«Abril, ¡libros mil!»: instancia para recordar la importancia del fomento a la lectura CulturaPor Amanda Jara König - 26 abril, 2024 Cada 23 de abril se celebra el Día Mundial del Libro, instancia que permite reconocer e incentivar la lectura. Asimismo, busca otorgar apreciación a los derechos de autor, reconocimiento a la propiedad intelectual de los creadores de obras literarias. Una fecha que permite reflexionar acerca de la importancia de la literatura y la divulgación de conocimientos. Sin embargo, costear un ejemplar en físico en Chile es más difícil de lo que se cree. Por lo tanto ¿existen oportunidades para aquellos con limitaciones financieras que deseen comprar? La mayoría de los países de Latinoamérica no poseen impuesto al libro, pero existen dos excepciones, Guatemala con un 12 % y Chile con 19 %, el porcentaje más alto. Estos números evidencian una problemática que no es tan mediática en el país. En los colegios se desarrollan calendarios de lectura para los alumnos, pero al imponerles leer textos ambiguos y sin ninguna otra opción generan desagrado por estas actividades, desarrollando un bajo interés en la literatura. En 2022 se llevó a cabo el estudio Encuesta de hábitos y percepciones lectoras en Chile, en donde participaron más de 1 700 ciudadanos a nivel nacional. De acuerdo con los resultados de la encuesta, tres de cada cuatro chilenos afirman que leen algún material todas las semanas. A su vez, el 70 % de los encuestados manifiesta un elevado o considerable interés en la lectura por gusto. Estas cifras demuestran que hay personas que persisten con interés en leer por placer, pero ¿existen instancias o programas de literatura dedicados a los jóvenes del país? Oportunidades para todos Los jóvenes buscan alternativas más económicas de libros de interés personal o académicos. Foto de autoría propia. A las diez de la mañana del martes 23 de abril ya se observaba una fila medianamente larga a las afueras de la Casa del Arte José Clemente Orozco, más conocida entre los penquistas como la Pinacoteca. En este lugar se desarrolló por tercer año consecutivo la venta especial de obras por parte de la Editorial UdeC «Abril, ¡libros mil!». Una excelente ocasión para los estudiantes del campus y personas externas a la universidad para acceder a textos con un precio más económico. Así lo describe Pablo Gómez, un joven de 28 años que participó del evento: “La iniciativa fomenta la lectura totalmente, ya sea para los estudiantes de la casa de estudio como a la comunidad en general. A mí me gusta el arte y la fotografía y esos tomos son caros, valen aproximadamente $30 000 y desde ahí hacia arriba. Leer en PDF es más difícil aún porque se te cansan los ojos después de dos o tres horas leyendo a través de la pantalla”. Sumando a la búsqueda por interés personal, las personas aprovechan la oportunidad de explorar diferentes alternativas. Lilian Cancino, estudiante de Pedagogía en Inglés, señala: “Me gusta la literatura en general y me encantaría ver algunos textos para mis amigos, ya sea para los cumpleaños o alguna ocasión especial, ya que a ellos también les gusta leer y quizás no tengan la oportunidad de estar en el evento”. Asimismo, Camila Candia, estudiante de Agronomía, relata que, “me parece genial la iniciativa. Hace mucho tiempo que quiero comprar libros para la carrera, o sea académicos, y he cotizado en diferentes librerías y editoriales, pero resultan bastante costosos”. Priorizar necesidades por encima de gustos Actualmente, comprar un libro es un lujo. En el mercado, los precios varían desde los $10 000 hacia arriba. Por consiguiente, la mayoría de los jóvenes universitarios deben de decidir si gastar el dinero del mes en textos o en otras prioridades. Asimismo, Isidora Ramírez, joven de 22 años y estudiante de Licenciatura en Historia, comenta: “Yo recibo una mesada, entonces debo de priorizar el presupuesto del mes en comida, pasajes, emergencias y la verdad es que prefiero optar por eso que comprarme libros, y cuando lo hago es más bien un gustito, no debería ser así, pero en Chile los libros son caros”. Quien igualmente indica lo mismo es Catalina Cerda, una estudiante de Pedagogía en Filosofía: “Al estar estudiando en la universidad es un gasto grande, entonces estoy a puro PDF haciéndome cada día más miope y cuando uno busca por internet, por ejemplo, en Buscalibre, lo más barato son las ofertas a cinco lucas, pero igual es plata que sirve para otras cosas”. La mayoría de los estudiantes están de acuerdo en que comprarse un libro es un esfuerzo para ellos. Así lo relata Sofía Lagos, joven estudiante de Licenciatura en Artes, “sí puedo costeármelo, pero es un gran esfuerzo. Soy capaz de comprarme uno cada tres o seis meses, pero no es muy recurrente, y si es que lo hago es desde mi dinero y trabajando”. Más jornadas para incentivar la literatura Durante el 23 de abril, centros culturales acostumbran a realizar diversas actividades para fomentar la lectura. Foto de autoría propia. La celebración hacia la lectura se limita a una sola fecha, cada 23 de abril se desarrollan eventos y actividades para motivar a las personas a ser partícipes del mundo mágico que traen consigo los libros. De esta manera, los jóvenes que no poseen dinero para comprarlos tienen la oportunidad de acercamiento a textos más económicos. Al ser un día, se olvida por completo el trasfondo de la importancia hacia la literatura. De esta forma, es fundamental generar más instancias de interacción entre las personas. Comprar un libro usado o leer media hora un texto que te gusta son gestos significativos que contribuyen a mantener viva la emoción y el valor a la lectura. 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