulsores de cambios sociales, los cuales buscan la igualdad en todos sus ámbitos, tal como se ejemplifica en el diario La Tercera. 

Isidora Herrera, comenta acerca de su perspectiva en torno a su vestimenta, “desde que empecé a ser mas sincero conmigo misme, acepté y escuché a mi identidad, vestirme pasó a ser algo muy intimo. Esa idea de vestirme acorde a lo que iba a hacer o para donde iba a ir, o quizás a quien iba a ver, dejó de existir y pasé a vestirme en completa función de mi comodidad o incomodidad. La uso para esconderme o para exponerme, para consolarme o desafiarme”.

 La moda no se ha alejado de las consecuencias de los cambios establecidos por las nuevas generaciones, ya que cada día se elimina aún más la idea binaria de la ropa para pasar a una vestimenta que logre hacer sentir cómodas a todas las personas. Más allá de buscar la neutralidad en las prendas, en ella era de las transformaciones es necesario instaurar el pensamiento, en que la vestimenta no debería ser categorizada en femenino, masculino y unisex, sino que ser vista como simplemente prendas que se pueden mezclar y usar sin un género predeterminado.

Para los jóvenes, esto es algo que está más que claro dentro de sus círculos,”no le veo mucho sentido, lo neutral en mi opinión es fome y vence un poco el propósito de vestirse como uno quiere o siente. Para mí se trata de libertad no de neutralidad.