Personas que inspiran: Cristian Monsalve

Cristian, capitán Sexta Compañía de Bomberos de Talcahuano

Un día típico en el Gran Concepción, la temperatura era fría, sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos se asomaba un espléndido sol entre las nubes. En una agradable conversación, Cristian, actual capitán de la Sexta Compañía de Bomberos de Talcahuano, contó a través de sus relatos su vida, experiencias y emociones.

“Los sueños sí se hacen realidad, para eso hay que trabajar mucho”, dijo Cristian Monsalve Chaparro, un hombre noble, sencillo y con un corazón lleno de ganas de ayudar al prójimo. Nació y fue criado “en el antiguo Hualpencillo, hoy comuna de Hualpén. Luego mis papás se trasladaron al sector de Los Cerros de Talcahuano, desde ahí he vivido en esta comuna”, comentó.

Memorias de la infancia

Cristian recuerda con nostalgia su niñez: “Cuando tenía 11 años siempre encontraba la oportunidad para salir a jugar con mis amigos. En el verano, cerca de donde vivía, constantemente se producían incendios de pastizales. Con mis amigos jugábamos a los bomberos, llenábamos botellas con agua e íbamos a apagarlos antes de que llegaran. Esas cosas no las sabían mis papás, porque era riesgoso”, relata.

Es el tercero de cuatro hermanos, hijo de Gloria y Miguel. Cursó sus estudios secundarios en el Liceo Industrial Juan Antonio Ríos, ubicado en Talcahuano, donde se graduó de Técnico Nivel Medio en Mecánica Automotriz, no obstante, solo ejerció esta carrera un par de años debido a que “la paga no era muy buena”, comenta.

Desde temprana edad presentó interés por el trabajo bomberil. Fotografía de archivo de Cristian Monsalve

“Amigo de mis amigos y tranquilo”

Una persona de casa, le encanta pasar tiempo con sus cercanos y disfrutar de los momentos simples que le regala la vida. Su pasión son los bomberos, salir a emergencias y estar al servicio de la comunidad sin esperar nada a cambio. Además de eso, disfruta de andar en bicicleta, salir a correr, hacer trekking y ver películas.

Cristian es un amante de coleccionar, guardando singulares objetos que atesora con mucho cariño. Sus colecciones se componen de carros de bomba a escala, parches de bomberos de diferentes partes del mundo y su más reciente adquisición, vinilos. 

Su familia, su inspiración

Francisca y Cristian son voluntarios de la Sexta Compañía de Bomberos de Talcahuano. Fotografía por Cristian Monsalve

Su voz se llenó de alegría cuando contó que este año se convirtió en papá, un nuevo capítulo para su historia de vida, una labor completamente nueva. Con 36 años nació su hija, Mía Aurora, quien actualmente tiene dos meses, “ha sido algo nuevo, distinto y difícil porque a nadie le enseñan a ser papá. Estoy en una etapa donde aprendo constantemente, hay días buenos y días malos, pero todo es aprendizaje”, comenta.

Su familia es su motor fundamental. La madre de su hija es Francisca, con quien mantiene una relación amorosa y, además de coincidir en su amor por Mía, también comparten el amor bomberil, puesto que ella también es voluntaria de la institución.

“El tener a Mía me inspira a querer ser buena persona, darle una buena enseñanza, una buena educación y demostrarle el amor que siento de ser bombero. Que conozca esa realidad”.

Cuenta con emoción.

Forjando su futuro: el camino de la vida

Después de recibir su título de Técnico Nivel Medio en Mecánica Automotriz, Cristian decidió estudiar Técnico en Enfermería en el Instituto Virginio Gómez. Buscando una carrera que se complementara con su labor bomberil, se unió al área de la salud, “ahí trabajé un tiempo, sin embargo, con esa carrera también me pasó lo mismo, me costó mucho encontrar trabajo y no era algo permanente”, relata. 

“Gracias a los bomberos encontré mi camino”.

Destaca con felicidad.

Siguiendo con sus estudios, Cristian postuló a la Escuela Técnico Aeronáutica. Institución en la cual quedó, por lo que tuvo que emprender vuelo y emigrar desde Talcahuano a la ciudad de Santiago. Ahí comenzó su carrera como Técnico de Nivel Superior en Seguridad, Salvamento y Extinción de Incendios en Aeronaves (SSEI). “La carrera en resumidas cuentas es bombero profesional de aeropuerto”, explica.

