Cuidar el sueño: los efectos de los malos hábitos al dormir SaludPor Constanza Parra - 15 marzo, 2024 Dormir bien tiene implicancias en nuestro rendimiento, aprendizaje, salud física y salud emocional, por eso es importante entender la importancia y funcionamiento del sueño. Hace solo unos días se recordó el Día mundial del sueño. Esto se transformó en una buena instancia para recordar la existencia de ciclos de sueño y cómo estos se ven afectadas por los buenos y malos hábitos de sueño. Establecer horarios para dormir bien Según la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño los niños de 6 a 12 años deben dormir de 9 a 12 horas. Los adolescentes de 13 a 18 años deben dormir de 8 a 10 horas. Los adultos no deben dormir menos de 7 horas por noche, lo que está muy lejos de la realidad de la población adulta. La relevancia de entender que dormir es un proceso mucho más complejo que cerrar los ojos cuando se está cansado radica en que el cerebro, luego de cierto periodo de tiempo en estado de semi vigilia , comienza a prepararse para el día siguiente. Finalmente, cerca de los 90 minutos durmiendo, comienza a seleccionar y almacenar la información aprendida ese día. El tener un ambiente poco propicio para descansar, como estar en ambientes ruidosos, roncar, haber estado expuesto a pantallas, dormir en horarios iluminados o sencillamente no dormir las suficientes horas y ciclos de sueño recomendado, trae problemas a muchos aspectos de la vida. A largo plazo no dormir bien repercute en la salud física y la salud emocional, afectando con enfermedades crónicas y complicaciones de memoria. A corto plazo con el agotamiento diario y la dificultad para aprender. Seguro has escuchado hablar de los ritmos circadianos, este es un tema que se ha oído bastante en el último tiempo. Básicamente es el entender que nuestros horarios no son una cuestión que se pueda diseñar a las necesidades de nuestras rutinas. Se propone que los seres vivos están biológicamente configurados para funcionar en los horarios que la luz de las 24 horas del día nos proporciona. El Instituto Nacional de Ciencias Médicas Generales explica que los cambios en este sistema natural de 24hrs “pueden causar trastornos del sueño y producir otras afecciones médicas crónicas como obesidad, diabetes, depresión, trastorno bipolar y trastorno afectivo estacional” Lamentablemente la tecnologizada y acelerada sociedad actual no hace de la regularización del sueño una tarea fácil, pero si hay pequeños cambios que pueden ayudar . Es importante que las personas vean el sueño como una parte esencial y deseable del día, no como un extra o una obligación. Para ello lo que se recomienda es establecer horarios claros, tanto al momento de acostarse como de levantarse, sobre todo cuando se cuenta con esa disponibilidad de tiempo, porque no tiene beneficio el llevar una semana laboral con horarios estrictos y el viernes o sábado por la noche desvelarse en una maratón de series. Posponer las horas de descanso tambien es un problema. La psiquiatra Margarita Reyes Zúñiga, de la Unidad de Medicina del Sueño del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias mexicano lo explica. No dormir aumenta los niveles de adrenalina, generando un estado de alerta que aumenta el estrés, la irritabilidad y angustia. En consecuencia, no dormir perjudica gravemente la salud física y la salud emocional.