El dilema de no tener con quién dejar a tus hijos

Un aumento en las listas de espera de los jardines infantiles provocó la creación de diversas guarderías clandestinas en el país, situación que preocupa a la comunidad educativa y padres.

El video de un niño jugando en el borde de un balcón del piso 21 en un edificio de Santiago se viralizó, se trataba de una guardería clandestina y tras la noticia quedó en evidencia el déficit de jardines infantiles en varias comunas del país, que cuentan con largas listas de espera.

El Gobierno de Chile, al inicio de la pandemia, tomó la decisión de cerrar los establecimientos educacionales, incluyendo los jardines infantiles y salas cuna, una vez se retomaron las clases rápidamente se agotaron las matrículas y comenzó un aumento en las listas de espera.

La saturación del sistema educativo público, dada la alta demanda, afectó a los establecimientos de Fundación Integra, Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) y los administrados por municipalidades Vía Transferencia de Fondos (VTF), quienes entregan a atención a niños desde los 84 días hasta los cinco años de edad.

El colapso en las matrículas de las salas cuna y jardines infantiles públicos, sumado a los altos aranceles de los establecimientos del área privada, que muchas veces son imposibles de acceder para las familias, dan origen a las guarderías clandestinas.

Sofía Hernández, prevencionista de riego, comenta el peligro que pueden provocar estos lugares, ella explica que: “No cumplen con condiciones mínimas, por lo tanto, no son un espacio apto para el cuidado y protección de menores; deben tener una cierta cantidad de metros cuadrados por párvulo, una sala de baño acordé al tamaño de los niños, extintores en buen estado, vías de escape, una correcta manipulación de alimentos, entre otras cosas”.

Añade que: “Si bien es peligroso porque muchas de estas personas no tienen conocimientos profesionales, también los menores corren el riesgo de sufrir algún abuso sexual, pues no se sabe si las personas que atienden están habilitadas para trabajar con niños, ni si tienen antecedentes”.

Los menores extranjeros que no cuenten con un RUN pueden solicitar un Identificador Provisorio Escolar (IPE), un número único de forma gratuita que permite participar en la admisión escolar y matrículas; JUNJI y Fundación Integra realizan las gestiones para la educación parvularia, según corresponda.
Créditos imagen: VTV.

Dentro de quienes se ven afectados, por este colapso de matrículas, se encuentran las familias extranjeras, pues no cuentan con redes de apoyo para el cuidado de sus hijos, pero necesitan trabajar con el fin de costear su estadía en el país y en su desesperación los progenitores dejan a sus infantes en guarderías clandestinas.

Además, son especialmente las madres solteras quienes llevan la exclusividad del cuidado de los hijos, sin contar con el apoyo necesario del otro progenitor y muchas veces terminan eligiendo injustamente entre la familia o su vida profesional.

Carolina Sepúlveda tiene a sus dos niños en esta modalidad irregular, ella explica que: “Pago a una vecina que tiene una guardería en su casa, porque soy mamá soltera mi hijo mayor va al colegio y el bebé está en la lista de espera en una sala cuna, averigüé un jardín privado, pero costaba lo mismo que yo gano de sueldo; donde llevo a Samuel van 10 niños y la mayoría son extranjeros”.

Escasez de cobertura en educación de párvulo

Marcela Valencia, directora del jardín JUNJI Espuma de mar, asegura que: “Nosotros tenemos una lista de espera larga, especialmente en el nivel medio y sala cuna; esto se debe a que en el sector donde estamos ubicados se están creando muchas poblaciones nuevas y la necesidad de estos establecimientos se incrementa”.

Valencia añade que: “En la mayoría de los casos se abren cupos cuando la familia tiene algún viaje repentino o un cambio de trabajo; otra situación que ocurre bastante es que los niños contraen enfermedades y las mamás prefieren retirarlos, en especial a los que tienen problemas respiratorios, porque a veces la salud ya no es compatible con las clases; de esta forma se van produciendo deserciones y es que empieza a correr la lista de espera”.

