Las Inteligencias artificiales ya están reemplazando personal en la industria del arte. ¿Qué tan ético es realmente el usarlas?

Desde hace alrededor de dos años se ha popularizado el arte hecho por IAs (Inteligencias Artificiales). Cómo es lógico, este asunto ha traído consigo una serie de problemas y debates en torno a lo ético que es usarlas, o sobre si lo generado por estas IAs puede considerarse arte.

¿Qué es el arte?

Lo primero que se debe hacer es definir qué se entiende por “arte”. Según la RAE, “arte” se define como “manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros”. 

En principio, la palabra “humana” ya separa lo hecho por una IA de lo que podría considerarse arte. No obstante, esto por sí solo no es suficiente, ya que lo que se considera arte también puede variar para cada persona.

Milla, licenciada en Artes Visuales y estudiante de Gestión Cultural dice que, para ella, el arte es “cualquier cosa que se haya creado con la intención de serlo, o que logre crear emociones o invite a reflexionar al espectador”. Por su parte, Javiera Saavedra, estudiante de ilustración y diseño gráfico en DuocUC, dice: “Para mí el arte es todo lo que tenga esencia propia, vida, o sentimiento (…) es todo lo que habla por sí solo, es lo que me transmite algo, (…) y que me provoque algún sentimiento o sensación”.

¿Cómo funcionan las IAs?

A continuación, se tiene que ver cómo es que funcionan las IAs, sobre todo las que generan ilustraciones. Según Domestika.org lo que puede hacer una IA en específico depende de su algoritmo. En el caso de las IAs de arte suelen consistir en el procesamiento de imágenes y el reconocimiento de algunos aspectos como color, textura, y texto. Luego, estas mismas editan imágenes ya existentes o “generan otras nuevas”.

Este es precisamente, el tema ético más cuestionado del asunto, y es que las IAs, para ser desarrolladas, deben recibir un banco de imágenes del cual aprender. Imágenes cuya autoría no les pertenece. En otras palabras, las “roban” para modificarlas.

¿Puede considerarse arte a las imágenes generadas por IAs?

Este es el quid de la cuestión, y una de las cosas que más debate ha generado en torno al tema. Para Javiera, la respuesta es simple: un rotundo “no”.

“No, no, y no. Jamás serán artistas, y jamás sabrán lo que se siente serlo. Nunca sabrán lo que se siente crear algo desde cero, y trabajar arduamente en ello. No saben qué es darle vida a algo desde el blanco, por eso jamás serán artistas”, afirma.

Para Milla, la respuesta es un poco diferente. “Lamentablemente, y bajo la definición que detallé antes, sí lo son, ya que las personas buscan crear imágenes con el propósito de que sean arte, con un foco en la visualidad más que en la conceptualización de la idea representada”, dice. No obstante, Milla también piensa que las IAs nunca podrán reemplazar la esencia humana del arte.

“Yo sé que el alma del arte no podrá ser nunca replicada por una máquina (…) Una máquina no puede dotar de sentimientos a una imagen porque claro, puedes pedirle que lo haga, pero no es una persona con experiencias de vida que la hagan ver el mundo de manera subjetiva, así que la respuesta que te dé estará siempre carente de alma”.

Matías Henríquez, estudiante de Artes Visuales, piensa de manera similar. “Nada puede igualar a la creatividad de un ser humano pensante, con experiencias, motricidad, sentimientos y sensaciones propias”, dice.

¿Cómo afecta a los artistas el uso masivo de IAs generadoras de imágenes?

Por desgracia, e independiente de lo anterior, para los ilustradores la masificación de las IAs trae consigo varias consecuencias negativas. Una de ellas es que la gente que busque ilustraciones para algún proyecto recurra a estas en lugar de contratarlos a ellos debido a el costo reducido (muchas veces gratuito) que proporcionan las IAs.

“Las empresas aman pagar menos, y hay gente que prefiere lo mismo”, dice Javiera. “Ellos piensan que pueden lograr la misma calidad por pagar menos y mucho más rápido. Es realmente triste y habla mucho de la persona que comisiona”.

Incluso, hay ocasiones en que los mismos artistas afirman usar IAs por ciertos motivos.

“Yo misma he recurrido a imágenes generadas con IA en lugar de comisionar a otros artistas cuando he querido ver mis diseños en otros estilos”, confiesa Milla. “Las IAs acercan el arte estéticamente placentero a las personas, y muchos jóvenes artistas pueden verse desmotivados de seguir, sabiendo que podrían tener mejores resultados y más rápido usando una IA”.

Una situación que perdurará

Para bien o para mal, es probable que estas IAs de imágenes hayan llegado para quedarse. Algunos artistas, independiente de su postura hacia ellas, han decidido aceptarlas como una herramienta más de su oficio. “La IA es tan útil como una cámara fotográfica”, dice Matías. “Pueden ser herramientas de desarrollo hiper útiles, si se usan éticamente”.

Aun así, no es de extrañar que la mayoría de los artistas las vean con recelo, y con razones más que justificadas. Solo el tiempo dirá si acaban siendo aceptadas o no.