El acceso a una integración preescolar integral deja de ser privilegio

Se ha comenzado a instaurar un programa de primera infancia en diferentes jardines infantiles administrados por la municipalidad de San Pedro de la Paz.

Para la iniciativa IPI los establecimientos cuentan con el apoyo de una educadora diferencial, fonoaudióloga y terapeuta ocupacional; estas se encargan de realizar los diagnósticos y brindar una educación especializada a los párvulos.

Los colegios en Chile cuentan con un programa de integración escolar PIE, se trata de una estrategia inclusiva del sistema educacional. Tiene como objetivo contribuir al mejoramiento continuo de la calidad de educación, a través del apoyo en alumnos que presentan necesidades especiales.

Son los mismos trabajadores de jardines infantiles quienes solicitaron ayuda por parte de la municipalidad, porque no contaban con profesionales de apoyo para las y los menores con diagnósticos.

La decisión de algunos padres es matricular a sus hijos en establecimientos especiales de primera infancia, sin embargo, esto debe ser costeados por ellos. La etapa de transición de un jardín infantil a un colegio tradicional genera angustia en los apoderados, dado el gran cambio que se origina en la atención integral de niños con necesidades educativas especiales.

Nayaret Vásquez, es madre de un menor con trastorno del espectro autista y al respecto señala, “pronto mi hijo entrará a un colegio tradicional, pero va a tener que cambiar su ambiente, acá contaba con especialistas y es un lugar donde saben manejar una crisis. Me da mucho miedo inscribirlo en una educación regular, algo que tal vez no habría ocurrido si mi hijo hubiera podido estar en un jardín infantil con la ayuda que necesitaba”.

Diagnósticos en preescolares

En Chile, un diagnóstico del trastorno del espectro autista puede realizarse desde los dos años por especialistas. Los jardines infantiles brindan atención a niños de estas edades, pero no contaban con profesionales en el área.

Natalia Molina educadora de párvulos nos explica la ayuda que significa para ella la creación de este sistema, “contamos con una gran cantidad de matrículas de niños diagnosticados, pero estos necesitan un apoyo especializado, que lamentablemente nosotras no podemos entregar; por lo tanto, esta colaboración nos ayuda mucho, especialmente en las adaptaciones de nuestras actividades y cómo ayudar en caso de alguna crisis”.

De acuerdo informa la OMS, se calcula que uno de cada 160 niños en el mundo tiene trastorno del espectro autista.
Créditos imagen: Luciano Sánchez.

Beneficio de una estimulación oportuna

Tanto la comunidad educativa como la científica están de acuerdo que los primeros cinco años del ser humano son una etapa decisiva y privilegiada de la vida, pues ofrece bastantes oportunidades de desarrollo neuronal en las áreas cognitivas, socioafectivas, psicomotoras y del lenguaje. Esta es la educación inicial que sentará las bases del conocimiento que se instalarán en los siguientes niveles.

Los primeros años de la vida son una edad fundamental para el cerebro y antes se desperdiciaba la oportunidad de estimular de forma precoz en menores con necesidades especiales, quienes generalmente tenían que esperar a la formación escolar, para recibir una atención especializada.

La creación del programa IPI en San Pedro de la Paz es definitivamente una gran ayuda para las familias, que en ocasiones mantienen una postura de negación ante diagnósticos no esperados de sus hijos, este programa brinda el apoyo emocional y de contención necesaria en esta etapa inicial.

Jocelyn Riquelme es terapeuta ocupacional y parte del nuevo programa IPI, comenta su experiencia y opinión sobre el tema, “cada vez son más los niños que presentan algún tipo de necesidad educativa; por ende, nace la importancia de incorporar un equipo multidisciplinario para dar abasto a la alta demanda generada”.

La estimulación temprana es crucial en niños con síndrome de Down, el sistema nervioso presenta una gran plasticidad, proporcionando experiencias para establecer nuevas conexiones neuronales.
Créditos imagen: Educación especial.

Con el IPI hoy en día un párvulo de la comuna con necesidades educativas especiales puede acceder a jardines infantiles municipales y hacer efectivo su derecho a ser educado e incluido, de la misma forma que el resto de sus compañeros.

Dada la cantidad de individualidades que se generan en un grupo de curso, se hace difícil que el docente pueda entregar el contenido de su clase a un alumno que necesita aprender de manera distinta.

La inclusión sin duda es necesaria en el área educacional, pero es un camino largo, pues se invisibilizó por mucho tiempo estereotipando o etiquetando a estos niños como desordenados o inquietos.

La comunidad educativa se beneficia con este programa, pues existen muchos párvulos con diagnósticos. Es una gran ayuda especialmente para las familias vulnerables de San Pedro de la Paz; ya que no existían iniciativas en los jardines infantiles tradicionales como un equipo de apoyo, algo que generaba una brecha entre quienes podían acceder a especialistas prematuramente y quienes no.

Top