El cambio climático: un factor de riesgo en los incendios forestales

Actualmente el calentamiento global representa una amenaza para toda la población humana producto de sus consecuencias medioambientales. En Chile durante las temporadas de primavera y verano las alzas en las temperaturas propician la expansión de incendios forestales provocados en su mayoría por las personas.

Los motivos de este fenómeno meteorológico han resonado de manera latente en la última década por su impacto en los ecosistemas. El deterioro de los espacios naturales y nativos es una preocupación constante para las personas y en los periodos de más calor la presencia de siniestros forestales no ayuda.

El cambio climático significa un factor de riesgo para la quema de bosques debido a que las extremas temperaturas agilizan la masificación del fuego y entorpecen su extinción. Sin embargo, la emanación de monóxido de carbono producida por las llamas genera gases de efecto invernadero, una de las principales causas del calentamiento global.

La relación entre ambos resulta un proceso de causa y efecto recíproco, en donde cada uno es una consecuencia del otro. Una situación amenazante para la naturaleza y el ser humano, ya que el desgaste medioambiental afecta directamente a la vida del planeta.

El programa Copernicus, del Centro Europeo de Predicción Meteorológica de Mediano Plazo emitió un informe sobre las temperaturas superficiales de la tierra. El resultado indicó que julio de 2022 es uno de los tres más cálidos desde que se tiene registro. Esto da cuenta de las consecuencias de la crisis climática que enfrenta el planeta hoy en día.

Por otro lado, la cantidad de incendios forestales en 2021 y 2022 ya han superado el promedio de los últimos cinco años en un 33 %. Un aumento significativo en este tipo de catástrofes generalmente producidas por el ser humano.

El 20 % de los siniestros son producidos de manera natural y el 40 % tiene un origen intencional.
Fotografía Agencia Uno.

Las cifras relacionadas a la quema de bosques son alarmantes pero las instituciones encargadas ya han presentado medidas para la próxima temporada de incendios. CONAF anunció su postulación para las brigadas forestales y pretende conformar 32 equipos operativos para esta primavera y verano en Valparaíso, la región con mayor índice de conflagraciones.

La lucha contra los incendios forestales

El aumento progresivo de la quema de bosques durante las temporadas de mayor temperatura ha obligado a los brigadistas y bomberos a maximizar sus recursos para combatir el fuego.

Anteriormente se mencionó la iniciativa de CONAF con respecto a la conformación de nuevos equipos de brigadistas en la región de Valparaíso. Sumado a esto se anunció la fortificación de las brigadas en todo el país con la construcción de nuevas bases de acción y la entrega de equipamientos más modernos.

La acción que lleva a cabo el personal de la Corporación Nacional Forestal es principalmente generar cortafuegos en el borde del perímetro durante todo el incendio. Adicionalmente, se realiza un trabajo aéreo para ahogar las llamas desde las alturas y así disminuir su intensidad. Finalmente, los equipos de brigadistas gestionan la liquidación de puntos calientes o zonas de brasas para evitar la reactivación de los focos principales del siniestro.

El brigadista de CONAF Gonzalo Cantillana comentó que “cuando nos enfrentamos a incendios forestales de alta intensidad somos conscientes del peligro. Sin embargo, nuestra labor es evitar que siga en expansión la quema de bosques y para ello cada año estamos más preparados, con mejores herramientas y más capacitaciones para todo el personal”.

Esta labor siempre es realizada en conjunto con bomberos para ampliar los recursos humanos y las herramientas que combaten las llamas. Actualmente, a lo largo de todo el territorio nacional se encuentran establecidas compañías de especialidad forestal. En caso de alerta roja Bomberos de Chile dedica su personal especializado para atacar directamente el fuego y así el resto de las compañías trabajan en los lugares de interfase, es decir, en los espacios que separan las llamas de los sectores habitados.

Cada vez que se activa una alerta roja CONAF y Bomberos de Chile establecen un puesto de mando colaborativo.
Fotografía CONAF.

Debido a la contingencia la Cadena Nacional de Bomberos y CONAF realizan desde hace tres años una capacitación de control de incendios forestales. En la actualidad el 80 % del personal ha realizado el entrenamiento necesario para acudir a este tipo de emergencia.

El comandante de bomberos de San Fernando Mauricio Gallardo Duarte destacó que “durante la primavera y verano la mayoría de los incendios se generan por la falta de mantención de los terrenos. Además, las temperaturas extremadamente altas constituyen un espacio óptimo para la propagación del fuego”.

A pesar de la preparación de los brigadistas y bomberos en muchas ocasiones el retraso de las unidades de ayuda ha generado mayores consecuencias. En enero de 2022 en la zona precordillerana de Chimbarongo y San Fernando un siniestro forestal consumió miles de hectáreas producto de la falta de implementación inmediata.

