Inflación y alza del petróleo ¿Qué combustibles alternativos existen en Chile?

Las alzas sostenidas del petróleo han aportado a una inflación que llega a niveles históricos y que según los pronósticos continuará aumentando.

Mientras el precio del barril de crudo sigue subiendo en el mundo, varios fabricantes continúan trabajando en nuevas fuentes de energía. Más allá de los combustibles fósiles, los alternativos asoman como una gran opción para combatir la inflación y el calentamiento global.

Los Estados Unidos de América son afectados por la inflación más alta en 40 años alcanzando un 9,1 %.  Una de las alzas más influyentes en este fenómeno es la del petróleo. En lo que va del año 2022, el precio de los combustibles a superado sus máximos históricos afectando con ello los bolsillos de las personas de diversas formas.

“El incremento del costo del petróleo encarece toda la red de abastecimiento”. Para el ingeniero civil industrial de la Universidad de Santiago y encargado de adquisiciones de Tottus para Chile y Perú, Nicolás Inostroza, el panorama no es alentador debido a la incertidumbre que está provocando el alza del dólar en la economía chilena “el cual está afectando indiscriminadamente las importaciones nivel nacional como internacional. Esto se ve reflejado, por ejemplo, en el alza de los costos de los productos de cualquier supermercado debido a que el petróleo es un combustible clave tanto para el área agrícola, como también, para la logística terrestre o marítima de abastecimiento”.   

¿Cuáles combustibles alternativos existen para reemplazar el uso de los fósiles?

En la actualidad, los fabricantes de automóviles comparten la idea de que los autos eléctricos se presentan como la solución más lógica. Sin embargo, la empresa de automóviles Mazda también se encuentra trabajando en un nuevo combustible, más específicamente, un biocombustible líquido de microalgas.

Auto eléctrico y puesto de carga ENEL.
Fuente: Reporte Minero.

Otra alternativa disponible es el hidrogeno verde. El cual, se obtiene a escala industrial a través de un proceso denominado electrólisis, procedimiento por el que se aplica electricidad al agua para dividir la molécula de H2O en hidrógeno y oxígeno.  Además de ser una energía renovable, es producida completamente sin emisiones de carbono, ya que la electricidad utilizada para su fabricación proviene de plantas eólicas o solares. Sobre la base de este producto, además, se pueden fabricar otros combustibles alternativos como el amoniaco y el metanol verdes, este último ya está siendo utilizado como combustible para autos y barcos en China.

Sin embargo, Felipe Navarro Torres, ingeniero civil químico advierte que “en un principio puede que no sea tan rentable en los costos, ya que como son tecnologías nuevas hay que invertir y realizar estudios. La transición energética actual es un proceso complicado caracterizado por incertidumbres”, puntualizó.

¿Cuál la situación en Chile?

El desierto de Atacama cuenta con los niveles de radiación solar más altos del mundo, pudiendo con esto, generar grandes cantidades de energía fotovoltaica. Mientras que, en el sur de Chile, la región de Magallanes cuenta con potentes corrientes de viento en tierra dándole un gran potencial para generar energía eólica.  Casi un 70 % del costo total de la producción del hidrógeno verde está relacionado con el valor de la energía utilizada. Dadas estas circunstancias el potencial de Chile para la generación de energía renovable es tremendo.

En la Región de Magallanes se emplazará el primer proyecto de hidrógeno verde y combustibles sintéticos de nuestro país, Haru Oni de Highly Innovative Fuels (HIF). La propietaria de la planta es la chilena HIF, cuenta con el respaldo de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), las empresas alemanas Siemens y Porsche; además de la italiana Enel Green Power.

Mapa digital proyecto Haru Oni.
Fuente: https://www.siemens-energy.com/

Según un estudio del Ministerio de Energía, la Región de Magallanes podría llegar a producir el 13 % de hidrógeno verde del mundo debido a su inmensa capacidad en la recolección de energía eólica, alcanzando un potencial estimado en 126 000 MW. A partir de ello, se obtendrá una gasolina que se podrá utilizar en vehículos convencionales sin modificaciones. Tema no menor, considerando que nuestro país se comprometió que de aquí al 2040 se dejarán de comercializar vehículos que funcionen en base a combustibles fósiles.

Para Lucas Kreft, arquitecto y estudiante de ingeniería mecánica, “las ciudades deben adaptarse desde ya a los nuevos medios de transporte, que principalmente serán eléctricos.” Además, sobre la formación académica en la mecánica agregó: “para allá está apuntando el desarrollo de la tecnología, la carrera, al menos en mi casa de estudio, es ingeniería mecánica y electromovilidad automotriz, porque en un futuro los autos tendrán que ser todos eléctricos”.

Como sociedad, eventualmente tendremos que dar pasos hacia la electro movilidad. Sobre todo, en tiempos donde aumenta no tan solo el precio del petróleo, sino también, el cambio climático asociado a las emisiones de CO2.

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