El principal llamado es a dejar a los párvulos en guarderías establecidas y continuar con los procesos de postulaciones en las listas de espera de los jardines infantiles mientras se abren cupos.

Si en la zona se encuentran disponibilidad de matrículas una opción es buscar establecimientos cercanos y que mejor se adapten a las necesidades de cada familia, lo más importante es entregar garantías de seguridad y cuidado responsable.

De acuerdo informa el Centro de Estudios del Mineduc durante el primer semestre de 2022 la asistencia escolar y de educación parvularia se encontraba por debajo del 80 %.
Créditos imagen: LaTercera.

Altos aranceles de los jardines infantiles privados

La educación parvularia privada no es una opción viable para la mayoría de las familias, pues el sueldo mínimo en Chile son 400 000 pesos y los valores de los recintos bordean la mitad del salario, algo imposible de pagar para muchas personas; esta situación se suma a los altos costos de arriendos e inflación en que se ha visto envuelto el país durante el último tiempo.

Vanessa González es directora de un jardín privado y respecto a su mirada explica que: “Se ha visto un incremento en las matrículas, pero aún tenemos cupos en algunos niveles de atención, los valores bordean los 250 000 pesos y las familias tienen la opción de elegir jornadas completas o tres cuartos dependiendo de sus necesidades; de igual modo, estamos gestionando los permisos necesarios para poder hacer convenios con empresas del sector”.

Como solución para el cuidado de los hijos, existe el artículo 203 del Código del Trabajo que exige que el empleador cuente con el beneficio de sala cuna para quienes lo requieran, pueden ser establecimientos educacionales externos o al interior de la empresa, esto es una obligación al tener 20 o más mujeres contratadas sin importar su estado civil o edad.

Además, los trabajadores dependientes o independiente que tengan el cuidado exclusivo de un menor y no cuenten con el beneficio de las salas cuna por parte del empleador, pueden optar a un subsidio mensual de 200 000 pesos por tres meses.

¿Qué medidas se van a tomar?

Frente al aumento en las listas de espera del sistema de salas cuna y jardines infantiles el Gobierno anunció que se establecieron como meta abrir 60 000 cupos, con la finalidad de disminuir el déficit existente en los servicios públicos de educación de párvulos.

Alejandra Navarrete, directora JUNJI Biobío, respecto al anuncio indicó que: “Existe el nuevo programa Más Aulas Verdes que busca incrementar la cobertura para sala cuna y nivel medio, que son los párvulos entre cero y cuatro años; nuestra propuesta a nivel regional son 8000 cupos, con foco en Los Ángeles que se encuentra priorizado con una brecha de más de 1500 niños, seguido de San Pedro de la Paz con 1490 y Talcahuano, estas tres comunas por el momento se encuentran con más necesidad de jardines infantiles”.

Según informa Suseso el Permiso Postnatal Parental puede ser traspasado al padre, pero actualmente en Chile sólo un 0,23 % ha realizado el proceso.
Créditos imagen: Eroski.

La situación del niño, que gracias a la malla de contención salvó su vida, refleja la gran crisis de madres y mujeres trabajadoras, que muchas veces deben elegir entre la familia o el área laboral, dada la escasez de salas cuna estatales y los exorbitantes precios de las privadas.

Se necesita legislar políticas públicas que no castiguen la maternidad y potencien la corresponsabilidad con el cuidado de los hijos; tampoco se puede juzgar a las personas que toman la opción de las guarderías clandestinas, pues muchas veces es la única posibilidad cuando se debe llevar el sustento a la familia y no se cuenta con redes de apoyo que, dicho sea de paso, son en su mayoría mujeres como abuelas, tías y hermanas.

Que las madres trabajadoras no puedan balancear su vida laboral y maternal es violento, no es justo que dejen sus puestos para dedicarse exclusivamente al cuidado de la familia; muchas han renunciado sin querer hacerlo, mientras que el otro progenitor puede explorar su vida profesional consiguiendo aparte una mayor estabilidad económica.

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