Una vez finalizada la carrera de SSEI, siguió volando por el viaje de la vida, es así como fue destinado al sur del país, específicamente al Aeródromo Guardiamarina Zañartu, en la ciudad de Puerto Williams, ahí trabajó, desarrolló experiencia y ahorró dinero. Tiempo más tarde, fue destinado al Aeropuerto Carriel Sur, lugar donde se desempeña hoy en día. Además, “para complementar, estudié Ingeniería en Prevención de Riesgos”, señala. Sumando un nuevo título en su camino profesional.   

Pasión bomberil: guardián de Los Cerros

“Para mí, bomberos lo es todo, porque fue una guía para lo que soy hoy”, Cristian comenzó a prestar sus servicios a la Institución un 16 de octubre de 2002, con tan solo 13 años. Recuerda con emoción cuando, estando en octavo básico: “Un compañero mencionó que la Compañía de Bomberos de Los Cerros estaba recibiendo jóvenes para pertenecer a la brigada. Yo no lo dudé en ningún minuto y me fui a presentar, desde aquel día no me he ido nunca”, cuenta.

La Sexta Compañía de Bomberos de Talcahuano tiene especialidades en rescate y forestal. Fotografía por Sexta Compañía de Bomberos de Talcahuano

“Gracias a esta Institución pude conocer algo que realmente me gusta. Desde el día uno mis compañeros me comenzaron a enseñar cosas, entre ellas, técnicas de primeros auxilios y el rescate de personas”, relata. Además, cuenta que la pasión por los bomberos fue su motivación para estudiar algo relacionado con el área, carreras que le sirvieran de complemento para sus servicios como voluntario.

Emociones y adrenalina al límite

Un antes y un después, suena la sirena, las experiencias que se van a vivir son impredecibles, todos los días son un misterio para Cristian. Un libro abierto, lleno de historias por contar. Así se podría describir a este rescatista, quien tiene un vasto contenido con hojas y hojas de emergencias que han marcado su vida.

“Una de las situaciones que dejó una huella en mi memoria, fue cuando tenía cinco o seis años de bombero, se trataba de una emergencia en altura, ya que nos especializamos en el área de rescate técnico con cuerdas. La situación ocurrió cuando unos chicos estaban bebiendo alcohol en el sector de los Lobos Viejos, Talcahuano. Cuando uno de estos jóvenes, al estar en estado de ebriedad, fue a orinar en donde había un risco, cayendo desde aproximadamente 80 metros de altura hasta quedar atrapado en rocas que estaban debajo del mar», comenzó.

«Al llegar al lugar, las personas que lo fueron a ver nos dijeron ‘el chico ya está muerto’. De esta manera, el teniente a cargo me envió a verificar los dichos, ya que sabía que contaba con conocimientos en el área de la salud. De esta manera, bajamos por un sendero que daba al risco del sector de la playa», añadió.

Afortunadamente, la historia no tuvo un final triste. «Fue ahí cuando me percaté de que el joven estaba vivo, pero inconsciente. Con múltiples fracturas, en casi todo su cuerpo, así que informé a mi oficial a cargo y tuvimos que realizar un proceso bien complejo porque lamentablemente la zódiac de la Armada no pudo llegar a la playa, porque el mar estaba muy complejo. Tuvimos que hacer varias maniobras de cuerdas para poder sacarlo de entre las rocas. Fue un rescate muy largo, aproximadamente tardamos entre seis u ocho horas. Afortunadamente, pudimos sacar vivo al joven, luego lo entregamos al Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU). Recuerdo que esa noticia salió al día siguiente en el diario, el cual conservo entre mis recuerdos”, relata.

Enseñanzas de una misión compleja

Las emociones y la adrenalina se convierten en conceptos que van de la mano con el trabajo bomberil: “Hay que ser fuerte, no cualquiera es bombero, pero es una excelente experiencia. Hay que tener paciencia, estudiar mucho porque los bomberos nos capacitamos siempre, hay muchos cursos. Tenemos que estar siempre adquiriendo nuevos aprendizajes para ayudar a las personas», reflexiona.

«Cuando una persona te dice gracias por haber salvado a su hijo o gracias por haber salvado su casa, eso no tiene valor”.

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Cristian se encuentra constantemente realizando cursos y capacitaciones para servir a la comunidad. Fotografía por Sexta Compañía de Bomberos de Talcahuano

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