Netflix logró lo imposible y adaptó una obra poco popular pero que resulta atractiva para cualquier espectador.

No es fácil para un estudio el poder adaptar una serie de cómics que no alcanzaron grandes índices de popularidad. No obstante, Netflix presenta The Sandman, la serie que se consagra como la mejor y más fiel adaptación de la exitosa saga de comics de Neil Gaiman publicados entre 1989 y 1996.

La producción nos presenta a Morfeo, también conocido como The Sandman. Uno de los “Siete Eternos”. Entidades inmortales antropomórficas que forman parte del universo en el que se desarrolla la historia. Son distintas manifestaciones relacionadas a la personalidad y la conciencia: Sueño, Muerte, Deseo, Desesperación, Destino, Delirio y Destrucción.

Durante los primeros capítulos, sin mencionar todos los especiales y spin-offs que siguieron, la producción utiliza los sueños como una puerta de entrada a la mitología, la historia y una deconstrucción de la realidad misma.

El arco de su protagonista posee un atractivo innegable. Su misteriosa personalidad, su altivez y ese tono melancólico, acompañados de su estética poco común hacen que el personaje capte toda la atención del espectador cada vez que aparece en pantalla, con una gran interpretación de Tom Sturridge.

Hay que destacar que no es fácil desarrollar un papel así. Sueño está en silencio, mirando fijamente, la mayor parte del tiempo, y es con la mirada con la que debe expresarse para el espectador. Poco a poco irá hablando algo más y en sus breves frases, casi sentencias, captaremos diferentes inflexiones como un ligero asombro o arrepentimiento. Podemos decir que The Sandman “se va humanizando” a medida que interactúa con los diferentes personajes.

Historias sencillas como la de Rose Walker y sus nuevos amigos tienen un arco muy importante en la segunda mitad de la temporada, explorando el amor y la pérdida, pero que decaen por la casi ausencia del protagonista y por escenas muy repetitivas. Sin embargo, y a pesar de esto, la serie cumple su parte del trato y nos ofrece una magnífica adaptación en su mayor parte.