Nadie quiere jugar a ser la princesa que muere

«Los clásicos» siempre se han comprendido como una selección de elementos imprescindibles en sus respectivas áreas, como Madonna en la música de los años 80s o Christian Dior en la moda.

En el marco de esta definición, las películas animadas también tienen espacio, teniendo dentro de ellas su propio subgénero, de la mano ni más ni menos que de la glamurosa Barbie.

Y es que esta muñeca acompañó la infancia de muchos niños alrededor del mundo, siendo un recuerdo atesorado no sólo por ser un juguete, sino que también por haber brindado una colección de películas que hasta día de hoy se recuerdan, sobre todo porque al jugar, uno elegía ser ese personaje. Una de ellas es Barbie en el lago de los cisnes.

Esta cinta del 2003 está basada en el clásico de ballet «El lago de los cisnes», que cuenta la historia de Odette, una hermosa princesa que ha sido hechizada por un brujo, siendo un cisne blanco durante el día y recuperando su aspecto humano durante las noches.

Así lucía la portada del DVD de la película, el cual se transforma en reliquia a medida que pasan los años. Créditos: Filmaffinity.

Aunque mantiene a los personajes principales y la esencia de la historia, se criticó cómo la película desarrolla la trama, considerándola muy alejada de lo que es realmente, sobre todo porque Barbie ya había hecho adaptaciones de otras historias tradicionales como «El cascanueces» y «Rapunzel».

Lo que sucede con El lago de los cisnes es que es una tragedia, y si bien su final ha sido cambiado por diversas compañías de ballet, el original contempla la muerte tanto de la protagonista como de su príncipe. En la película, Odette y el príncipe Daniel se casan, cumpliendo una vez más con el final esperado de las historias de Barbie, además de eliminar el factor siniestro que podría haber incomodado a uno que otro espectador, independiente de su edad.

Así también, los elementos como los colores pasteles, los personajes de niños atrapados en cuerpos de animales, el unicornio y la música propia de la obra de ballet, la convierten en una historia mucho más amigable con la infancia. Esto logra mantener el conflicto principal, pero aún así acerca el tópico de la muerte que había sido ya explorado en años anteriores por películas como El rey León, Tarzán, e incluso Bambi.

De esta forma, cuidadosamente se pudo transmitir la obra, logrando una perfecta mezcla entre la tragedia mundialmente conocida con la reina de los cisnes, y la versatilidad, humor y trasfondo que sólo Barbie puede entregar. Es por esto que ahora, quienes crecimos con la adaptación de esta historia, consideramos esta película como un clásico de los años 2000, y pudimos jugar sin preocupaciones fingiendo ser la princesa Odette.

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