Ludopatía en Chile: cuáles son las consecuencias de una poca regulación en casinos físicos y online

Apuestas, sorteos, juegos y azar son algunas de las actividades preferidas de las chilenas y los chilenos a la hora de buscar entretenimiento, ya sea comprando la lotería en su almacén más cercano o visitando una instalación con una amplia oferta de tragamonedas en las afueras de la ciudad. Sin embargo, la poca fiscalización y la gran concurrencia de público, puede generar un escenario idóneo para desarrollar complicaciones en la salud mental.

Por Valentina González y Raimundo Jury

Los juegos de azar y casinos de apuestas en Chile (con y sin regulación legal) ya son parte de la escena cultural del país hace más de 90 años. Ruletas, blackjack, máquinas de tragamonedas, bingos y otras muchas atracciones pueden invitar a los asistentes a una jornada de entretención dentro de la ciudad. Sin embargo, no son del todo positivos e inofensivos como parecen, ya que este tipo de centros de dispersión podrían fomentar el aumento de enfermedades mentales. En concreto, la ludopatía. Según un artículo publicado por el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, este problema se caracteriza por ser una adicción que se manifiesta en las personas cuando pierden el control sobre estas inversiones.

De acuerdo a la Superintendencia de Casinos de Juegos, comisión estatal que se encarga de la regulación, autorización y supervisión de la industria de entretenimiento en el territorio nacional: “solo pueden funcionar 24 casinos de juego, excluyendo a la R. Metropolitana donde no se pueden instalar; y a la comuna de Arica que se rige por una ley especial que no limita su número (Ley 19 669)”. Además, esta normativa establece que en cada región puede existir un máximo de tres recintos y uno como mínimo, los que no deben estar ubicados a una distancia vial inferior a 70 kilómetros.

Juegos fuera del marco legal

Existen otros tipos de recintos donde se ejerce la actividad, pero sin regulaciones legales ni permisos vigentes. Cabe mencionar que mantener una sala con máquinas de azar sin estar autorizada es un delito. Así lo indica la abogada Katherine Miranda, quien añadió que “los llamados bingos o juegos de casinos populares necesitan, como todo juego de apuestas, una facultad legal. Es decir, si no hay una ley que los apruebe, no pueden funcionar en nuestro país”.

Además, señaló que la Constitución indica que solo son materias de ley las que autoricen establecimientos de hipódromos, loterías y apuestas en general. En este caso, se está frente a una serie de juegos de azar, por lo tanto, estas instalaciones requieren una norma de tal rango. Siguiendo la misma línea, agregó: “es un acto que emana del Congreso Nacional más la potestad legislativa del Presidente de la República. No existe una norma que los posibilite para funcionar. En resumen, todos los casinos populares son absolutamente ilegales”. 

Respecto a informaciones entregadas por el diario La Tercera, se calcula que sólo en Chile se mueven 150 millones de dólares en el mercado de las apuestas online. Foto: Pavel Danilyuk.

Entonces, ¿por qué hay tantos casinos populares en medio de la ciudad? Estos lugares no cumplen con las regulaciones en su totalidad, pero funcionan de facto en nuestro país. Su presencia es únicamente posibilitada por la escasa fiscalización municipal. Incluso, algunas alcaldías entregan permisos comerciales en busca de financiamiento. En ese sentido, aunque no se hacen mayor cuestionamiento, bajo el punto de vista legal significa que obran fuera de la legislación. ¿Arriesgan alguna sanción? Sí, pueden ser denunciados por la misma municipalidad ante los Juzgados de Policía Local, pudiendo ordenar su cierre e imponer una multa a beneficio fiscal. Así, puede verse que, dentro de muchas otras ilegalidades, hay acciones que se hacen en contra de la ley, pero que nadie se ocupa en realizar algo al respecto. 

“Existe un público de entre 35 a 60 años que se junta a diario desde aproximadamente las siete de la tarde hasta las 23:00 horas, que corresponde al cierre del local. Solo van a jugar y pueden estar toda la tarde ahí”.

Natalia Torrejón, trabaja con máquinas tragamonedas en negocios y almacenes de pueblos pequeños.

Sitios online para apostar

Si bien las licencias para que los casinos estén vigentes en Chile se mantienen desde el 2005, tras la pandemia muchos centros de juegos de azar decidieron cerrar sus puertas debido a la nula asistencia de público por el escenario sanitario y su respectiva peligrosidad. Ante esta situación, las apuestas en formato virtual se convirtieron en la nueva alternativa de las instituciones. A partir de este impulso obligatorio, se visitan desde la comodidad de los hogares a través de medios tecnológicos, convirtiéndose en uno de los pasatiempos preferidos de los chilenos.

Existe una gran oferta de sitios para apostar, los que se adaptan a todos los gustos de los jugadores. El sitio web El Mostrador elaboró un ranking de diez alternativas online, basado en las opiniones de especialistas en la materia, los que evalúan diversos factores como la seguridad de la aplicación, el servicio al cliente, los modos de juegos y los bonos disponibles. El listado es encabezado por: Spin Casino, Jackpot City, PlayUZU, Bodog Casino y Royal Vegas

«Me gusta apostar en juegalo.com o 1xbet. Cuando puedo, aparto un poco de dinero y pruebo suerte por si puedo generar más plata de ello. Siento que me relajo cada vez que lo intento».

