Una carta para Chile desde Cuba

En la dictadura militar de Augusto Pinochet que perduró por 17 años existió una persecución cultural a todo lo que hiciera referencia a la ideología comunista. Músicos, escritores, poetas y distintos artistas nacionales sufrieron las consecuencias del golpe, y aquellos extranjeros con una marcada tendencia de izquierda no pudieron pisar tierra chilena por casi dos décadas.

Silvio Rodríguez fue el máximo exponente de la nueva trova, movimiento musical que surge tras la Revolución cubana liderada por Fidel Castro en julio de 1953 para derrocar la dictadura de Fulgencio Batista cuyo mandato se caracterizó por la defensa de los intereses liberales de los Estados Unidos. El cantautor fue la voz de este movimiento y su canción se transformó en el himno de todos quienes siguieron el socialismo en Latinoamérica.

En Chile no fue distinto y por eso Silvio lo retrató en su canción. El triunfo del socialismo en las elecciones de 1970 hizo que todo el mundo pusiera los ojos en el largo y angosto territorio. Salvador Allende fue el primer socialista a nivel global que llegó al poder en un país de manera democrática. Posiblemente la mayoría de los adherentes de Allende (sino todos) admiraban la obra del cubano. Aún más probable es que los opositores al gobierno socialista no se deleitaran con las canciones del cubano.

El 11 de septiembre de 1973 Santiago de Chile fue el epicentro de un quiebre político, social y cultural que venía dado por un movimiento militar promovido por los Estados Unidos en gran parte de la región latinoamericana. Todo esto en el marco de la guerra Fría que enfrentaba la ideología capitalista con el avance del comunismo en el continente. El levantamiento perpetrado por algunos de los altos mandos de las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad se llevó a cabo con el propósito de finalizar con el gobierno socialista de Salvador Allende y con la crisis económica y social que atravesaba el país, transformándose en un momento muy oscuro y violento de la historia de Chile.

Tras 17 años sin visitar Chile, Silvio Rodríguez vuelve a Santiago a 20 días del fin de la dictadura con un emotivo concierto en el Estadio Nacional.
Fotografía: Ernesto Fernández

El mismo 11 de septiembre, después de que los militares en Chile bombardearan el palacio La Moneda, el trovador cubano Silvio Rodríguez escribía una carta que llevó por título “Santiago de Chile”, una poesía que quedaría plasmada en la historia de la música latinoamericana. Aquel día del golpe Silvio describió, como una premonición, lo que se viviría en las calles, no sólo de Santiago, sino de muchas ciudades chilenas. Bombas que desataban el llanto, el humo sempiterno, el exilio y la distancia, la muerte presente por todos lados, “niños mendigos de la madrugada y el deseo de cambiar cada cuerda por un saco de balas”.

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