“En el incendio de Pellihuinco estuvimos trabajando durante más de tres semanas sin parar. La escasa ayuda inmediata dificultó nuestra labor y la de CONAF enormemente”, declaró el comandante de bomberos Mauricio Gallardo.

La lucha contra los incendios forestales se intensifica cada año producto de las condiciones climáticas y la intervención humana. Una situación que alerta a las instituciones encargadas de combatir las llamas a pesar de sus esfuerzos por frenar estas catástrofes. De todas maneras, resulta alentador presenciar el perfeccionamiento de las y los voluntarios para amenizar los daños generados por el fuego.

Consecuencias de la devastación forestal

Los problemas medioambientales representan el principal daño que se genera a partir de los incendios forestales. Sin embargo, los resultados económicos para la industria maderera no suelen ser negativos debido a la reforestación inmediata y los seguros con los que cuentan las grandes empresas.

Al tratarse de una energía renovable puede ser recuperada de manera rápida y productiva. Además, las compañías forestales más importantes del país cuentan con seguros millonarios para reforestar e incluso aumentar el monocultivo quemado. Por ende, en muchas ocasiones llega a resultar favorable para las industrias.

“La mitigación suele ser bastante rápida debido a que no conviene dejar terrenos vacíos. Y en el caso de los sectores habitados la compañía se encarga de financiar la reconstrucción de hogares. Esto para realizar un lavado de imagen social”, declaró el ingeniero forestal y trabajador de Trupan Cholguan de Arauco SA Maximiliano Bastías.

En este sentido, se visibiliza la poca importancia que se le otorga al ecosistema por parte de las empresas madereras. El trabajador de la planta forestal Trupan Cholguan destacó que “en caso de ser consumido bosque nativo la empresa reforesta con pinos, ya que eso es lo que les interesa económicamente. Claramente es una medida que afecta al medioambiente de manera directa”, añadió Maximiliano Bastías.

Los daños generados por la devastación forestal son principalmente recibidos por el ecosistema y acorta de manera sostenida la vida en el planeta. Al no existir demasiadas consecuencias económicas las autoridades no destinan los recursos necesarios para tratar la reforestación, ya que es más sustentable aumentar la plaza de monocultivo de pinos.

Todo esto se traduce en un enorme daño al medioambiente y a su vez una de las principales causas del cambio climático. El monocultivo de especies no contribuye de manera positiva en la lucha contra el calentamiento global debido a los recursos naturales que se consumen en la producción de madera. Por ende, la relación de causa y efecto entre los incendios forestales y la crisis climatológica se mantiene en aumento.

La región del Bio Bío cuenta con 875 178 hectáreas ocupadas por empresas forestales y a su vez representa una de las principales fuentes laborales de la zona.
Fotografía UdeC.

El clima: un factor de riesgo forestal en Chile

El calentamiento global es un fenómeno climatológico que lleva más de una década generando consecuencias irreversibles en el medioambiente. En la zona centro y sur del país la industria forestal es uno de los sectores más afectados por el cambio climático.

El profesor de geofísica de la Universidad de Concepción, Martin Jacques, experto en climatología señaló que “en Chile las temperaturas se han vuelto extremas. En verano el aumento es de un 8,3 % y en invierno las bajas en la zona sur son cerca de un 6 %”. Una situación que refleja el factor de riesgo que representa para las forestales el clima durante estas épocas del año.

La temporada de incendios comienza en este mes de septiembre y el clima será un factor importante para los siniestros en las zonas más activas. No obstante, los informes del clima han pronosticado que será un mes más frío de lo común, con un promedio de 17° en la zona central.

El clima en Chile posee una gran variedad debido a la longitud del territorio continental. Posee climas desérticos y extremadamente fríos en el sur, lo que provoca que las fuentes económicas varían en sus distintas zonas. Anteriormente, se mencionó la importancia laboral que tiene la industria de la madera en el centro-sur del país, sin embargo, producto de su clima es el sector más propenso a emergencias forestales.

“La presencia de incendios forestales en los terrenos cálidos es común y por supuesto muy riesgosa por su composición geológica. La posición de las montañas en la zona costera facilita la expansión del fuego producto de las corrientes ventosas que se generan”, destacó Carlos Pinto, geólogo con mención en geología climática.

Sin duda, la presencia del calentamiento global en la última década se ha transformado en un factor de riesgo para los incendios forestales en Chile. Sin embargo, las instituciones encargadas de controlar y amenizar este tipo de emergencias cada año cuentan con mayor preparación. Además, los estudios relacionados al cambio climático se han maximizado y los conocimientos para enfrentar esta crisis son cada vez más. Finalmente, cabe destacar que la responsabilidad de la población es primordial para evitar la devastación de los espacios naturales.

Top