El comienzo de la vida adulta es una montaña rusa de emociones, vivencias y descubrimientos que quedan en nuestra memoria por toda la vida. Eso es lo que quiso transmitir Mindy Kaling, guionista de la serie The Office, quien da vida a la nueva propuesta de HBO “La vida sexual de las universitarias”, una comedia especial para aquellos días que solo quieres descansar con una buena maratón.

Con una trama realista, “La vida sexual de las universitarias” presenta la cotidianidad de cuatro diferentes chicas que comparten habitación durante su periodo de estudios en una prestigiosa universidad de Nueva Inglaterra. Temas profundos como llegar a un nuevo lugar con un entorno diferente, responsabilidades y adaptarse a cambios desde muy joven, son abordados desde la perspectiva de muchos estudiantes que han tenido que emigrar de casa.

Durante veinte capítulos, distribuidos en dos temporadas, vemos como las diferencias sociales, estilos de vida, lucha de ideales y de las expectativas que tienen las familias de las protagonistas se reflejan en los diálogos e historias que van sucediendo. La serie se esfuerza por exponer cómo es el proceso de crecimiento personal al convertirse en adulto, mostrando a sus protagonistas en diferentes problemas de los que deben ser capaces de sobrepasar.

La narrativa feminista está presente en cada capítulo, principalmente ya que las protagonistas no son perfectas ni tampoco desean serlo. A lo largo de la serie se visibilizan situaciones incómodas que son comunes en el día a día y que los personajes deben enfrentar, pero siempre con un toque de humor que se apoya sutilmente en lo satírico, posibilitando que se aborden ciertos contextos sin la necesidad que se vean forzados.

A diferencia de otras series de adolescentes, no existe la clásica pelea de chicas que compiten entre sí por un hombre, es más, esto pasa a segundo plano, ya que se enfocan en el apoyo mutuo y en alegrarse por los logros de la otra. En realidad, el programa refleja que los tiempos cambian, por lo que, las disputas entre mujeres y situaciones forzadas para dejar mal a una compañera ya no son un contenido utilizable.

En gran parte de la serie se demuestra la química que existe entre las protagonistas, conectándolas con situaciones difíciles, tales como las frustraciones, inseguridades y complejos. Además, se presentan escenas orgánicas, donde las actrices logran conectar con el espectador desde el primer capítulo y convirtiéndolo en una chica más viviendo con ellas.

Una serie divertida, refrescante, ligera y que al mismo tiempo trata temas interesantes para las generaciones jóvenes, evidenciando cómo es la universidad desde un punto de vista feminista dentro de un grupo muy diverso.