Antonia Pérez, jugadora habitual.

De acuerdo a un artículo publicado en El Dínamo, medio digital nacional, los juegos de azar virtuales que operan en el país funcionan con un permiso del Estado. Sin embargo, aún no se encuentra en vigencia una ley que los regule de forma directa. Según informaciones manejadas y entregadas por el portal Derecho Chile: “es posible jugar a casinos con licencias en el extranjero sin que esto implique ningún tipo de sanción por parte de las administraciones”.

Conforme al Diario de Antofagasta, la tendencia de los casinos online seguirá creciendo en 2023. Foto: Yan Krukov.

Benjamín Sepúlveda, quien fue jugador habitual de Coolbet y Betano (ambos casinos online), contó que pudo percatarse que de a poco estos tipos de entretenimientos consumen a las personas. “Decidí dejar de jugar. Logré controlarme, ya que si seguía, yo sabía que podría significar un problema a futuro”. Respecto al mecanismo de acción que tienen en los usuarios estas formas de adicciones, aseguró que “es muy fácil caer en ello. Siempre está la tendencia [de adquirir conductas ludópatas] porque los juegos están diseñados para atraparte. Aunque digan que no, así es”.

Entretenimiento o adicción: ¿cuáles son los márgenes?

De acuerdo con un artículo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, un 2 % de la población chilena padece de ludopatía, enfermedad que se manifiesta en un aumento progresivo de sus apuestas y que, al mismo tiempo, presentan efectos negativos en sus vidas como deudas, engaños, fraudes, entre otros, debido al juego.

Laura Iturra fue crupier por 10 años en un reconocido casino. Por temas de confidencialidad se le asignó un pseudónimo. Según comentó, en su paso por el empleo vivió experiencias fuertes, las que incluso provocaron que necesitara atención psicológica. Iturra agregó que “existen ciertos juegos, como el de la ruleta especialmente, en los que las apuestas que puedes perder en un tiempo reducido son de cifras superiores a los siete dígitos. Por ejemplo, tres millones en cinco o diez minutos (…) Hay quienes piden el ‘exclusivo’, un lugar privado donde solo se encuentra la máquina de azar, el supervisor, el encargado de dirigir la partida y el jefe de salón. En esos contextos, he visto a usuarios, claramente ludópatas, tener pérdidas enormes, ya sea en dinero o propiedades. Sin embargo, siempre vuelven, aunque lo pierdan todo”.

¿Cuándo se debe consultar con un profesional? Según el psicólogo clínico, Gerald Lara, una persona que no tiene conductas asociadas a la ludopatía establecería un límite. En cambio, quienes sufren de problemas ligados al consumo de estos entretenimientos, tienen el impulso de seguir jugando, ya que quieren recuperar su dinero. “Cuando estás viendo que los juegos empiezan a interferir en tu vida social o económica. Si dejas de asistir a eventos con otras personas porque prefieres ir a apostar, o priorizas esta acción antes que comer o gastar los recursos en las necesidades vitales, debería encender todas tus alertas”, explicó Lara.

Además, destacó que sí existen múltiples formas de trabajar este comportamiento en pos de la salud, pues hay diversas técnicas y desde variados puntos de vista del campo de la psicología. “Lo más general es psicoeducar al individuo. Acompañarlo, educar al respecto y a su entorno cercano, ya sea a sus amistades o familia. Dependiendo de los enfoques y teorías que adapte el psicólogo, el tratamiento se puede interferir de diferentes maneras, ya que las causas son multifactoriales. Puede ser algo simplemente momentáneo, o más grave, como un trauma de la infancia sin resolver”. 

El psicólogo Gerald Lara afirma que la adicción puede interferir en las relaciones interpersonales, en el trabajo, e incluso, provocar otras adicciones. Foto: Aidan Howe.

Otro riesgo que corren aquellos usuarios que sufren de esta complicación, suelen ir asociados a problemas de adicción, como las drogas. “Lo que falla en las personas es el mecanismo de control. La ludopatía, al igual que los estupefacientes, provoca que no sea suficiente con apostar una o dos veces. En su defecto, cada vez se requiere más intensidad en el juego para secretar serotonina y que consigan experimentar el mismo placer que sentían en los primeros acercamientos al azar, tal como ocurre con otras dependencias”, agregó el psicólogo.

Según un estudio de la Corporación de Juego Responsable, el 80 % de ludópatas en el país son de género femenino entre los 31 a 40 años. Además, los resultados evidencian que los hombres prefieren los juegos de azar y casinos, mientras que las mujeres, tienen una mayor atracción por las máquinas tragamonedas.

En resumen, los casinos y casas de apuestas, ya sean físicas u online, siguen siendo unos de los principales atractivos de entretenimiento en el país. En estos existe una delgada línea entre jugar por diversión y caer en un trastorno psicológico grave, como lo es la ludopatía. Debido a las pocas regulaciones, hay quienes pierden todo, principalmente, en el ámbito económico. No obstante, los daños colaterales llegan a ser familiares, laborales, sociales y mentales.

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