Siete décadas de música y compromiso social con la comunidad: la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Concepción cumple 70 años

En 1952 un grupo de músicos de cámara se reunió para formar uno de los primeros espacios de música docta en Concepción, sin pensar que se transformaría en una de las orquestas más importantes del país, después de la Orquesta Filarmónica de Santiago y la Orquesta Sinfónica de Chile.

Tras reunirse, un miércoles 2 de julio de 1952 ofrecieron un concierto de cámara en el Teatro Regional de la época. Un edificio que en la actualidad no existe y que estaba situado donde hoy se ubica el Mall del Centro de Concepción, en la calle Barros Arana esquina Orompello.

Pese a que el antiguo Teatro Concepción fue incendiado en el año 1973 y demolido tres años después, aquella sala de teatro fue el primer escenario de quienes posteriormente fundarían la Orquesta Sinfónica de Concepción.

Tercer concierto del Conjunto de Cámara en el Teatro Concepción en 1953
Imagen de Archivo: Wikipedia.

“La Orquesta Sinfónica de la Universidad de Concepción es parte del patrimonio universitario, uno de nuestros más importantes lazos con la comunidad interna y externa del país. No solo es una de las orquestas profesionales más importantes en el ámbito nacional, sino una fuente de formación, desarrollo y descentralización cultural” señala Claudia Muñoz Tobar, presidenta del directorio de la Corporación Cultural UdeC.

Breve repaso por la historia de la Sinfónica de Concepción

El antiguo Teatro Concepción, fue el lugar de trabajo de los primeros músicos del Conjunto de Música de Cámara de la Universidad de Concepción y también de su primer director, Wilfred Junge. El destacado joven director de la época fue formador también del Coro Polifónico de la UdeC en 1951 y además, creador del himno de la universidad: ¡Por el desarrollo libre del espíritu!

La Sinfónica de Concepción, por el nivel profesional de los músicos en su conjunto, ha ofrecido conciertos a lo largo de todo el país. “Desde Antofagasta hasta Puerto Montt”, según cuenta Javier Santamaría, el cellista y músico más antiguo de esta orquesta, con 53 años de trayectoria en la fila de cellos.

En el año 2008 añade a su repertorio un importante programa de ópera. Santamaría recuerda con cariño una experiencia previa, cuando en el año 1995 tuvo la oportunidad de compartir escenario con el emblemático tenor Luciano Pavarotti. “Uno puede sostener el arco para alargar las notas, pero este tío podía estar una hora cantando la misma nota sin respirar, era un sujeto impresionante”.

Concierto de Navidad, 2019
Fuente: CORDUDEC.

Además del repertorio docto y clásico de Beethoven, Mahler, Tchaikovsky entre otros, la Sinfónica destaca por su repertorio de música popular chilena, lanzando en el 2008 un disco homenaje al cantautor Víctor Jara titulado: Víctor Jara Sinfónico. Además han brindado conciertos con íconos de la música popular chilena como Congreso, Los Jaivas e Inti Illimani y han sido dirigidos por cientos de maestros de renombre nacional e internacional como Ernst Huber-Contwig, Juan Pablo Izquierdo, Joachim Harder y Luis Gorelik.

Rol social y vínculo con la comunidad

La importancia de la Orquesta de la Universidad de Concepción, no solo tiene que ver con el arte y la cultura, sino también con el rol educativo que los músicos integrantes toman como parte de su trabajo. “Muchos de los músicos profesionales que trabajan para la universidad, también son maestros en distintas orquestas en comunas cercanas al Gran Concepción y otras dentro de la región” comenta Jerson Mella, violín segundo de la Sinfónica y actualmente director de la Orquesta Juvenil Infantil de Curanilahue.

Curanilahue es un caso particular, pues es la primera Orquesta Infantil de Chile, cuando un grupo de maestros, entre ellos los destacados Américo Giusti y Javier Santamaría, deciden llevar la música docta y los instrumentos clásicos a una empobrecida comuna minera.

Curanilahue vivía en aquellos años el cierre de ENACAR, una situación que complicaba a cientos de familias que vivían del carbón. La orquesta trajo la esperanza a un grupo de niños que jamás habían visto la música como una herramienta de movilidad social. “Yo llegué con un puro cello y los niños jamás en su vida habían visto uno. Comenzamos con los ensayos, con algunos instrumentos de cámara y yo les decía a los niños que si nos iba bien íbamos a comenzar a viajar. Ellos me miraban con cara de ‘este viejo está loco’, al tiempo después los hijos de los mineros de Curanilahue estaban pisando el Palacio Real en Madrid y mostrando su talento en Berlín” narra Santamaría.

Orquesta de Curanilahue en Pabellón Minero, 2000
Archivo facilitado por el historiador Sebastián Paredes.

Así como Curanilahue fue el ejemplo replicado en múltiples latitudes en Chile, Santamaría y Giusti han sido un ejemplo para la generación de músicos que hoy forma a niños y adolescentes. Claro ejemplo de ello, es el director de la Orquesta de Curanilahue, quién fuera uno de los niños que viajó junto a sus compañeros a España y Alemania en la primera generación de esta orquesta.

Hoy la Orquesta de Curanilahue prepara una quinta generación de niñas y niños músicos, sus profesores cada semana les entregan herramientas que guiarán su vida: constancia, disciplina y sensibilidad. Un 90% de los maestros pertenecen a la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Concepción.

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