El cine en Concepción: una industria en pleno desarrollo

Muchos quieren hacer cine, pero quizás no todos tienen las herramientas. ¿Qué tanta verdad hay en esta afirmación? ¿Es Concepción una ciudad hecha para lo audiovisual?

Se acerca una nueva versión del Festival BioBioCine. La instancia, desde su primera versión en 2013, se ha convertido durante la década en el principal lugar de reunión de quienes buscan hacer producciones audiovisuales desde lo local hacia el resto del país. Por lo tanto, es grande la cantidad de realizadores audiovisuales que postulan año a año buscando hacerse un lugar como cineastas y, al mismo tiempo, entregar su arte al resto de las personas. 

La mayoría conoce a Concepción como la supuesta “cuna del rock”. Sin embargo, si se trata de cine, a simple vista da la impresión que no es una ciudad referente a la hora de pensar en películas chilenas. Pero, ¿es así realmente? ¿Qué tan factible es llegar a un evento como el BioBioCine? ¿Qué tantas oportunidades tiene alguien que desea hacer cine?

La lucha constante de lo independiente y la autogestión

Los estudiantes de Comunicación Audiovisual parecen ser el principal motor de los proyectos cinéfilos actualmente. ¿Qué es lo que piensa uno de ellos? Vicente Silva cree que “falta una industria local que arme un público fijo que esté interesado y no en un montón de personas que están ahorrando para tomar pasajes de vuelo para otro país que respete su profesión”. 

No obstante, salir de esta carrera parece no asegurar nada ya que “no hay una suficiente profesionalización en las áreas”, comenta Ángela Pardo, artista audiovisual local. “Si bien hay escuelas, estas te pasan todo como una pincelada. Entonces, tienes que profesionalizarte independientemente si quieres ser directora de fotografía, directora de arte o montajista. Tienes que hacer carrera por ti misma”, agrega.

La décima edición del Festival BioBioCine se va a realizar del 18 al 23 de julio. Fotografía vía Instagram: @festivalbiobiocine.

Poniéndo así uno de los grandes “peros” que existe no solo a nivel local, sino también nacional. Y es que en Chile no existe una carrera de cine como tal (a diferencia de Argentina, por ejemplo, que incluso tiene la Universidad del Cine), deficiencia que se agudiza si se pone el foco solo en Concepción.

Otra de las cosas que es inevitable mencionar, es la situación del financiamiento. Hay que recordar que hasta 2019, el Banco Estado tenía un programa que fomentaba monetariamente el cine chileno, pero cuando dejó de hacerlo, muchas producciones y realizadores quedaron a la deriva. 

No obstante, pese a que existe la dificultad del dinero a la hora de llevar a cabo una creación audiovisual, para Pardo no debería ser realmente un impedimento: “si quieres hacer un cortometraje, bienvenido sea en el formato que sea, desde el celular a la cámara réflex. Lo que al final importa es lo que estás contando, el concepto, la idea, la premisa, la creatividad, la forma en que lo muestras.

Aun así, ¿qué puede ofrecer la ciudad al respecto?

Una de las cosas que ha hecho Proyecto Vermut es exhibir películas a las afueras de los extintos cines de Concepción. Fotografía vía Instagram: @proyectovermut.

La lucha por un patrimonio personal y fílmico

“Creo que, pese a lo malo,  trabajar en Conce si te da una visión distinta. Hay temáticas similares también, como el tratamiento de las raíces originarias”. Sin embargo, para Pardo, crear desde lo personal es igual de importante.

“Tenemos que tratar de volcarnos hacia qué es lo propio, lo originario,  lo original para nosotros, y eso tiene que ver netamente con de dónde salen nuestras historias, de dónde venimos nosotros, cómo percibimos la vida”.

Así, Concepción surge como un lugar que puede ofrecer cosas distintas, no solo en cuanto a la variedad de locaciones que existen (mar, río, lagunas, cerros, bosques, etc), sino también en cuanto a su rica historia. En ese sentido, el aporte se puede dar y especialmente con otras localidades.

“Así como podemos aprender de otras ciudades como Valdivia o La Serena. también nosotros podamos servir de relato, como un aporte a la comunidad, a la ciudad en sí y a quienes quieren, creen, esperan que esto vaya creciendo” afirma Jorge Arancibia, integrante de Proyecto Vermut, iniciativa que busca rescatar los lugares y el patrimonio fílmico de la ciudad.

“Entre más vemos documentales, sobre, por ejemplo, lo valorable que es cuidar la península de Hualpén, más fácil será educarnos a nosotros mismos e ir creciendo y avanzando en una mentalidad más crítica y propositiva”.

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