Perros de raza: el maltrato disfrazado de belleza

La cría y cruza selectiva afecta a la calidad de vida de variados perros de raza, como pugs, salchichas y chihuahuas. Entre las problemáticas a causa de estos hechos en los animales, se encuentran complicaciones en el tracto respiratorio, obesidad y enfermedades dentales.

La reproducción selectiva de distintos perros es una práctica que se ha realizado constantemente desde hace miles de años. Las razones, principalmente, son la estética y el cumplimiento de tareas específicas, como la caza. De esta forma, intenta alcanzar estándares y características dependiendo de la raza. No obstante, las consecuencias de dichas selecciones los han hecho más propensos a enfermedades y malformaciones.

Según la médica veterinaria, Fernanda Rojas, “si hablamos específicamente de pugs o bulldogs, sinceramente, son especies que no deberían existir. Estos han sido modificados a lo largo del tiempo para ser bellos y lo único que se ha logrado es que sean perros enfermos”.

A esto, se le agregan las distintas prácticas utilizadas para adaptar mascotas con la finalidad de ganar concursos de belleza canina. Algunos ejemplos de estas son las cirugías para acortar colas y orejas, las cuales, conforme a lo dicho por Fernanda, “son parte de su anatomía y es ilógico que la gente, por un fin atractivo, quiera cambiarlas”.

Según el sitio de El País, el concurso de la 144 edición del Westminster Kennel Club, «se trata del segundo evento deportivo más antiguo del país (EE. UU.), detrás del Derby de Kentucky. En esta edición han concurrido más de 2.600 perros de 205 razas y 20 países».
Foto de WONG MAYE-E (AP).

Estética más allá de la funcionalidad

La belleza y armonía visual de distintas razas de canes, ha sido un factor determinante en la cría y cruza selectiva de estos. En el caso de los pugs, su estructura facial braquicéfala es una característica que se ha trabajado cautelosamente con el objetivo de cumplir con un estándar completamente estético.

El síndrome braquicéfalo hace que, anatómicamente, estos animales tengan un hocico más corto en comparación a otros. Además, presentan ciertas peculiaridades, como un paladar blando y alargado, junto a narinas más estrechas que en otras especies.

El propósito de estos cambios en su estructura es crear una apariencia que provoque ternura. De esta forma, lo que transmite esta cara achatada genera un alto interés en sus compradores y, en ciertas ocasiones, adoptantes. No obstante, según la médica veterinaria, Francisca Martínez, “si bien para nosotros de manera estética es algo más atractivo, producto de nuestro ego humano, estamos generando cada vez más perros con problemas genéticos en donde su vida entera es sufrimiento”.

Dicha promoción de ciertas características y estándares de belleza genera una amplia demanda en la adquisición de diversas razas. Lo que provoca un aumento constantemente de la reproducción selectiva, priorizando el atractivo antes que lo saludable. “En Chile, hay una sobrepoblación enorme de animales callejeros, que no están esterilizados y esperan a ser adoptados. Al mismo tiempo, hay criaderos ilegales explotando a hembras caninas, haciéndolas parir una y otra vez solo para ganar dinero”, explicó Fernanda Rojas.

A partir de lo anterior, el bienestar de la amplia gama de mascotas comercializadas no es el único factor problemático de estas acciones, sino que también afecta a quienes no tienen un hogar. Según la reflexión de la rescatista independiente, Rodhe Contreras, “la adopción es un acto altruista, compasivo, inteligente y amoroso. En cambio, la compra es egoísta, insensata, irreflexiva y cruel”.

El camino hacia un futuro compasivo

Akira, mascota de Sebastián Parra. Forma parte de la familia hace dos años.
Foto de Sebastián Parra.

La búsqueda de la estética perfecta ha hecho que variadas características físicas impacten en sus vidas. Por lo tanto, el cuidado de estos, junto a visitas veterinarias constantes, resultan esenciales para su bienestar. Sebastián Parra, adoptante de una perra pug, confirma dicha información, “si no cuidas la higiene en sus arrugas y patas, pueden llegar a tener problemas a la piel, causando mal olor. Además, se les debe hidratar constantemente la nariz”.

En opinión de Fernanda Rojas, adquirir un cachorro «debería ser considerado un lujo. Es mejor no comprar si no tienen los recursos necesarios para invertir en cirugías, medicamentos y alimento de calidad”. De esta forma, surgiría una disminución en la cantidad de casos de maltrato y abandono de canes enfermos.

Estos seres no solo requieren un hogar bondadoso, lleno de amor y diversión, sino que también tienen necesidades que deben ser satisfechas en relación con el compromiso continuo de su cuidado. Por consiguiente, la empatía y sensibilización, según mencionaron las veterinarias y la rescatista, deben prevalecer ante lo estético. En este sentido, se podría dar término a la reproducción selectiva, disminuyendo la violencia animal y aumentando las responsabilidades respecto a la crianza y el bienestar de los perros.

Pamela Muñoz Parra
Estudiante de Periodismo UdeC
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