La crítica a la nueva música

Uno de los fenómenos culturales más presentes en la renovación generacional es sin duda la representación musical de las mismas, aquellas grandes bandas que eran mal recibidas por los padres de los 90’s hoy se convierten en los mayores escépticos a los nuevos sonidos resistiéndose al cambio alegado principalmente que ya no se requiere talento para ser artista olvidando haber recibido esos mismos comentarios en el pasado. 

Recientemente el vocalista de Korn, Jonathan Davis, se refirió a la escena musical actual y su crítica apunta al nuevo rol que toman los artistas cada vez más acompañados por equipos profesionales que complementan el trabajo del autor, “me gusta mucho el talento. Parece que la música ha pasado a un lugar donde no importa el talento. Se trata de lo talentoso que es el ingeniero para fingir todo”, señaló Davis. A la conversación también se sumó la voz principal de Evanescence Amy Lee “también se ha convertido en algo tan importante como las personalidades, ¿verdad? Siento que es como la nueva generación. Se trata más de una personalidad que de la canción en sí. He visto su Instagram, pero ¿qué es su música?”, añadió.

Ante estos dichos se transparenta la idea popular de que la música moderna no requiere un nivel de esfuerzo por parte del artista y que el verdadero trabajo se encuentra en producción pero ¿es eso cierto? Si bien, un hecho innegable es que la tecnología ha avanzado en pos de facilitar y dinamizar los procesos, también es utilizada como una herramienta con la cual difícilmente se contaba en el pasado, pues hoy los efectos y correctores de voz resultan una norma en la industria y un sinónimo de calidad.

En la actualidad aún hay artistas aclamados por su talento y técnica pese a que sus producciones incluyan arreglos de todo tipo y sumado a esto, también se enumeran grandes productores que son tan aplaudidos como los mismos intérpretes incluso al punto de lograr audiencias masivas en vivo y en plataformas.

Bizarrap, productor musical del momento con múltiples nominaciones a premios.
Fotografía: Canal de Bizarrap.

Es por esto que la evolución en la industria musical no es una amenaza para el talento, sino una posibilidad de expandir el mismo. La resistencia al cambio siempre ha estado presente en las generaciones consolidadas que mirarán escépticos a las nuevas mentes creativas. Los adelantos tecnológicos incluyen de manera intrínseca una subida en la exigencia del nivel por parte de los consumidores lo que obliga a los músicos independientes a convertirse además en productores e ingenieros de sonido para alcanzar el estándar y no suelen ser reconocidos por ese mérito.

Lo nuevo no tiene que ser malo y no todo lo viejo es bueno es una lección que a las pasadas generaciones le hará falta aprender mientras en cada casa aún se critique a los más jóvenes por escuchar ese “ruido” que se hace pasar por música moderna a juicio de los mayores.

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