En los encuentros vibrantes dentro del gran Concepción, una de las actividades preferidas por la población es ver fútbol. Sin embargo, existe un grupo que emergen como protagonistas de la previa, son vendedores incansables que llevan un testimonio de alegrías y penas entre la multitud. Su trabajo sin duda es el reflejo de una lucha diaria para sustentarse económicamente.

Un día distinto es lo que se vive en Talcahuano, donde Huachipato haría su debut en la Copa Libertadores de América en el reconocido Estadio CAP. En las horas previas al encuentro, una multitud de hinchas hacen tiempo antes del comienzo del partido. Los comerciantes empiezan a acomodar sus puestos de trabajo y también transmiten su energía para anticipar la fiesta futbolera.

En el largo trayecto por la avenida Desiderio García, existen diferentes tipos de negocios. Desde las clásicas sopaipillas y empanadas hasta camisetas, bufandas o distinciones del equipo local.

El sacrificio siempre obtiene recompensa

Para los comerciantes ambulantes, el fútbol va más allá del negocio; es una forma de vida, un camino que recorre con cada gesto, en una sonrisa o junto a un saludo. Marcos Sazo, es uno de muchos quienes, que en diferentes partidos están esperando con mucha expectativa las ventas que se puedan realizar en estos tipos de eventos, el manifiesta lo primordial que es ir a ofrecer sus servicios y analiza un poco lo que significa la venta en partidos con alta convocatoria en comparación a uno regular: “Es relativo lo que se pueda vender, a veces es bueno y otras se pone muy lento. Hoy es un día distinto, netamente es por la aglomeración de gente, pero de todas maneras igual luchamos para surgir”.

Los precios que imponen los negociantes se acoplan al alcance del dinero que pueda sustentar la gente. Marcos nos da a conocer lo que significa para ellos ser empáticos con el cliente y recomienda siempre usar lo físico antes que lo digital: “Cada uno de nosotros sabe lo que el cliente se esfuerza, a lo que usamos un razonable valor en los productos. Para hacer más cómodo el proceso, siempre usamos el efectivo, pero de todas maneras usamos las máquinas electrónicas”.

Un apoyo que no es visible

No todo es felicidad para los negociantes. La regularización es un tema que siempre pone trabas para ejercer la noble labor. Cada permiso que otorga las diferentes municipalidades a lo largo de nuestro país llega a ser un dolor de cabeza para ellos. Natalia Cerda es una joven emprendedora que lleva escaso tiempo en este rubro comercial. Ella nos indica que muchas veces fiscalizan sus labores y es muy poco el apoyo que dan, además su queja principal es la nula respuesta por autoridades:” Hemos intentado sacar los papeles correspondientes, pero por parte del municipio el sistema tarda mucho. Me gustaría que fueran más compresivos y que nos colaboren para no seguir teniendo problemas”.

El proceso puede ser un poco lento. Pero para ellos, las ventas siguen siendo importantes. Productos que pueden terminar en un buen recuerdo y momento familiar. Carabineros y fiscalizadores están en constante observación, aunque no enfocados en retener sus labores.

El comercio nos lleva a ser un nómade

En Concepción o en Talcahuano, sin importar el día ni la hora, ellos estarán ahí. Cada momento que se llega a vivir fuera de un estadio, la oportunidad es algo que no desaprovechan, pensando en que las ventas deben surgir y también de transformarse en guardias de un recuerdo. Mauricio Rojas, es un hombre que lleva mucha experiencia recorriendo estadios. Él junto a su señora han estado presente en diferentes recintos para que las personas disfruten. El vendedor comenta que este tipo de negocios son netamente para sustentarse económicamente y que, sin darle importancia a la temporada, hay que estar siempre presentes: “El negocio fluye, hay ocasione que es diferente en otros sectores. Muchas veces sentimos represión por parte de Carabineros, pero nosotros luchamos de igual forma para sacar adelante nuestro trabajo”.

Sin duda que los vendedores ambulantes, han demostrado que son parte del folclore que nos da el fútbol. Son historias que cautivan y que motivan, pero a la vez nos muestra el sacrificio de aquellos que, con una simple sonrisa, hacen de la visita al estadio, algo más interesante. Las labores, no solo añaden color de experiencia deportiva, sino también reflejan el espíritu de emprendedor de quienes enfrentan desafíos partido tras partido en busca de un sustento digno.

Son testigos privilegiados de las emociones más intensas, de los lazos profundo que provocan este maravilloso deporte y que algún día debe recobrar con una recompensa por parte de quienes compran sus productos. Autoridades y fiscalizadores que deben precaución para atender diferentes tipos de casos. Momentos que puede ser una ayuda y un servicio grato para una comunidad, que vive al ritmo del balón junto a la intensidad que se da en cada encuentro deportivo.